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Estoy en clase de física y todavía queda una hora para que terminen las clases, la profesora está dando su explicación cuando la interrumpe la visita de la secretaria de la directora.

-Lamento interrumpir, pero necesitan a Alessandra Rossi en rectoría, ahora mismo – dice la secretaria mientras espera una respuesta de la profesora.

- Entiendo...- responde la profesora algo molesta. Se gira hacia mí y me dice – Puedes salir, no olvides ponerte al día con la clase.

- Si señora – respondo.

Me comienzan a invadir los nervios por todo mi cuerpo. Intento recordar los últimos días en la escuela, buscando alguna señal de "algo" que posiblemente haya hecho y que merezca una visita con la directora, pero no puedo, mis nervios no me dejan pensar.

Empaco mis cosas en mi bolso, cuando escucho un leve susurro, es Ana.

- ¿Ahora que hiciste?

La miro confundida y preocupada – No lo sé...- le susurro.

Cuando estoy lista, sigo a la secretaria que me espera en la puerta del salón. De camino a la dirección, sigo en mi intento de recordar, pero sigo sin poder hacerlo. Lo único que se me ocurre, es que todo esto sea debido a mi tienda. Tal vez sea eso. Probablemente estoy rompiendo alguna regla escolar y me van a llamar la atención. Solo espero que no llamen a mis padres, mi mamá está muy enojada conmigo y apenas ayer pude arreglar las cosas con mi papá. No quiero volver a complicar todo entre nosotros dos.

Cuando llegamos a la oficina, logro visualizar una figura familiar a través del cristal de la puerta... Mierda... es mi papá.

La secretaria golpea y me anuncia con la directora pera seguidamente dirigirse a mi – puedes pasar.

La miro nerviosa, intentando buscar valor, pero no puedo. Solo puedo pensar, en que si mi padre está aquí es porque el problema es más grave de lo que parece.

Saludo cuando entro – Buenas tardes, señora directora... Hola papá.

- Hola hija – Me responde, mientras se levanta para darme un beso en la frente.

- Hola Alessandra, ¿Cómo estás?, siéntate por favor – me dice la directora muy amablemente. No parece enojada o disgustada por algo. Yo le hago caso.

- Primero, quiero que sepas que no estás aquí porque hallas hecho algo malo... - siento como mi corazón se empieza a calmar de poco -... te mande a llamar, por que tu padre me ha contado, que te será imposible seguir en clases a partir de marzo, porque te vas del país.

Me quedo sin aliento al escucharla hablar. Mi corazón se empieza a acelerar de nuevo, pero no sé exactamente porque, si de felicidad o de miedo. Miedo de que esto sea un sueño y que en minutos valla despertar.

- El insiste en retirarte totalmente de la escuela, pero no me parece la decisión adecuada teniendo en cuenta que es tu último año... - Siento como un nudo en mi garganta se forma y mis ojos se empiezan a humedecer. Lo miro, pero él no me mira, se limita a escuchar a la directora atentamente-... Por eso decidí llamarte para tener tu opinión al respecto – dice finalmente logrando llamar mi atención.

- Como el viaje será de tres meses...- continua- ...propongo que sigas tus estudios con la escuela de manera virtual. De ese modo seguirás con tus clases sin perdida alguna. Cuando termine tu viaje podrás retomar las clases presenciales como si no te hubieras ido.

Estoy a punto de responder, cuando mi padre me interrumpe.

- Su propuesta me parece interesante y entiendo su preocupación, en referencia a sacar de la escuela a Alessandra en este punto... – dice con seriedad en su tono... me dijo Alessandra, el solo me llama así cuando está enojado conmigo. -... pero lo que quiero que entienda, es que este viaje no tiene fines turísticos ni mucho menos vacacionales, al contrario, este viaje es con fines "académicos". Debe estar concentrada al 100% en este viaje, y si toma su propuesta solo será una distracción. Ay una alta posibilidad de que no vuelva a Colombia y necesito que esa posibilidad se vuelva un hecho.

