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Siento las vibraciones en mi cama, de hecho, son más molestas que la alarma de mi celular. Tomo mi celular de debajo de mi almohada y apago la alarma son las 6:30 de la mañana. No puedo creer que hoy sábado tenga que levantarme tan temprano para ayudar con la pastelería de mi mamá. Estoy tan agotada física y mentalmente; anoche me fui a dormir tarde por que llegué tarde de la pastelería, me senté frente a mi escritorio a hacer los deberes del colegio y cuando me aburrí de ellos, me puse a hacer dibujos en un viejo cuaderno de bocetos que me dio mi papá a los 13 años. Amo dibujar, y cuando lo hago pierdo la noción del tiempo. Olvido todo, mi cansancio, la escuela, los típicos problemas de adolescente, pero sobre todo mi imposibilidad de cumplir mis sueños de tener mi propia marca de ropa. En todo caso, me fui a dormir a eso de la 1:00 de la mañana. Me levanto y me miro en el espejo de mi habitación, me sorprendo al darme cuenta que no tengo ojeras, Bueno la realidad es que nunca he tenido ojeras, no se porque, es extraños, cuando entro a YouTube a ver rutinas de maquillaje, siempre está el típico video de: "como quitar las ojeras", "como minimizar las ojeras" o "7 tips para evitar las ojeras", odio esos videos, pero siempre termino viéndolos. Miro la hora y solo han pasado 5 minutos, así que decido volver a la cama ya que debo estar en la pastelería a eso de las 8 de la mañana. Cuando estoy a punto de acomodarme de nuevo en mi cama, alguien toca la puerta y entra sin mi permiso, es mi papá.

-Veo que finalmente despertaste- dice y por su tono de voz, noto que está enojado, ahh que hice ahora -también noto que tienes tu celular y que por fortuna está funcionando.

Identifico su sarcasmo – Si, funciona... ¿ocurre algo? - le pregunto curiosa y ansiosa por saber qué fue lo que hice mal y enojada por no poder dormir más en este hermoso fin de semana tan anhelado.

-Hija... tu mamá, te ha estado enviando mensajes desde las 5:30 de la mañana... se supone que deberías estar en la pastelería a eso de las 6:00 AM.

¡MIERDA! ... ¡NO PENSE QUE ERA HOY!, salto de mi cama y corro hasta al baño, abro la ducha sin esperar a que el agua se caliente, y al sentir el agua helada de la ducha rozar mi cuerpo tibio, doy un grito tan agudo que estoy segura de que estuve a punto de romper el espejo. Como sea, si el espejo se rompe o si llego a obtener un resfriado por bañarme con agua fría, esos serian el menor de mis problemas, comparado con el que me espera en la pastelería. Suelo tomar duchas de 40 minutos a 1 hora, pero hoy no me puedo dar ese lujo, así que me demoro 15 minutos. Salgo de la ducha y mi papá esta a un lado de la puerta burlándose de mí.

- ¡Vete! - Le grito, estoy demasiado estresada, para tener que soportar sus bromas.

- ¿A dónde, si yo vivo aquí? – Me contesta en un tono burlón, mientras con una de sus manos, me acaricia una de mis mejillas. -Si estas lista en 5 minutos, te alcanzo a llevar hasta la pastelería- Me dice mientras baja las escaleras.

Su mensaje de ayuda al prójimo, llega como música a mis oídos, así que apresuro la marcha. Corro hasta mi closet y busco la falda negra larga con corte circular, que va hasta las pantorrillas tiene estampada unas flores, creo que son lirios color rosa pastel y la pretina me da a la cintura. Después busco un brasier sin tirantes, el cual voy s usar debajo de una blusa blanca de algodón manga larga, la cual es escotada en los hombros con unos toques de encaje en los hombros. Me visto los más rápido que puedo. ¡AH!¡MIERDA! ¡DEBI DEJAR TODO LISTO ANOCHE! De nuevo corro al closet y busco mis tacones charolados color nude, pero no los encuentro, así que tomo los negros y los guardo en mi morral de cuero azul marino, también guardo mi maquillaje, mi plancha para el cabello, el rizador de cabello, algunas hebillas invisibles, cepillos para el cabello y mi perfume favorito. Busco mis Nike blancas, tomo el morral y corro por las escaleras hasta el primer piso.

- ¡Me voy! - Grita mi papá desde a puerta de la casa. Lo logro alcanzar, ya tiene encendido el carro. Le pongo seguro a la puerta de la casa y me subo en el asiento trasero del carro para poder continuar arreglándome. Cuando ya estoy acomodada en el carro, siento que alguien me observa... muy fijamente... si... es el, me observa por el espejo retrovisor, con sus ojos entrecerrados y con una sonrisa de maldad en su rostro, para finalmente decirme:

- ESTAS EN MUCHOS PROBLEMAS HA-HA-HA, hable con tu mamá y esta muy enojada... no va a tener piedad de ti, solo te llevo por que quiero ver tu cara de miedo- dice en tono burlón.

¡ARGG, QUE MOLESTO!... pero no el, mi papá es así, siempre me molesta y le gusta hacerlo, es dulce y tierno conmigo, pero cuando tiene que ser firme lo es. Como se suponen que "deben" ser los papás. Me molesta el hecho de que tiene razón; anoche fue a mi habitación a eso de las 10 y me dijo que no me fuera ir a dormir tan tarde, ya que debía levantarme temprano, y como siempre no hice caso.

Arranca, muy deeeespacio, y al girar nos topamos con mi primer obstáculo, un semáforo en rojo. El cual se demora una eternidad en cambiar, y cuando por fin lo hace, mi papá vuelve a girar y nos topamos con mi peor enemigo, UN EMBOTELLAMIENTO; noto de nuevo su cara de satisfacción por el espejo retrovisor mientras se acomoda en su asiento, como si fuéramos a pasar horas atascados aquí, en medio de todos estos carros que no se mueven, al mismo tiempo suena mi celular... es mi mamá... me da miedo contestar...argg hoy va a ser un día muy largo.

De Noruega, con amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora