El Legado Oscuro

CAPÍTULO 41: Problemas en el Imperio y reuniones de clanes

En el capítulo anterior de El Legado Oscuro, los Uzumakis celebraban su victoria sobre los partidarios de Danzo y el consejo, cuando entro en su complejo Hiruzen con un pequeño grupo de shinobis de su clan para recuperar a su hijo Asuma, prisionero de los shinobis del Remolino.

En eso el tío de nuestro protagonista recordó la batalla que tuvo junto a sus camaradas en medio de Konoha, masacrando a todo lo que se encontraban a su paso y como Asuma fue controlado por un sello hecho por Kushina acabando con todos sus camaradas.

Sin conseguir su objetivo, el Sandaime lanza una amenaza a nuestro protagonista para seguidamente irse del lugar junto a su pequeño sequito. Al mismo tiempo, Naruto controlaba a una cabreada Tayuya, con el objetivo de ir a Otogakure no Sato para recuperar a Kin y matar a Kabuto.

P. O. V. Normal

Korriban

El planeta de Korriban era el único planeta del Sistema Horuset en los Territorios al Borde Exterior de la galaxia. Una vez fue el mundo natal de la raza de los Sith, aunque la mayoría de la galaxia no conocía esa información, solo una minoría sabía esta información, ya que actualmente era un páramo desolado con alguna que otra colonia humana del Imperio Galáctico. Además, para la antigua Orden Sith fue un lugar sagrado, al cual albergaba las tumbas antiquísimas de algunos poderosos Señores Oscuros de los Sith y contenía una gran cantidad de poder del Lado Oscuro.

En ese planeta estaba estacionada una guarnición imperial bastante numerosa para la población que albergaba, y todos los oficiales imperiales que se quejaron por dicha decisión fueron asesinados brutalmente por los Inquisidores por una orden directa del Emperador Palpatine. Eso provoco que el terror se esparciese entre los cargos del ejército imperial, que, aunque seguían sin entender el movimiento de movilizar a dos legiones enteras, porque para ellos no valía absolutamente nada siendo un trozo de tierra desértica con ruinas de su momento de mayor gloria, no decidieron preguntar de nuevo al saber que el último oficial al mando de las legiones fue completamente descuartizado por el Cuarto Hermano, que desde ese momento tomo el mando de las fuerzas allí desplegadas.

Las tropas estaban muy aterrorizadas con la llegada del Inquisidor, porque se rumoreaba que el Emperador lo había enviado para recuperar un objeto de gran poder para acabar con la Rebelión y esta estúpida guerra civil en la Galaxia, pero que, al parecer, no había encontrado y comenzó con una purga e investigación entre las tropas, al creer que alguien habia robado el objeto en cuestión. Los leales al Cuarto Hermano comenzaron la búsqueda del objeto o aparato antiguo en cuestión en las Ruinas y tumbas de los antiguos Sith, unos antros completamente abandonados y saqueados en el tiempo por múltiples cazarrecompensas y mercenarios, provocando la furia en el Inquisidor, porque según sus palabras, nadie debía perturbar las tumbas de los grandes maestros del Lado Oscuro. Las primeras semanas fueron bastantes tranquilas encontrando objetos antiguos que se databan de tiempos anteriores a Darth Revan y Darth Malak, además de un posible fragmento de un mapa que daba una serie de coordenadas, que para el usuario del Lado Oscuro no le interesaron, ya que dijo que lo que estaba ubicado en dicho mapa se encontraba destruido por las fuerzas de la Republica durante la Guerra Civil Jedi hace más de 3900 años.

Eso no quito que los científicos que fueron con él para ayudarle en su búsqueda no se quedasen fascinados por la arquitectura y la infinidad de trampas y monstruos que hallaron para hacerse paso hacia las tumbas, que, pidiendo respetos a los fantasmas de los cadáveres, para no sufrir ataques o algo extraño producidos por los poderes que impregnaban el aire del lugar, sacaron de sus tumbas para estudiarlos con sumo cuidado, para que quedase grabado el estado de sus putrefactos huesos, para seguidamente devolverlos a su lugar con un mimo enfermizo. Al mismo tiempo, se estudiaban los objetos encontrados, entre ellos se podía ver el sable de Ajunta Pall, los guanteletes de Marka Ragnos, la máscara de Tulak Hord, provocando un sentimiento de gozo al Inquisidor, al ver que objetos de tales Señores Oscuros de los Siths seguían aun este lugar tras pasar por una marea de forajidos. Por lo que ordeno que lo guardasen en una habitación cercana a sus aposentos. No iba a permitir que fuesen robadas bajo ningún concepto, pero lo que habia ido a buscar en un principio no fue hallado, y comenzó a impacientarse, ya que no avanzaban el ritmo que a él le interesaba, así que mando a su segunda al mando a encargarse de la investigación sobre el robo, ya que no pensaba que el objeto no se encontraba en este lugar tan sagrado para los Sith.