Mi corazón se rompe al escucharlo decir esas palabras. Él no me quiere aquí. El nudo se hace más grande y cada vez me está costando más respirar. La directora luce tensa, se gira hacia a mi para preguntarme.

- ¿Qué quieres hacer?

¡¿A QUE SE REFIERE CON ESO?! Esta mañana, ni siquiera sabía que mis padres habían accedido a que fuera a Noruega. Estoy intentando procesar todo, pero es confuso. El vieje, la escuela, las palabras que acaba de decir, lo que puede o no pasar en el viaje (algo que nunca antes había considerado) ... Miro a mi padre en busca de su guía para tomar la decisión correcta, pero el solo se aparta y mira un cuadro que ay en una de las paredes, dándome la espalda. La directora sigue esperando mi respuesta.

- Lo hare- respondo- Intentare llevar las clases del colegio en línea. No será fácil, pero lo quiero intentar.

Cuando me inscribí en el concurso, jamás pensé en que iba pasar con la escuela. Ahora que tengo que hacerle frente, me doy cuenta que no quiero dejarla de esta forma. Quiero graduarme con Ana y mis otros amigos, y si la escuela en línea me da esa oportunidad lo quiero intentar.

- Muy bien, entonces vamos a firmar los papeles. - Dice la directora, feliz de haber ganado la batalla contra mi padre. El, sin embargo, no tiene reacción alguna. Pensé que estaría enojado, pero sigue con su indiferencia que me está matando de poco.

- Este es el acuerdo y compromiso...- dice la directora-... si lo firmas, te comprometes a llevar 3 horas de clase en línea 2 veces a la semana, las cuales serán ajustadas a tu conveniencia. Deberás presentar un examen de conocimiento los días jueves. No tiene calificación, pero si es obligatorio, es para saber si has aprendido algo, si debemos reforzar o podemos continuar con normalidad. Deberás entregar tus trabajos semanalmente los días viernes sin falta, si llegas a presentar algún contratiempo, debes avisarle a tu profesor para que puedan quedare de acuerdo en cómo reponer la nota. Para que este "proceso" sea válido para tu año cuando vuelvas, deveras aprobarlo con un puntaje mínimo de 4.5/5.0...

- ¡4.5!... el de la escuela suele ser de 3.0 – la interrumpo preocupada.

- Lo sé... sé que es muy alto, pero es que necesitamos que te comprometas en serio con esto... sé que será difícil para ti, pero solo tu conoces tus propias capacidades... si no te sientes segura, lo mejor será que lo pienses de nuevo, porque si fallas puedes perder el año.

Comienzo a reconsiderar mi decisión. El compromiso es alto no solo con escuela sino también con el concurso. No importa la decisión que tome, todas me llevan dejar la escuela, ya sea por el método de mi padre o por el de la directora (si llego a fallar).

Suspiro, tomo el bolígrafo y respondo – donde debo firmar.

-Aquí – me señala en tres paquetes de hojas – y usted aquí señor Rossi- Le indica a mi padre.

Ni siquiera miro a mi padre, cuando terminamos de firmar, el ambiente está muy tenso y puedo sentir que no está feliz con mi decisión.

-Bien...- continua la directora-... a final de mes, te aremos llegar, el plan de estudio en físico y por correo, para que lo tengas presente durante tu viaje. Serán los mismos temas de trabajo de tus compañeros, solo los adaptaremos para que no te quedes atrás ya que ves menos clases que ellos. No siendo más, si quieres puedes irte con tu padre.

- Muchas gracias directora. - responde mi padre.

Nos despedimos y salimos de la oficina. Mientras caminamos hasta el estacionamiento, ninguno de los dos dice palabra alguna. La tensión sigue presente.

Cuando llegamos finalmente a casa, me bajo del auto y el solo se va sin despedirse. Mi corazón se rompe una vez más.

De Noruega, con amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora