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Todo salió mal. Como lo espere, la conversación con mi madre termino en pelea. Mi padre no dijo nada, solo se limitó a observarnos y a escucharnos pelear. La repuesta definitiva de mi madre fue un rotundo no. A partir de ese día me convertir en la "decepción" más grande de la familia. También Lucas tuvo un mes difícil, ya que no pudo seguir ocultándole a mis padres las razones por las que volvió a casa.

Es irónico como después de queremos matar por mucho tiempo, ahora contamos el uno con el otro. Estoy feliz por él, ya que logro inscribirse en la carrera de la publicidad con algo del dinero sobrante de los ahorros que le regalaron mis padres, desafortunadamente no logro inscribirse a tiempo para empezar en el primer semestre del año, tendrá que esperar hasta el segundo semestre para poder iniciar clases. Dijo no estar preocupado por dinero, ya que trajo consigo algunos ahorros de España. También su antigua jefe lo volvió a contratar para que trabajara a distancia.

Todo en él ha cambiado. Esta más relajado y sonríe más. Dijo que usaría estos seis meses para adaptarse de nuevo a la ciudad, a ayudar a mi mamá con la pastelería y en tratar de arreglar las cosas con mis padres. Como era de esperarse a ninguno le cayó bien la noticia.

Mi padre lo perdono cuando Lucas retomo la universidad, pero mi madre no le habla, está muy enojada. Creo que le duele ver como la idea de que tenia de Lucas se desmorono en cuestión de segundos.

Hace ya dos semanas que retomamos clases en el colegio, es mi último año y mis compañeros solo hablan de las cosas que quieren hacer en grupo, antes de que acabe el año, pero yo solo pienso en el concurso y en como ahora deseo el viaje a Noruega más que antes.

Estoy en la cafetería hablando con Ana, cuando recibo una llamada de mi padre,

- Hola, Alex como estas. – Dice con tono serio. Desde que supo lo del concurso ha estado muy distante conmigo, casi no me habla y evita a toda costa mirarme. – Hola papá, estoy bien y tú.

- ¿Tienes planes para hoy en la tarde? – pregunta.

- No señor – respondo.

- Estaba pensando en que almorzáramos hoy juntos, si no tienes mucho trabajo en el estudio y claro si quieres.

- Si quiero... - respondo inmediatamente -... ¿Dónde quieres que nos veamos?

- Te enviare la dirección. Es una buena oportunidad para que finalmente conozcas mi oficina. Te vere luego. – Me responde para después colgar sin dejarme despedir. Su actitud me lastima demasiado. Lo puedo soportar de mi madre, pero no de él.

***

La vista desde su oficina es perfecta, él tenía razón, me encanta. Cuando llegue, su secretaria me dijo que acababa de entrar a una reunión de último momento, pero que no tardaría, así que ahora lo espero en una pequeña sala de juntas que conecta con su oficina. Antes de venir pase por Crepes & Waffles y compre dos postres que están en una pequeña nevera escondida en uno de los muebles de su oficina.

Estoy en mi celular mirando en Instagram la lista de ganadores del concurso. Aun no puedo creer que mi nombre este ay, que lo haya logrado después de muchos días de trabajo y contratiempos. De repente mis pensamientos son interrumpidos por el ruido de una puerta que se abre de golpe, es mi padre que entra en compañía de otro señor. Yo me levanto de mi asiento inmediatamente.

- Te juro que esta estrategia va a funcionar y los clientes VIP la van adorar. – le dice el desconocido a mi padre mientras le entrega una carpeta.

- Bueno pues eso espero, porque la apuesta que estamos haciendo es grande, y si esto no funciona las perdidas serán inmensas. – le responde mi padre. Cuando nota mi presencia, se dirige a mí.

- ¿Llegaste? Lamento haberte hecho esperar... – Me dice, mientras se acerca y me da un beso en la frente...- ¿Cómo te fue?

- No te preocupes, no tuve que esperar mucho, llegue hace poco. – Le miento. La situación no amerita una broma.

