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Nunca antes había visto algo como Snowhotel. Es como estar en una película, pero lo más sorprendente de todo es que está hecho de nieve y hielo real, incluso en verano. Los tallados en las parades, las habitaciones, las esculturas de hielo... todo era hermoso. Estaba decepcionada porque creí que me iría de Noruega sin conocer la nieve, debido al verano, pero gracias Ari pude conocer lo más cercano a una "navidad" con nieve.

Después de la visita a Snowhotel, fuimos a la granja de los huskys y sus cachorros, alimentamos a lo renos, y dimos una caminata con los perros por Sandnesdalen. Todo fue hermosos, incluida la cena, fue muy romántico y "especial" ... tal y como dijo Ari.

Después de hablar por horas y horas, el cansancio me estaba consumiendo de a poco.

- ¿Te divertiste hoy? – Pregunta Ari, mientras caminamos tomados de la mano rumbo a mi cabaña.

- Si, lo hice... gracias Ari, todo fue... como estar en un sueño. – respondo mientras contemplo el paisaje nocturno.

- Estoy para complacerte mi ángel...- dice en tono burlón, mientras me da un beso en el dorso de mi mano...- Yo lo disfrute más por que estabas aquí ...- continua mientras me besa suavemente-... pero mañana debemos volver.

- No... - Respondo y él se burla de mi reacción-... No volvamos.

- ah! ¿No quieres volver a Oslo? Entonces ¿Que propones que hagamos? – dice, siguiendo mi juego.

- Escapar... al bosque– respondo mientras le muestro un lugar aleatorio. Él se ríe y siento como me toma suavemente de la cintura para cercarme a él, y cuando me tiene a su alcance, acaricia mi rostro, me da un pequeño beso y se despide.

- Descansa mi ángel, te veré en la mañana para que desayunemos juntos. – Responde mientras se aleja, pero antes de que se vaya, me apresuro a tomarlo de su chaqueta.

- No te vayas...- digo rápidamente, detenido su partida. Decepcionada de que nuestro día y nuestras pequeñas vacaciones de dos días juntos se acabaran tan rápido-... no quiero que te vayas, quédate conmigo- termino de decir. Quiero pasar más tiempo con él, aquí, en Oslo, en el parque, en donde sea. No quiero que se vaya de mi lado. Él se gira, me sonríe, vuelve y entra de nuevo conmigo en la cabaña, tal como la noche anterior.

***

En el auto de Ari, reviso los mensajes de mi celular. Busco específicamente el de Ruby, ansiosa por saber mi posición en la tabla.

- ¿En qué puesto quedaste? – pregunta Ari curioso. Me decepciono al ver la foto que me ha enviado Ruby.

- 5 – respondo decepcionada. No me moví de mi posición. Quede en el mismo lugar de la semana pasada.

- Luces decepcionada – responde al ver mi reacción.

- Bueno si, un poco... Pudo ser peor – suspiro resignada- Solo debo esforzarme más... - Respondo- ... ¿y que harás esta semana? – pregunto intentando cambiar el tema.

- Nada especial, cariño. Creo que trabajare y espero no tener algún viaje de negocio por que por ahora no me apetece salir del viaje. – dice y yo me rio de su comentario.

Cuando llegamos a mi hotel, Ari me ayuda a bajar mis maletas del auto. Me es difícil ocultar el hecho de que no quiero que se vaya y él lo puede ver.

- Bueno, creo que eso es todo – dice mientras cierra la cajuela del auto. Quiero creer que se siente igual que yo, pero no lo sé no puedo descifrarlo.

- Entonces... ¿hasta el otro fin de semana? – respondo y su frustración con las reglas impuestas por mi organizadora de viaje es evidente.

- Seguro... - Me mira desde la distancia, pensativo, para finalmente caminar hacia mi y abrazarme fuertemente...- cada segundo que pase a tu lado en este viaje, fue increíble. Gracias por aceptar ir conmigo.

De Noruega, con amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora