El Legado Oscuro

CAPÍTULO 74: Expansión imperial

En el capítulo anterior de El Legado Oscuro, las tropas del Imperio Sith de Naruto Uzumaki comenzaron la conquista de la Galaxia, empezando con el sistema de Kamino, en el Borde Exterior.

P. O. V. Normal

Mundos del Interior, Sistema Coruscant, Coruscant

Coruscant era un planeta inmenso, rico y poderoso. Él habia sido la sede del poder de la República Galáctica desde hacía milenios hasta su caída, al igual habia pasado al Imperio Galáctico desde su inicio hasta su desmembración entre los distintos señores de la guerra que componían ante las esferas de poder, refugiándose ahora en el Borde Exterior y otros rincones de la Galaxia, intentando resistir y recomponerse tras su apabullante derrota ante la Alianza Rebelde que habia conquistado el poder.

Entre la multitud de edificios que campaban a lo largo y ancho del planeta capital de la Nueva República, emulando a su predecesora, destacaban el antiguo Senado Imperial, antaño sede del poder legislativo de la República, que recientemente habia sido reformado para albergar a las instituciones neo republicanas y devolviéndole al imponente y majestuoso edificio su antiguo poder, aunque estaba todavía en medio de las transición a una democracia tras el suspenso de los poderes del Senado Imperial por decreto del Emperador Palpatine hacia más de una década —dejando a los representantes de los distintos mundos que abarcaba el Imperio como meras piezas decorativas que no influían absolutamente en nada en el rumbo que tomaba el sistema político en el cual participaban, básicamente ellos solamente estaban para aparentar hacer algo mientras el Emperador hacia y rehacía las leyes a su gusto.

En el nuevo Senado de la Nueva República se quería aglutinar a todos los sistemas de la antigua República que sucumbió ante los problemas internos y los desastres de las Guerras Clon; no obstante, y en honor a la verdad, era más sencillo decirlo que hacerlo.

Por un lado estaban los antiguos representantes imperiales, corruptos hasta la medula, que no querían abandonar su escaño para no parar de recibir su sueldo debido a no hacer absolutamente nada y vivir una vida plena y sin problemas. Allí estaban representados todos los mundos, los que apoyaron a la Rebelión desde el inicio y se fueron uniendo paulatinamente avanzaba la Guerra Civil Galáctica y los que siempre declararon su lealtad al Imperio sin importar los problemas que padeciese —aunque los primeros fueron quitados los que estuvieron y fueron colocados títeres sin problemas para intentar mantener una imagen de unión de cara al público de la capital i el Imperio. Eso era un verdadero problema al encontrarse gente con bastante influencia capaces de montar un ejército de la nada y levantarse en armas contra la Nueva República, cosa que los Rebeldes no querían por suponer un alargamiento de una guerra ya terminada. Pero el peligro allí estaba y, por mucho que no les gustase, necesitaban una parte de esos senadores para mantener la tensa paz que imperaba en la Galaxia para poder reconstruir la República y los mundos afectados por la guerra.

Y por otro lado se encontraban los Rebeldes, ahora Republicanos, que intentaban de cualquier modo posible reconstruir y renacer las instituciones anteriores al Imperio Galáctico para rápidamente realizar unas elecciones al Senado y comenzar con una nueva constitución y que el proyecto por el cual muchos miles de personas habían sacrificado su vida habia valido la pena y no se corrompiese nada más comenzar. Sin embargo, habia un problema también dentro del bando republicano a rebelde, como eran llamados por los antiguos aliados y apoyos del Imperio. Algunos de ellos, liderados por la Princesa Leia Organa, hija de Anakin Skywalker y Padme Amidala, no quería oír de ningún pacto con los antiguos imperiales. Ellos habían sido derrotados en la guerra civil y habían hecho sufrir a la Galaxia durante décadas y, por lo tanto, darles, aunque sea, alguna concesión o poder era un insulto para lo que habían derramado tanta sangre.

Este problema interno ocasionó grandes disputas y debates dentro de la Alianza Rebelde, incapaz de llegar a un acuerdo entre ellos, y haciendo peligrar la Nueva República al ver que si ellos mismos no podían conseguir un consenso no podían llegar a gobernar la Galaxia. Por esa razón Mon Mothma, antigua senadora del Senado Galáctico de la República y líder de la Alianza Rebelde, impuso su opinión y decidió dar algunos indultos a parte de los apoyos imperiales, los que no habían hecho mucho daño y dado problemas a la causa rebelde, que quedarían en el nuevo Senado para redactar la nueva constitución y representantes para mantener la débil paz dentro del seno de la Nueva República.