El Legado Oscuro

CAPÍTULO 62: Caída de Sunagakure no Sato

En el capítulo anterior de El Legado Oscuro, Ai en Yugakure no Sato se enteraba de los ataques de Kumo sobre su nación, ordenando los preparativos para la guerra. En Kumo A ordena desplegar sus mejores hombres para la guerra contra Konoha; y finalmente el Cuarto Hermano llega a las Naciones Elementales.

P. O. V. Gaara

Kaze no Kuni, a las afueras de Sunagakure no Sato, campamento de Uzu no Kuni

Kankuro: Todo está listo. Me comenta Kankuro mientras tiene su mirada clavada en el frente. Delante nuestro se encontraba nuestro antiguo hogar, o más bien el suyo, porque para mí fue lo más parecido al infierno en el mundo. – No te preocupes, cuando entremos en combate lanza toda tu rabia sobre ellos. Eres nuestro hermano, por lo tanto, no te detendremos en el momento de que sacies tu venganza con Suna -. Me dice con una pequeña sonrisa en su rostro al mismo tiempo que escuchamos los pasos de una persona, claramente sabiendo que es Temari.

Temari: Espero que tengas las mismas ganas de hablar que de matar a nuestros enemigos, Kankuro. No solo nos enfrentamos a los shinobis de Sunagakure, también debemos atravesar las fuerzas de Iwa, siendo estas comandadas por los dos Jinchurikis, el del Yonbi y el del Gobi, y no son problemas menores. Puede que puedas plantarles cara, Gaara, pero son mucho más poderosos y veteranos que tú. Vas a necesitar bastante ayuda para enfrentarlos. Nos dice mientras sostiene su abanico con su mano derecha mientras avanzaba tranquilamente hasta situarse a nuestro lado manteniendo su mirada dividida en dos: en el frente y en nuestra retaguardia. – Quédate quieto, Uzumaki, puede que te haya soportado estar al lado de mi hermanito, pero no creas que sé tus intenciones, zorra -. Le oigo comentar a Karin que se acercaba lentamente a donde estábamos nosotros.

Karin: ¿Crees que me importa tu puta opinión, Temari? Le responde lanzándole una pregunta llena de veneno y burla. Al oír su voz me giro para verla con su cabello rojo sangre serpenteando por el aire, desafiando al viento mientras camina de manera tranquila e hipnótica para mis ojos. Sus ojos color carmesí son como dos burbujas de sangre repletas de ambiciones, burlas y cierto sentimiento que me deja nervioso cuando estoy solo con ella. Llevaba un uniforme reglamentario de los Jounins de Uzushiogakure no Sato, parecido al de Konoha, pero siendo este con los Remolinos de color blanco y el traje en sí de colores rojos oscuros y negros. – Estamos aquí por órdenes de Naruto sama. Nuestra misión es acabar con las tropas de Iwa y Suna de un solo golpe; nuestras fuerzas pueden ser superadas en número por nuestro enemigo, pero para ello tendrían que unir fuerzas, cosa que dudo bastante que hiciesen conociendo el orgullo de esos idiotas arrogantes de mecha corta -. Le sigue hablando hasta quedar a mi lado, provocando que mi respiración se contraiga al respirar el perfume que se había puesto.

Shukaku: (No me puedo creer que este pasando esto). Oigo decir a Shukaku en mi mente incrédulo, algo que me sorprende pero que ignoro por completo. – (Esto tiene que ser una puta broma... Chico, por lo que más quieras, no la cagues, aunque dudo que puedas siendo tan inocente en estos temas) -. Me dice para yo fruncir el ceño en las palabras que me lanzaba. Desde que Naruto arregló el sello he podido dormir y acceder mejor al chakra de Shukaku, sin embargo, para utilizarlo tuve que ganármelo, cosa que lo conseguí durante la batalla por la capital, dejando poco después que Karin vaya sola a tomar Amegakure no Sato.

Temari: No te creas mucho, Uzumaki, eres alguien débil comparado conmigo. Solo te entrenaron para que seas una Kunoichi medica para que te mordiesen con sus mandíbulas, utilizando tu chakra para curar sus heridas. Si has podido crecer tan rápidamente en poder y experiencia ha sido gracias al Uzukage y el entrenamiento mortal que os ha hecho pasar a todos los miembros nuevos de vuestro clan y la aldea. Él quiere soldados, no gente como tú, interesada. Le recrimina a Karin lanzándole una mirada mortal mientras se acercaba a ella para encararla. Si las palabras de mi hermana le han afectado en algo, no lo demuestra y mantiene su sonrisa burlona con sus ojos fijados en los de Temari. – Aléjate de Gaara, no te lo repetiré otra vez. A la siguiente no respondo de mis actos -. Le amenazó para yo quedar en un mar de dudas. ¿Por qué tendríamos que estar lejos los dos? Siempre que estoy con ella o me encuentro relajado o nervioso, y eso me provoca enfados y interés por saber el motivo, pero ella desde que se lo conté no ha parado de vigilarla y confrontarla.