De Noruega, con amor.

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Devuelta en mi habitación, me tumbo en mi cama y repaso cada segundo, cada minuto, cada sonrisa, cada mirada y cada palabra que tuve con Ari Christensen, y simplemente no me lo puedo sacar de la cabeza. Su perfume, sus ojos, incluso su molesta elocuencia, rondan y rondan por mi cabeza una y otra vez.

Sacudo mi cabeza, intentando apartar su imagen de mi cabeza y tratando de enfocarme de nuevo. No viene en busca de romance, vine a ganar el primer puesto. Además, después de lo Juanes... el romance es lo último en mi lista.

Me siento, tomo el sobre y lo abro. El primer documento que saco es la tabla de posiciones... 19... si bien no es el último, está muy lejos de la meta. Me siento algo decepcionada. Pensé que tendría una mejor posición, por lo menos en los primero 15, pero el 19...no puedo evitar sentirme decepcionada.

Busco en el sobre los diseños que selecciono la revista para mí. No sé qué esperar, o mejor, no estoy segura de cual diseño fue mejor. Yo los hice y para mi todos eran buenos, pero al parecer ese "19" dice lo contrario. Saco los diseños no me sorprendo con lo que veo.

El primero que veo es el estilo puro. Es más que obvio que es el malo. Nunca estuve convencida de él, intenté hacer algo decente, pero al parecer no fue suficiente. Miro el segundo diseño, y con ese si me sorprendo, es el #7. El diseño inspirado en el New Look de Christian Dior. Este diseño va a ser un reto total ya que lo modifique para que fuera perfecto para el concurso. Se supone que debo mejorarlo y entregarlo al acabar los tres meses que estaré en Noruega... ¿Que se supone que le haga a mi diseño, cuando agote todos mis conocimientos en el mismo diseño? Me siento frustrada al respecto. Esta muy claro que el avance de mi diseño depende únicamente de lo que yo aprenda aquí en Noruega. No puedo seguir perdiendo el tiempo, debo concertarme.

Tomo algunas cartulinas negras, las recorto en 18 pequeños recuadros y con un marcador blanco escribo los números del 1 al 18; en una cartulina más grande y con un marcador dorado, escribo el número 1. Con una cinta adhesiva, comienzo a pegar los números por toda la habitación. Finalmente, el número 1 lo pego en el muro frente al escritorio... Esa es mi meta, ser la número 1.

***

Estoy muy agotada, mis ojos se cierran automáticamente y me cuesta estar despierta. Anoche no pude dormir bien por culpa del jet lag, por lo tanto, me levanté a adelantar algunos trabajos de la escuela antes de mis clases de mañana. En la escuela me aconsejaron tomar las clases los martes y miércoles, pero si lo hacía, prácticamente, toda la semana estaría enfocada en mis estudios y no tendría tiempo para las clases de diseño. Así que, decidí tomar las clases de la escuela los miércoles y jueves, de ese modo tendría un día de más para enfocarme de lleno a los diseños.

Estoy con Ruby en el restaurante del hotel tomando el desayuno.

- Luces terrible. – comenta irónicamente Ruby.

- Lo se... ¿A ti no te ha afectado el jet lag? – pregunto curiosa. Anoche la llame pensando que estaría igual de activa que yo, pero me dijo que tenía mucho sueño y que se iría a dormir.

- mmm no... ¿a ti si?- responde sorprendida de mi pregunta. Que envidia le tengo. Desearía tener su capacidad de adaptación, es como si hubiera vivido en Noruega toda su vida. No solo es el jet lag, sabe a dónde ir, que autobuses tomar, los mejores restaurantes para comer, los hospitales más cercanos, los mejores centros comerciales, los números de teléfono de emergencias... Como es posible que sepa todas esas cosas, pero no sepa como hablar en ingles.

Suspiro y le sonriso antes su respuesta – sabes que... te voy a traer una cafe bien cargado.

- Te amare para toda la vida si lo haces... negro por favor, doble y sin azúcar.