De Noruega, con amor.

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Los tramites de mi identificación ya están hechos. Ahora debo esperar un mes para que me sea entregada. Finalizados mis tramites, Lucas me llevo hasta la pastelería. En el camino me conto que al negocio le estaba yendo bien. Los clientes y las ventas aumentaron, así como los eventos y el reconocimiento. También me dijo que empezaba sus clases de publicidad en la universidad en un mes y que esta emocionado por ello.

Cuando llegamos a la pastelería, una larga fila de clientes espera por entrar. Corremos y mi madre esta al limite de sus capacidades.

Lucas comienza a acomodar a los clientes mientras yo me ubico en la caja y empezó a tomar los pedidos.

- Bienvenidos a Monterlude's Factory. Soy Alex y hoy estaré tomando su orden – digo mientras mi madre me sonríe y se une al equipo de meseros.

***

De vuelta en casa a eso de las 10:00 de la noche, me dirijo a mi habitación con la esperanza de que el agotamiento y el fuerte dolor de cabeza me permitan dormir al menos una hora. Cuando entro a la habitación y enciendo la luz, lo primero que veo es la maleta de viaje color negro que me falta por desempacar, en un rincón de la habitación.

- Alex baja a comer. No te vayas a dormir con el estómago vacío – dice mi madre que se asoma a mi habitación. Dirige su mirada al punto donde yo tengo clavada la mía.

- Alex ¿Por qué no has terminado de desempacar? – pregunta frustrada mientras entra a la habitación y se dirige hasta la maleta. Me tumbo en mi cama, evadiendo su pregunta, entonces vuelve a insistir.

- No planearas dejarla ay... - responde casi ofendida y yo levanto un poco mi cabeza para responder.

- ¿Por qué no?... Se ve bien – respondo intentando convencerla, pero en vez de eso se enoja.

- NO VA A PASAR.... – me sermonea-... desempaca esa maleta y guárdala. No quiero volverla a ver estorbando en tu habitación.

- ¿Por qué debo hacerlo?... no me incomoda tenerla ay...- le miento.

- Pero a mi si me incomoda... No esta a discusión. Quiero que desempaques lo que sea que tengas ahí y guardes la maleta. Si no lo haces, lo hare yo... – me ordena y lo único que puedo hacer es suspirar de la frustración-... y baja a comer. Algo me dice que no has comido en todo el día- comenta para después salir de la habitación.

Es cierto; Adivinó. En todo el día lo único he llegado a mi estómago es agua y 4 tazas de café. Esto no puede continuar así. Cada día es peor que el anterior. Mi cabeza esta empezando a doler casi a diario y todo el tiempo tengo frio. De alguna forma tengo que hacerle llegar alimento a mi cuerpo, no estoy dispuesta a seguir tolerando esta situación. Algo tengo que hacer y eso incluye forzarme a comer.

***

Después de mi larga y forzada cena, vuelvo a mi habitación y la maleta está ay... tentándome y fastidiándome. Decidida a deshacerme de esa molesta maleta, subo hasta mi estudio y encuentro una caja forrada en tela color gris, la tomo y vuelvo a mi habitación.

Pongo la caja en mi cama, para después ir a buscar la maleta. La arrastro de nuevo hasta la cama y con las pocas fuerzas que me quedan del día, la levanto y la boto sobre la cama.

Desocupar esa maleta, significa el inicio de un nuevo capítulo en mi vida. Un nuevo capitulo en donde Ari no esta y en donde todo lo ocurrido entre él y yo serán solo recuerdos. Totalmente decidida, busco la cremallera y abro la maleta...

Un dulce aroma con toques amaderados sale de la maleta... es su perfume. Cuando su aroma llega a mí, mi corazón se empieza a acelerar mientras "el sentimiento extraño" vuelve a aparecer.