Capítulo Especial: Juegos Retorcidos (3/6) Narrado por Lucas

2 0 0
                                    

Encontré una caja azul entre mis cosas. Cuando la abrí, tenía fotos de Alex y mías de cuando éramos niños, algunos juguetes y dibujos que Alex me regalo cuando era muy pequeña. No puedo evitar sentirme nostálgico... la voy a extraños demasiado.

***

¿Por qué tengo una hermana tan llorona? Apenas abrió la caja se puso a llorar. Le dije que se llevara algunas fotos, para cuando nos extrañé, y se puso a llorar. Cuando le fui a llevar la caja, Olivia salía de su habitación. Sus ojos también estaban inflamados; probablemente estaban llorando juntas... Hace mucho tiempo no veía a Olivia... pude ver que ya no es una niña... Todavía intento entender por que cuando la vi mi respiración se volvió más agitada y mi corazón acelero su marcha... Ella no me puede... Es la amiga de mi hermana, la vi crecer junto a Alex, se podría decir que es "casi mi hermana".

Alex alguna vez me dijo que Olivia se sentía atraída por mí. Cuando ella me lo dijo, no pude ver a Olivia como algo más debido a nuestras edades y mi relación con... Me pregunto si ella todavía... no puede ser posible, es decir, han sido varios años, probablemente ya me supero... pero, y si no lo ha hecho...

Entre las fotos encontré algunas con Juan Esteban, de cuando éramos niños y amigos... las tomo y las pongo junto a las cosas que van para la basura. Puedo perdonar lo que me hizo, pero no lo que le hizo a mi hermana. A todo esto... es extraño que el imbécil no la haya buscado en estos últimos días, parecía un chicle imposible de quitar de Alex y es curioso que no esté estorbando acá en casa... ¿Ahora qué habrá pasado entre esos dos?

***

Dos años antes...

- mmm... me encantan tus labios... pero me encantan más cuando están en mi...

- Yo también te amo...- Interrumpo el comentario sucio de Fer, mientras estamos sentados debajo de un árbol en la escuela.

- ¿Por qué te avergüenzas? – dice mientras, se burla de mi - ... no es la primera que cogemos... – dice mientras se baja de mi regazo. Yo solo agacho mi cabeza y me acomodo en mi puesto...-como sea... oye tu hermanita apunta muy alto ¿no crees?

- ¿A qué te refieres con eso? – le pregunto.

- Bueno... últimamente, esta con Juan Esteban todo el tiempo – Responde.

- Tal vez porque son novios – respondo con sarcasmo.

- ¿Qué?... – Reacciona y veo que algo de ira está presente en su comentario - ¿Desde cuándo? – Pregunta con rabia.

- Desde la fiesta de Marcos – respondo confundido.

- ¡¿QUÉ?! HACE DOS MESES... ¿Por qué no me dijiste nada? – me grita enojada.

- Porque, no creí que te importara. Siempre la estas criticando... ¿Por qué te debería importar con quien sale mi hermana?... si es que es "ella" quien te importa. – Le digo mientras intento buscar en su rostro una respuesta a una duda que me invade desde hace un tiempo. Veo como se pone nerviosa, pero ella solo toma su bolso y se va.

***

He llamado a Fer (Fernanda) todo el día, pero ella no contesta mis llamadas. Estoy en la cafetería de la escuela, cuando veo a una de sus amigas. Inmediatamente corro hacia ella.

-Hola, lamento molestarte, pero quería saber si sabes donde esta Fer. La llamo y no me contesta el celular.

- Hola Lucas. Dijo que iría al laboratorio. – Dice la chica. Le agradezco y corro hasta Laboratorio.

Cuando estoy llegando al laboratorio, noto que no ay nadie en los pasillos, Todos están en clase, pero puedo escuchar dos voces que salen del laboratorio, dos voces conocidas y reconocibles a pesar de mezclarse con el eco del salón... Son Fer y Juan Esteban.

Me asomo, por uno de los ventanales, teniendo cuidado de que no me vean. Ella está sentada en una de las mesas en un rincón del salón. Él está parado frente a ella. Pongo atención a lo que dicen.

- Así que te volviste novio de la santurrona-virgencita de Alessandra. – Dice Fernanda... es una perra.

­- Ey... ten cuidado, no la trates así. - Le responde Juan Esteban enojado.

- Oyé... solo bromeaba. Es que no pensé, que las vírgenes fueran tu tipo, pensé que te gustaban con más experiencia y cuerpos de supermodelos...- Dice Fernanda, mientras baja hasta el cierre de los pantalones de Juan Esteban y los intenta abrir. El la levanta de los brazos, para después alejarla.

- Esto se acabó, no quiero que te vuelvas a acercar mí. No quiero seguir haciéndole esto a Lucas y mucho menos quiero lastimar a Alex. – Dice Juan Esteban... ¿Desde hace cuánto me están viendo la cara de imbécil esos dos?

­­­- Awww... ¿Cuándo te volviste tan sentimental? ¡No me digas! Desde que sales con ella... jajaja me decepcionas Juan Esteban te creí más... hombre. Veo que no te comparas en nada con el hombre que me cogí anoche... – Siento como la ira se apodera de cada rincón de mi cuerpo y algo en mi pecho se empieza sentir pesado-... Pero en comparación, con el tieso de Lucas... tú me vuelves loca – dice para después lanzarse a él para besarlo.

Él se resiste, y mientras ella sigue intentando besarlo, comenta.

- Acéptalo... acepta que yo beso mejor que ella, que yo te vuelvo loco, que tú me necesitas, a mí y a mis caricias, que yo te puedo dar todo lo que ella no es capaz de darte, cuando tú quieras y como tú quieras. Tú me necesitas para saciar el instinto que está brotando de entre tus pantalones, y que grita por salir y estar dentro de mí.

Él la mira fijamente, para después rendirse ante sus palabras. Lo veo todo, veo como el calor se apodera de ambos. La forma en como ella lo besa y se apodera de cada centímetro de él... es algo que ella nunca había hecho conmigo... Solo fui un juego para ella, un juego muy retorcido. No solo se estaba cogiendo a mi mejor amigo, sino también al novio de mi hermana. Solo fui un accesorio que ella necesitaba para aparentar, y la verdad es que no me importa. La duda que me abrumaba, estos días ha sido resuelta. Ella me estaba engañando. Siempre lo supe. Siempre supe que una chica como ella nunca se fijaría de verdad en alguien como yo, que era prestada. Su engaño no me duele, pero el de él sí. Se supone que es mi amigo y solo me dio una puñalada en la espalda. A mí y a Alex.

Saco mi celular, y decido grabar todo el acto. Me acomodo para buscar el mejor ángulo y presiono grabar. Lo quiero todo en video. Si ese par de idiotas piensan que me pueden seguir viendo la cara de imbécil están equivocados. Vamos a ver quién ríe de ultimo.

Sigo grabando esta escena que es digna de un video porno, cuando logro visualizar al fondo una sombra reconocible y que intenta esconderse de la vista de esos dos... siento como los nervios, la rabia y sobre todo el dolor se apoderan de mí. Mi respiración se entre corta y puedo sentir como mis ojos se humedecen, es mi hermana... Alex, que ha escuchado todo y está presenciando todo.

Ella me ve, se asusta y sale a correr. Paro de grabar, para seguirla y cuando la logro alcanzar, siento su dolor en cada golpe que me da en el pecho con sus puños cerrados, en cada forcejeo, cuando gruñe, su dolor es visible... y todo es por mi culpa.

Decido usar un poco más de fuerza para dominarla, y cuando, lo logro, la tomo entre mis brazos fuertemente, para derrumbarnos en el suelo, y ella simplemente lo deja salir. Sus lágrimas, su llanto y su sufrimiento, son agujas que pican fuertemente en mi corazón.

Siempre supe que a Alex le gustaba Juan Esteban, y jamás la anime a que se confesara, porque sabía la clase de mierda que era él. Aun así, sabiendo de lo que es capaz Juan Esteban, de sus alcances, acepte que se acercara a ella.... Todo esto es mi culpa, por confiar en él, por creer en cada maldita palabra que salió de su puta boca, por creer que con Alex, todo seria diferente... por darle en bandeja de plata a mi hermana.

Se supone que debía cuidarla, y no lo hice, al contrario, estoy aquí intentando dar lo mejor de mí para que la tierra no se la lleve o peor el dolor, pero no sé qué hacer. Cada segundo que pasa es peor que el anterior y ella solo se deja consumir más y más.

No quiero que ella vuelva a pasar por eso, no quiero que él se vuelva a acercar a ella. Lo quiero lejos de ella, no importa lo que deba hacer. No permitiré que la vuelva a lastimar, y si eso implica, controlar cada segundo de su vida, lo hare. Sin importar el costo, así me odie, me juzgue, esto dispuesto a apostarlo todo por mi hermana, con tal de protegerla.

De Noruega, con amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora