CAPÍTULO 72: Unificación del mundo

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En el capítulo anterior de El Legado Oscuro, las fuerzas del Imperio Uzumaki de Naruto Uzumaki se lanzaron sobre Mizu no Kuni conquistando lentamente el territorio hasta converger en el asalto final a Kirigakure no Sato, donde acabaron con las fuerzas del viejo halcón de guerra.

P. O. V. Normal

Hi no Kuni, Konohagakure no Sato

Tras la victoria del Imperio Sith de Naruto Uzumaki sobre las huestes del viejo halcón de guerra en Kirigakure no Sato, nuestro protagonista ordenó el traslado de todos los efectivos empleados en el asalto a Mizu no Kuni hacia la capital, Uzushiogakure no Sato, para reagrupar a sus soldados y preparar la última ofensiva sobre el Continente Elemental.

Durante el lapso de más de tres meses de preparación minuciosa por parte del Emperador de Uzu, llegaron las noticias de la caída de Hi no Kuni. Eso causó un ataque de rabia en el hijo de Kushina y Minato. Él no podía creerse esas bobadas. Tanto Tsunade como Jiraiya eran shinobis de rango S; personas capaces de acabar con batallones enteros de enemigos sin sudar ni una gota, pero habían sido derrotados por el Cuarto Hermano y sus fuerzas.

Eso no tenía sentido en su cabeza, por lo tanto, desconfiando de la información envió a sus espías para que le diesen otro punto de vista, por mucho que los canales por los que recibió la desgracia que había ocurrido en el País del Fuego fueran parte de su red de espionaje. Sin embargo, sus primeros informantes no mentían. Realmente la que antaño fue la primera potencia mundial de su planeta habia sucumbido ante la apisonadora que suponía los remanentes del Imperio Galáctico.

Con rápidamente obligó a marchar a su tío Kenshin con un ejército para proteger y reforzar la frontera septentrional del País del Fuego. No se fiaba de que el Cuarto Hermano se quedase quieto e intentase consolidar su conquista en un solo país. Si sus pensamientos sobre el Inquisidor no eran erróneos no se quedaría mucho tiempo en Konoha y marcharía lo antes posible para comenzar su campaña por otro territorio. Por eso avisó con tiempo a Gaara que, sabiendo de antemano la posible invasión que amenazaba sus fronteras, convocó a sus hombres y partió al más que inminente enfrentamiento con sus enemigos.

Por otro lado, una cosa que dio algo de diversión al poderoso Sith y Jinchuriki de Kurama fue cuando llegaron a sus oídos de unos focos rebeldes en Tsuchi no Kuni y Kaminari no Kuni. Los restos de las fuerzas shinobis de Iwagakure no Sato y Kumogakure no Sato, que habían sido capturadas durante los combates que libraron y que dejaron libres como símbolo de misericordia para con sus nuevos súbditos, se habían levantado en armas. Eso consiguió extraer una diminuta sonrisa burlona al pensar en la muerte de esos idiotas y, para reírse más de su intento fallido de vencerlos, envió a Yugito Nii y Killer Bee a sofocar las rebeliones. Los muy bastardos traidores no duraron mucho ante sus antiguos camaradas, si hablaban de Kumo.

Posteriormente, tras un mes de su victoria contra Danzo visitó al líder del clan Shimura que estaba encarcelado desde la batalla de Kirigakure no Sato, sufriendo una tortura diaria tanto física como psicológicamente al recordar el fracaso de su proyecto y como el arma que se le había revelado ante su poder se lo restregaba continuamente. El anciano shinobi se le había cortado el brazo de sharingans en medio de la batalla y no podía utilizar el poder de los ojos del clan Uchiha. Sus costillas fueron quebradas y pulverizadas en miles de diminutos trozos afilados que habían sido debidamente distribuidos por todo su cuerpo, haciendo que su carne se vaya desgarrando lentamente por dentro. Si no moría de la vejez no iba a sobrevivir por el daño que sufría constantemente. Luego, tras cansarse de los desvaríos de un loco viejo con sueños de grandeza, nuestro protagonista dejó que su madre lo matase por todo el daño que habia hecho al clan Uzumaki. Entre todas las personas que habia ejercido algún tipo de ataque, ella era la que tenía más legitimidad para acabar con la vida de ese bastardo.

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