- Miguel... te presento a mi hija menor, Alessandra... – Le dice a mi padre al ahora no tan desconocido - ... Hija, él es Miguel uno de mis asistentes.

- Un placer conocerte- digo mientras estiro mi mano derecha para saludarlo. El me responde el saludo - Igualmente señorita... Bueno entonces los dejo solos.

Dice mientras deja la oficina. Mi padre lo sigue, cerrando la puerta detrás de él. Camina hasta el teléfono y pide nuestra comida. Desde que su asistente se fue no ha dicho ni una palabra y estoy segura que se obligó a mirarme solo porque había alguien más aquí.

***

Fue uno de los almuerzos más incomodos que tuve con mi padre. Tuve que irme rápido por que surgió otra reunión de emergencia en su oficina y yo solo estorbaba. Estoy en mi estudio adelantando algo de trabajo, cuando golpean la puerta.

- Adelante – grito.

- Hola... dejaste esto en mi oficina... – Dice mi padre, entrando con los postres que había dejado en su oficina. Los había olvidado por completo -... tienes tiempo para que los comamos, mientras hablamos.

- Si – respondo, dejando rápidamente de lado lo que estoy haciendo y dirigiéndonos hasta la pequeña sala que esta el otro lado del estudio.

- Sabia que solo tú podrías darle más vida al estudio – dice mientras pone una cucharada de helado en su boca.

- Todavía queda mucho por hacer, pero con el tiempo lograre terminar las decoraciones que quiero- respondo. Nos quedamos en un silencio incomodo igual al del almuerzo. Me dispongo a romper el hielo cuando el habla primero.

- En las últimas semanas he intentado entender toda esta situación, y por más que lo intento no puedo... - dice y puedo sentir decepción en su forma de hablar -...No estoy enojado... tal vez algo decepcionado... creí que confiabas en mí. Lo suficiente como para contarme lo del concurso... ¿Por qué no me dijiste nada? – pregunta finalmente.

- No es que no confié en ti... no te dije nada, porque no estaba segura de sí lo lograría.

- Pero lo lograste- dice con una pequeña sonrisa en su rostro.

- Lo se... pero de nada sirvió.

- ¿Por qué dices eso?

- Porque mamá no me va a dejar ir. Sabes que se opone a todo esto. Y después de lo que paso con Sofia el otro día y Lucas...

El me mira y suspira. Veo como levanta la vista, mira a su alrededor para después volver su mirada a mí.

- ¿Me prometes que no van a ver más secretos entre nosotros?

Lo miro y sé que se siente traicionado... - Lo prometo – le respondo con mis ojos húmedos. El me mira y me abraza.

- ¿Enserio quieres ir? - me pregunta. Yo me alejo, lo miro y asiento con mi cabeza.

- ¿Estas segura? – vuelve a preguntar.

- Jamás había estado tan segura de algo. – Le respondo.

- Ok...- responde para finalmente levantarse del asiento, tomar la bandeja con la basura y salir -... no te molesto más, dejo que trabajes, tienes mucho por hacer. – dice mientras se dirige a la puerta. Tengo que decirle algo importante.

- Papá... - frena en seco y se gira hacia mi – Quiero que sepas que ya se todo lo ocurrido entre tu y Sofia.

Su cara se pone pálida al escucharme decir esas palabras. Su postura cambia y veo como los nervios se apoderan de él.

- Te digo esto porque...- continuo - ... te prometí que no habría más secretos entre tú y yo... pero también quiero que sepas que no te juzgo por lo ocurrido y no quiero que sigas sufriendo al respecto. Todos sabemos perfectamente el amor que le tienes a mamá... de eso no ay duda alguna, y creo que es hora de dejarlo ir y empezar de nuevo... juntos como la familia que somos ahora.

Me mira y veo en sus ojos húmedos, como un peso desaparece de sus hombros.

- Creo lo mismo... y es lo que he intentado hacer estos últimos años... reconstruir lo que rompí... la confianza. - contesta.

De Noruega, con amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora