El Legado Oscuro

CAPÍTULO 68: Caída de la Nube y avance sobre la Roca

En el capítulo anterior de El Legado Oscuro, nuestro protagonista visitaba la capital de Hi no Kuni ante el llamado de su madrina, mientras que Tayuya se encargaba de atacar una fuerza imperial que avanzaba en el País del Fuego.

P. O. V. Normal

Kaminari no Kuni, Kumogakure no Sato

Desde el asedio de Yugakure no Sato todo había ido cuesta abajo para Kumo; de repente, sin saber todavía el motivo después de dos meses, una serie de derrotas inexplicables comenzaron a acumularse y obligarles a ir cediendo terreno a pasos agigantados con una gran pérdida de soldados en batalla y de heridos dejados para ser capturados o ejecutados por el enemigo.

Dos semanas del comienzo de ese declive ya se encontraban en el antiguo Shimo no Kuni, ahora provincia de Shimo defendiendo sus posiciones con gran bravura y resistencia, pero, finalmente ocurrió como en Yu no Kuni y tuvieron que ir dejando terreno al invasor, pero esta vez siendo propio y no ajeno. La humillación que sufrían era tal que A mandó a su hermano Killer Bee junto a un ejército de Jounins como refuerzo para detener la sangría, parar el avance enemigo, estancar el frente y prepararse para un contraataque en condiciones; no obstante, eso no sucedió.

A la llegada del hermano del Yondaime Raikage las cosas cambiaron. Su invasor se destapó la careta y se desvelaron al mundo: Uzu había renacido. Ante esa noticia que dejó completamente helados a los veteranos de la Tercera Guerra Mundial Shinobi por recordar los relatos que se contaban sobre la Batalla de Uzu suc3edida durante la Segunda Guerra Mundial Shinobi, y sus experiencias contra Uzumaki Kushina, la Demonio de Kumo, como era llamada desde sus matanzas contra su aldea, que su pueblo natal hubiese resurgido de las cenizas era claramente posible gracias al hijo de está, Naruto Namikaze Uzumaki o Uzumaki; sin embargo esa noticia solamente lo sabían los altos mandos del ejército de Kumo y Kaminari no Kuni, provocando que su Daimyo ordenase la muerte de todos los invasores y una nueva invasión a Uzu para destruir el mal personificado en el clan Uzumaki de la faz de la tierra.

Poco tiempo después las fuerzas armadas de Uzu lanzaron una ofensiva general en todo el frente con Kumo arrasando sus posiciones con gran velocidad, masacrando a miles de shinobis y capturando con vida al Jinchuriki del Hachibi tras conseguir aturdirlo; el ejército que trajo Killer Bee a la batalla solamente pudo volver una cuarta parte de sus efectivos con los restos que pudieron salvar de todo el frente huyendo directamente a su aldea y avisando del peligro que se les venía en ciernes.

Tras esas malas noticias el Daimyo convocó a todos sus vasallos para que alzasen sus tropas y se uniesen a la defensa de la nación ante la incompetencia de los shinobis en su labor; o al menos de esta forma la veía el gobernante del País del Rayo; decenas de miles de samuráis y más de cien mil ashigarus marcharon y se reunieron en la capital preparados para partir contra su enemigo; mientras tanto A en Kumo reorganizaba sus fuerzas y ordenaba a sus hombres a volver a su hogar, reabastecerse y pensar un plan contra el invasor; ya habían perdido a sus dos Jinchurikis y miles de sus hombres cayeron en combate o fueron capturados y hechos prisioneros cuando eran heridos; no podían permitirse un desangramiento como el que estaban sufriendo.

Desde entonces Kaminari no Kuni sufrió un ataque sin precedente; los ejércitos del Daimyo y de los nobles se desplegaron a lo largo del país para detener a las tropas del Imperio Sith de Naruto Uzumaki siendo derrotados en su objetivo; las batallas que se sucedieron fueron verdaderas carnicerías; las fortalezas eran tomadas; las ciudades y pueblos que se resistían eran arrasados con la población siendo ejecutada al completo, nadie se salvaba, ni siquiera los niños. En seguida pasaron las semanas y casi todo el país estaba en las manos de Uzu quedando bajo control del Daimyo la capital, Kumogakure no Sato, dos ciudades grandes hogares de las familias más poderosas que apoyaban al actual Señor Feudal, y tres fortalezas a lo largo del país; el resto del territorio o se rindió ante la llegada del invasor o lucharon hasta la muerte con su hogar siendo devastado al paso de las huestes de Uzu.