El Legado Oscuro

CAPÍTULO 7: Reunión con el Daimyo y disputa con el hokage

En el capítulo anterior de El Legado Oscuro, el Daimyo de Hi no Kuni, Kenta Tanaka se encontraba con un gran enfado en su cuerpo, porque no se creía que el Sandaime Hokage dejase al hijo de su sucesor a su suerte, además de que pensaba que su "supuesto" maestro no le enseño nada.

En eso su hija, Reiko Tanaka le pregunta por nuestro protagonista, porque la información que tenían no coincidía con Naruto, para dejarla ir a conocer al Uzumaki acompañado de Katsumoto, el general de sus fuerzas samuráis.

Por otro lado, Sabaku no Gaara, hijo del Yondaime Kazekage y jinchuriki del Ichibi tenía grandes ganas de matar a Naruto, con su hermana mayor Sabaku no Temari alarmada por saber que Naruto era el jinchuriki del Kyubi. Al mismo tiempo el dragón sangriento estaba orgulloso de su sobrino, que para cuando llego donde se encontraba él junto a Darth Nihilus, su sobrino le pregunto por unos preparativos que se encontraban en marcha.

Mientras los jounins senseis de Konoha estaban aterrados por conocer la verdad de los padres de Naruto, les interrumpen Katsumoto con Reiko detrás suyo para conocer al Uzumaki. Naruto les pregunto qué querían de él, para que su "compañera" Sakura Haruno falle en su intento de golpearlo, para recibir una mirada mortal por parte del Uzumaki y una amenaza, pero antes de que ella pudiese hacer algo más, el general de los samuráis del Daimyo del País del Fuego le puso una katana en su cuello, a la vez que Naruto acompañaba a Reiko para acompañarla con permiso de sus maestros.

P. O. V. Naruto

Ahora mismo estoy acompañando a Reiko Tanaka, la hija de Kenta Tanaka, que según los recuerdos de mis padres, eran grandes amigos, mientras que detrás nuestro estaba el samurái que le había puesto su katana en el cuello de Haruno.

Naruto: (¿Qué quera saber la hija del Daimyo de Hi no Kuni? Porque por lo que se, mis padres no hicieron ningún tratado matrimonial entre mí y la hija de Kenta). Pienso en mi cabeza mientras estamos avanzando poco a poco mientras observo como vamos yendo hacia el palco donde se sitúan los Daimyos de los diferentes países que han venido a presenciar las finales de los Exámenes Chunnin.- (Pueden llegar a ser unos grandes aliados en un futuro muy cercano)-. Pienso porque sé que el consejo de la aldea va a querer controlarme de cualquier manera, y aunque tenga al Daimyo del País del Fuego defendiéndome, estoy seguro que si tengo el apoyo de los diferentes Daimyos de los países que se encuentran en el estadio, se pensaran dos veces antes de hacer alguna estupidez, al menos todos salvo el consejo civil.

Reiko: Pensé que los Uzumakis eran maestros en el arte del Kenjutsu. Le oigo decir a la hija del Daimyo mientras avanza tranquilamente, haciendo que una ceja se me levante por el comentario que acababa de oír de su parte.

Naruto: Deja que los estúpidos del consejo se crean que no tengo arte en algo que nuestro clan es sagrado, pero si no lo he mostrado aun es que me quiero salvar de un dolor de cabeza cercano. Le digo mientras pienso en la reunión que tendré con el consejo de la hoja después que todo pase.- La arma de un shinobi es el engaño, por el momento quiero mantener casi todas mis cartas ocultas si puede ser-. Le comento mientras observo como los shinobis cercanos intentan oír algo de lo que hablamos, seguro para comentárselo a alguien del consejo.

Kurama: (Bueno al menos podrás destrozar sus sueños de controlar a un Uzumaki como lo hizo tu madre, pero peor). Le oigo decir a Kurama a partir de nuestro espacio mental, mientras que al escuchar su comentario esbozo una sonrisa.

Reiko: ¿Qué está diciendo el Kyubi? Me pregunta de golpe sorprendiéndome que sepa que estaba hablando con Kurama.- Es la única explicación que tengo a no ser que estés pensando en algo beneficioso para ti-. Me comenta con toda seguridad un sonrisa en su cara, pero como estoy detrás suya y esta con su abanico al frente no lo sé.- Pero bueno dejando eso de lado. ¿Cómo has vivido en la aldea durante todo el tiempo que has podido estar?-. Me pregunta, haciendo que abra los ojos con sorpresa por intentar saber mi vida en la aldea de la hoja, eso me hizo pensar que podría llegar a ser una persona despiadada a nivel político, pero eso no era lo que me había preguntado.