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Hablare ahora con él. Te llamo después

Te quiero xxx

Envió el mensaje mientras espero a que Ruby llegue. Camino por todo el pequeño salón del piso impaciente por lo que vendrá. En eso suena mi celular.

Ok... Se que estarás con Ruby, pero cuídate por favor y

no dudes en llamarme si llegas a tener problemas.

Te quiero mi ángel

Responde Ari a mi mensaje y yo sigo con mi impaciente caminata por el salón.

- ¿Puedes parar por favor? Es molesto... y ¿podemos irnos ya? No sé qué estamos esperando – Responde Juanes enojado por la espera.

- Unos minutos más por favor – respondo y el solo suspira. Cuando volteo la mirada al pasillo, Ruby viene corriendo.

- Lo siento Alex, estaba en pijama cuando me escribiste y me demore intentando verme presentable – responde casi sin aliento.

- No te apures amiga. Lamento mucho ponerte en medio de todo este drama. - respondo mientras llamo el ascensor.

- No ay problema. Se que Ari te lo pidió, y si él lo pidió es porque él se preocupa por ti, lo cual también hago yo, y si él se preocupa por ti es porque es importante...

-Ruby...- la interrumpo-... respira. – Le digo intentando calmarla y giro mi mirada a Juanes que mira por la ventana del hotel – Juanes – Lo llamo y el corre hasta el ascensor. Ya arriba, el ambiente se torna incomodo y yo solo pienso en presentar a Ruby.

- Juanes, ella es Ruby. Es mi nueva amiga aquí en Noruega. – Juanes la mira y le sonríe, para después darle la mano – Un placer conocerte... Juanes. – el me mira intentando entender la presencia de Ruby, y cuando finalmente lo entiende, su cara de desaprobación se hace evidente.

***

- Me sentare allí...- señala Ruby, a una pequeña banca cerca de una fuente - ... no te preocupes no iré a ningún lado – finaliza y yo asiento. Camino con Juanes hasta un pequeño laberinto formado por pinos que esta medianamente cerca de la fuente donde esta Ruby.

- No puedo creer que desconfíes de mi ...- dice Juanes enojado -... es ofensivo.

- Juanes ¿Qué haces aquí? – pregunto sin rodeos.

- ¿Enserio odias tanto que este aquí? Llevamos meses sin hablar, viajo hasta aquí por ti y desde que llegue no me has saludado ni una sola vez. ¿Podrías bajar la guardia, aunque sea unos minutos? No se por que te enojas tanto... debería ser yo el enojado – responde y ambos evitamos mirarnos.

- ¿Tu... enojado? – respondo indignada– no entiendo. Según tu ¿Por qué estarías enojado?

- Me mira incrédulo para responder – no puedo creer que aún sabiéndolo, te atrevas a preguntar... - ¿Por qué no me dijiste lo del viaje? – pregunta finalmente mirándome fijamente a los ojos, su postura es firme y desafiante.

- No creí que te importara... – respondo sin titubear y él se ríe de mi respuesta. Me comienzo a molestar con su actitud y continuo con frialdad y dureza - ... Bueno te fuiste sin decir nada, ni siquiera te despediste de mi; ni una llamada o un mensaje. Entonces porque te habría importado que supieras o no de mi viaje.

- Pero sabias lo del viaje, antes de que yo me fuera a New York, y aún así no me lo dijiste. ¿Sabes como me sentí cuando lo supe?... ¡como un imbécil! Todos sabían algo de ti menos yo, y mientras tanto tu estabas acá de compras y de vacaciones con ese... - se frena antes de acabar la oración. Suspira y levanta su brazo intentado calmarse. Con cada segundo que pasa esta conversación se sale cada vez más de control.

De Noruega, con amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora