Desde que llegue de la escuela estoy acostada en mi cama, tratando de procesar todo lo ocurrido el día hoy, ni siquiera tuve apetito para almorzar. Todo es muy confuso y necesito respuestas.
Llegada la noche, bajo a inspeccionar la cocina, pero nada llama mi atención. Todos mis pensamientos están dirigidos al acuerdo y compromiso que firme hoy en la escuela, Esos papeles solo son un porcentaje pequeño de mis posibilidades de viajar a Noruega, pero no significan nada, hasta que no obtenga las explicaciones que busco.
***
Son las 10 de la noche y sigo sola en casa. Lucas escribió para decirme que él y mi madre llegarían tarde de la pastelería y mi padre dijo que venía en camino. Sigo confundida por lo de hoy, ero necesito despejar mi cabeza por unos minutos, así que estoy en el estudio trabajando en los patrones de mi nueva colección. Escucho que alguien golpea en la puerta, es mi padre, luce agotado ya algo decepcionado, al parecer no tuvo un buen día.
- Hola... luces cansado – Pregunto.
- Hola hija... si lo estoy, ha sido un día muy largo- responde.
Se que está agotado, pero necesito respuestas y las quiero ahora mismo.
- Papá... no te quiero molestar, pero si no es mucho pedir, quería saber si podemos hablar,
- Si, claro – responde mientras acerca una de las sillas de estudio para sentarse cerca de mí. Sigue sin mirarme.
Respiro profundo, tratando de buscar las palabras correctas para empezar, y solo se viene me viene una pregunta a la cabeza:
- Papá ¿Qué fue lo que paso hoy en el colegio?
Por unos segundos me mira a los ojos... están llenos de tristeza. Corre s mirada al suelo para responder.
- Recuerdo el día que fuimos a esa biblioteca a ver esa obra infantil que tanto querías ver.... Tenías 8 años. Estabas muy feliz. Recuerdo que salimos y me pediste un algodón de azúcar y yo te lo compre, aun sabiendo que tendría problemas con tu madre, por darte dulces antes del almuerzo.
- Lo recuerdo bien...- lo interrumpo con algo de nostalgia- ... recuerdo que nos sentamos en una banca, tu comías helado y yo mi algodón de azúcar color azul. Recuerdo haberme distraído unos segundos, y cuando quise comer más, no pude hacerlo porque se me había caído al suelo. Estaba muy enojada y triste – respondí.
- Yo me sentí igual...- responde- ... quería salir a correr a comprarte otro, pero no podía hacerlo. Si lo hubiera hecho, probablemente habrías adquirido un mal hábito. - sonríe ante su comentario de "padre permisivo".
- Ese día...- continua-... me sentí impotente, enojado, pero sobre triste de verte así... Si te vas a Noruega, me sentiré como ese día, enojado, triste y solitario, porque la luce della mia vita (la luz de mi vida), se va de mi lado... pero no más de lo que voy a sentir, si veo cómo te quedas... atada a esta casa, viendo como desperdicias la oportunidad de tu vida, siendo infeliz y viviendo una vida que no es tuya. – Finalmente, levanta su mirada hacia, y veo como sus lágrimas brotan de sus ojos.
-Te amo, pero tengo que dejarte ir...- dice.
Esto es una confirmación de que mi viaje a Noruega es un hecho. No me había detenido a pensar en cómo se sentiría mi familia si llegase a partir. Tal vez porque siempre he vivido en encerrada en los muros que yo misma construí. Los muros que evitaban, que otras personas llegaran a mí, incluida mi familia.
- La decisión que tomaste hoy...- continua – ... fue solo el inicio de las que te esperan. No ay decisión buena o mala, solo deber ser responsable con la que escojas y asumirla con valentía y sus consecuencias... y hoy tomaste una decisión responsable respecto a educación, estoy muy orgulloso de ti.
- ¿Tu no me quieres aquí? - pregunto. No he parado de pensar en esas palabras.
- ¿CÓMO PUEDES DECIR ESO? – Responde con asombro.
- Tu lo dijiste hoy... en el colegio. – digo intentando contener mis lágrimas.
- No tenerte bajo mi techo, será el dolor más grande en mi corazón, Extrañaría todo de ti, verte caminar descalza por toda la casa, tus dibujos en las servilletas del comedor, tus raras combinaciones de comida, verte en el estudio dibujando, cociendo y todas esas cosas que son únicamente tuyas... es lo que más voy a extrañar. Pero si tu futuro y felicidad es lejos de nosotros, de mí, lo soportare; y si quedarte allá es tu decisión final, las puertas de esta casa, TU CASA, siempre estarán abiertas, para cuando quieras volver.
Me dejo llevar mis sentimientos, y suelto un gemido al lanzarme a sus brazos a llorar. Me aparta, finalmente me mira, y ay esta... el padre dulce y amoroso que he conocido toda mi vida. Me besa en la frente y nos limpiamos las lágrimas mutuamente.
- Ve a Noruega, GANALES A TODOS, y muéstrale al mundo delo lo que eres capaz... Tienes permiso, pero de tu mamá te encargas tu... solo tu eres capaz de hacerlo.
***
Mi papá me consejo que empezara a hace todos los tramites para el viaje, pero no quiero apresurarme hasta que no tenga el permiso de mi mamá. Estoy decidida a hablar con ella hoy. Darle frente a todo esto de una vez por todas. Como es domingo no podrá excusarse con el trabajo de la pastelería. Me lleno de valentía y me dirijo hasta la sala donde está conversando con mi padre. Lucas también está allí-
- Mamá, quería saber si podemos hablar - Digo con voz temblorosa.
- Claro ¿sobre qué? Pregunta desinteresadamente.
- Sobre Noruega – respondo.
- Creí que el tema ya estaba cerrado hace tiempo, no pese que hubiera algo más que hablar. – dice con indiferencia. Me moleste que no me tome enserio.
- Para mi no. Quiero saber que tengo que hacer para que me dejes ir.
- Nada... no importa lo que hagas no vas a ir y punto. - Dice con ira en su tono. Intento contenerme para no pelear, pero es inevitable cuando hablas con alguien que no quiere escucharte.
- ¿POR QUÉ? - gruño.
- ¿POR QUÉ?... Por qué no planeo alimentar ese falso deseo que Sofia planto en ti. No voy permitir que sigas desperdiciando tu vida en esa estúpida idea de ser diseñadora de modas.
- ¿Porque te cuesta tanto verme?... ver mis capacidades, lo que hago y lo que puedo hacer... ¿Por qué no soy suficiente para ti? No importa lo que haga, nada es suficiente. - digo con voz temblorosa. Me duele su falta de confianza en mí.
- Claro que eres suficiente para mí. no vuelvas a decir eso...- responde indignada-... solo quiero que tomes decisiones inteligentes y responsables por tu vida, y esta de viajar a Noruega no es una de esas... quiero que sea feliz.
-Entonces ¿tú crees que mi felicidad es aquí... trabajando en la pastelería? – digo y puedo ver que he dado en el blanco. Su expresión ha cambiado. Se ha dado cuenta, que la idea que yo tenía sobre la pastelería ano era lo que ella creía, pero sobre todo se h dado cuenta que no soy feliz.
- No te ofendas, pero odio la pastelería. No solo odio trabajar allí... la odio en general. ¿Sabes por qué? Por qué esa pastelería se robó lo que más he amado en mi vida. Mi madre...- digo, dejando salir lo que no me dejaba respirar por muchos años-...me quito a mi mamá comprensiva, la que prefería escuchar antes de juzgar, la que reía a diario, la que disfrutaba de la vida... y me dejo una mamá dolida, con el corazón roto, decepcionada de la vida... sé que la vida real no son sueños y vivir en las nubes, pero prefiero mil veces eso que vivir infeliz.
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De Noruega, con amor.
Romance¿Sacrificarías tus sueños por las personas que amas? Alex, anhela ser la diseñadora de modas más reconocida del mundo, pero algunas "situaciones" de la vida, no le permitirán hacer realidad su sueño. Un concurso, dará vuelta a su fortuna y la llevar...