CAPÍTULO 53: Escaramuza a tres bandas

620 34 4
                                    

En el capítulo anterior de El Legado Oscuro, ya había pasado un tiempo desde la caída de Otogakure no Sato ante las fuerzas armadas de nuestro protagonista, y la política entre las grandes potencias shinobis había variado bastante con algunos países entrando en guerra con otros o sucumbiendo ante guerras civiles.

Por otro lado, Naruto y Tayuya lanzaron su tan ansiado ataque contra Darth Nihilus consiguiendo masacrar a todos sus partidarios y capturar al propio Señor del Hambre de un sola emboscada muy bien preparada.

P. O. V. Normal

Frontera entre Hi no Kuni y Yu no Kuni, puente de Kirishima

Las cosas en la frontera entre el País del Fuego y el País de las Aguas Termales se habían escalado a un punto preocupante que provocó que tanto Konohagakure no Sato y Yugakure no Sato enviasen a varios batallones de sus shinobis a la frontera que comparten para controlar y saber que diantres ocurre en la frontera de las dos naciones.

Cuando los shinobis de la aldea oculta entre las hojas llegaron al puente de Kirishima descubrieron que Yugakure no Sato se había remilitarizado, y como observaron cómo se componían las fuerzas de la aldea extranjera se había armado con gran antelación. Fácilmente llegaban a los tiempos que el Sandaime volvió a regir el destino de Konoha tras el Ataque del Kyubi y la muerte del Yondaime Hokage.

Con esa información entre sus manos, los ninjas al servicio de Tsunade enviaron a un equipo de 2 Jounins y 8 Chunnins con el mensaje con la misión de traerlo a Konoha sano y salvo, aunque el líder de las fuerzas de la aldea oculta entre las hojas, Eiji Nakamura, un veterano Jounin que llevaba ya largo tiempo sirviendo en las filas de Konoha pensaba que la misión que les había encomendado a esa decenas de camaradas iba a ser más complicada de normal al no saber si los shinobis de Yugakure no Sato habían infiltrado a varios de sus hombres en Hi no Kuni, y también no conocía si los hombres de Homura se encontraban cerca.

Lo último que conocía de los leales al traidor consejero de la aldea era que había perdido una batalla por la zona central de País y con los restos de sus huestes se dirigía hacía las tierras de Mori Fuji, Almirante de la Flota de Hi no Kuni y miembro del Consejo del Daimyo Tanaka Kenta. Los dominios de la Familia Mori se encontraban a varios kilómetros de su posición, por lo que tuvo que desplegar a dos de sus batallones en la retaguardia para no sufrir una sorpresa en forma de un ataque de los traidores a su aldea.

La Godaime Hokage le había cedido el mando de 10 batallones de 200 efectivos cada uno. Tres de estas unidades la componían plenamente por Jounins, mientras que el resto solo eran 50 Jounins por batallón, totalizando un total de 950 Jounins y 1050 Chunnins. Eran una fuerza a tener en cuenta, pero ese no era el problema que le carcomía la cabeza cada día desde que partieron de la aldea. El problema residía en que desde el momento que descubrieron la existencia de shinobis pertenecientes a Yugakure no Sato no paró de romperse la cabeza en intentar conocer el número de efectivos que componían las fuerzas armadas de dicha aldea, o al menos la cantidad de enemigos que se encontraban al otro lado del puente de Kirishima.

Eiji: (No sé el número de shinobis al otro lado de este condenado puente que conecta Hi no Kuni con Yu no Kuni. Tampoco tengo información sobre su líder o desde cuándo se han estado armando para develar al mundo la remilitarización de una aldea oculta que dijo que dejaba la guerra y se convertía en una aldea civil. Con toda seguridad el Daimyo de Yu no Kuni está detrás de todo esto). Pensó frustrado el experimentado shinobi viendo el puente con seriedad. Él era de estatura media. Pelo negro como el carbón que se le podía confundir por un Sarutobi gracias a ser un hijo bastardo de un miembro de ese clan, ya que su madre fue violada reiteradas veces por una panda de Sarutobis. Gracias a dios sus ojos verdes color esmeralda con un fondo aguado como un río tranquilo bajando hasta desembocar en el mar fueron heredados de su madre sin ningún parentesco con su maldito padre que nunca supo quién es, porque nunca lo supo ni le intereso saberlo. Llevaba puesto el chaleco táctico de la aldea con unos pantalones verde oscuros junto a unas sandalias ninjas. En su cadera descansaba una katana que una vez perteneció a su madre y ahora blandía con gran orgullo para hacerla sentir orgullosa mientras el alma de la persona que le cuido se encuentre en los salones de Shinigami tras ser asesinada durante una misión en la frontera con Ame no Kuni. – Preparad a todos los shinobis que podáis. Parece ser que esos malditos mueven ficha tras varias semanas de escaramuzas sin sentido -. Dijo Eiji al Jounin a su lado para que este asienta y vaya a reunir a la máxima cantidad de ninjas que pueda para seguir a su líder.

El Legado OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora