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- Se suponía que llegabas en dos semanas ¿Por qué volviste antes?... – me interroga Lucas y su pregunta me toma por sorpresa. No quiero mentirle a mi familia, pero no me siento lista para decirles que renuncie al concurso faltando una semana para acabar... y mucho menos quiero hablar de Ari. Intento pensar rápido en una respuesta.

- Entregue mi último diseño antes de tiempo y como los extrañaba demasiado, decidí volver lo más pronto posible – le miento y por la cara de Lucas, se que no me creyó. Cuando está a punto de decir algo, soy salvada por una llamada en su celular. Busca en su bolsillo y contesta la llamada.

- ¡MAMÁ!... Hola...- dice Lucas, mientras me mira nervioso. Lo miro y le hago señas con mis brazos y mis labios para que no le diga nada sobre mi llegada-... Lo siento mamá me distraje. En unos minutos estaré de vuelta en la pastelería...- finaliza su llamada.

- Lo siento... quiero que sea una sorpresa- digo y él se ríe con complicidad.

- Y vaya sorpresa que se va a llevar. Desde que te fuiste, no deja que nadie se acerque a tu habitación, ni siquiera papá. Solo ella podía entrar, limpiaba, salía y ponía seguro en la puerta. Fue una suerte que encontraras tu habitación sin seguro – responde burlonamente y yo me rio de la "sobreprotección" de mi madre.

- Bueno... entonces te veré en la noche. Bienvenida a casa...- dice mientras vuelve a abrazarme-... acomódate y come algo, estas muy delgada, te vas a enfermar – comenta mientras sale de mi habitación.

De nuevo sola, abro la maleta encima de mi cama y es un desastre. Todo esta revuelto; las cosas de mi escuela junto con las cosas de diseño. Suspiro frustrada y empiezo a sacar todo de uno en uno, intentando mantener el orden, pero me rindo ante la montaña de cosas.

En señal de rendición, voy hasta la cocina en búsqueda de algo para comer, pero nada me apetece. De hecho, nada me apetece desde el día de la fogata. Miro la cafetera y me emociono al ver café preparado. Sirvo un poco y vuelvo a mi habitación.

Me rindo con esa maleta y sigo con otra que tengo frente a mí. La abro y mi corazón se empieza encoger apenas la abro y veo el cuadro que me regalo Joel con la foto en la que salgo con Ari. Mi respiración se comienza a agitar con cada segundo que miro su rostro, su sonrisa, sus ojos... escaneo rápidamente el contenido de la maleta y está llena de los regalos que Ari compro para mi familia, los regalos que me hizo en los últimos meses y más.

Me levanto del suelo decidida, y empujo la maleta aun rincón de la habitación. Como si ese acto, desapareciera el contenido de la maleta y meses de recuerdos juntos.

***

La noche finalmente llego y la catástrofe del jet lag, está empezando a aparecer. Llevo un par de días sin dormir bien y tenia fe de que el agotador viaje me tumbara en la noche, pero eso no ocurre.

Abrumada por el cansancio físico y mental, busco un pijama limpio y me pongo más cómoda. Apenas acabe de desempacar una maleta y aún me quedan 5. Ante mi aparente falta de sueño, decido abrir otra maleta. En este vienen los regalos de Joel y Ruby y algunos regalos para mi familia y Via.

Arrastro hasta mi uno de los contenedores que uso en mi tienda y empiezo a arrojar los reglaos de mi familia...

- LUCAS... ¡CUANTAS VECES MÁS TENGO QUE REPETIRLO! ¡NO ENTRES A LA HABITACIÓN DE ALEX! DESORGANIZARAS TO...

Dice mi madre que se ha quedado paralizada cuando ha entrado a mi habitación. Sus gritos me espantaron hasta el punto que retrocedí a un rincón de la habitación. Y entonces...

- CREO QUE ALGUIEN SE ACABA DE METER EN PROBLEMAS...- se burla mi padre de Lucas. Cuando entra la habitación su sonrisa bromista desaparece de inmediato.

De Noruega, con amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora