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Anoche, Via y yo hicimos una pijamada de despedida. Comimos pizza y helado, hablamos, reímos, lloramos y vimos películas hasta que caímos rendidas, pero me fue imposible dormir. Me levanté en la madrugada, y para no despertar a Via me fui a la sala con mi celular. Estaba viendo algunos videos en YouTube, cuando escuche bajar a Lucas, se sienta a mi lado y comenzamos a hablar.

- ¿No puedes dormir? – me preguntó.

- No... creo que estoy nerviosa por el viaje – le respondí.

- ¿Qué te preocupa? - volvió a preguntar.

- No lo lograrlo – respondí con preocupación,

El me mira y pone una de sus manos en mis rodillas, intentando darme consuelo con su silencio. Finalmente comenta.

- Entiendo, pero nada sacas con preocuparte... me refiero a que no saques conclusiones en este momento. No sabes lo que va a pasar en Noruega, y si te preocupas solo te abrumaras- finalizó.

Entendí sus palabras y le di una media sonrisa, pero solo podía pensar en ello, una y otra vez.

- Espérame 5 minutos por favor... - dice Lucas, mientras subía las escaleras rumbo a su habitación. Minutos después volvió con su billetera en las manos, la abrió y sacó una tarjeta color negro. Me la ofreció.

-Toma – me dijo mientras estiraba su mano para pasarme la tarjeta. Yo la recibí.

- ¿Qué es? – pregunté confundida.

- Has tenido que cubrir muchos gastos para él viaje y debes llevar dinero en caso de emergencia- dice mientras me miraba fijamente.

Al recibir la tarjeta, entendí que me estaba dando sus ahorros, los que trajo de Barcelona.

- No los puedo aceptar... - respondo nerviosa - ... son tuyos, es el dinero de tu universidad...

-Lo se... los obtuve de mi trabajo en España y así como conseguí esos, conseguiré otros... antes lo hiciste por mí, esta vez me toca a mí... No puedo estar tranquilo, sabiendo que estas en Noruega pasando alguna necesidad... Te voy extrañar hermana. – Culmina.

- Y yo a ti hermano. – Digo, para después abrazarlo, finalizando nuestra conversación

***

Llegamos al aeropuerto a eso del medio día, dos horas antes de mi vuelo. Ya hice todo los tramites y ahora solo esperó a que salga mi viaje a las 2:55 de la tarde. Via está con nosotros, tal y como lo prometió. En todo el camino nadie dijo nada, la tensión estaba presente en el auto. Me duele no haberme despedido de Sofia. Ella sabia que el vuelo era hoy, pero no me sentía cómoda, yendo a buscarla después de todo lo que paso y de las cosas que acerca de ella y mi padre.

Minutos después anuncian mi vuelo, es momento de abordar. Miro a Via y automáticamente empieza a llorar.

- No te ofendas, pero espero que no vuelvas – dice en tono burlón.

- También te voy a extrañar- le digo mientras la abrazo fuertemente, intentando contener mis lagrimas

Sigo mi ciclo de despedida. Dirijo mi mirada a Lucas.

- Envíame un troll noruego... - me dice. Saca sus manos de los bolsillos del pantalón y me abraza fuertemente -... Suerte, aunque no la necesitas, cuídate del frío y si necesitas algo, lo que sea, incluso ayuda con tus deberes de la escuela, no dudes ni un segundo en llamarme. ¿OK?... te quiero.

Asiento ante sus palabras... – también te quiero – respondo. Por último, sigue la despedida más dura, la que intente prepara cientos de vece en mi cabeza, y al final no pude. Inicialmente miro a mi madre, empieza a llorar, no nos decimos nada y solo nos limitamos a abrazarnos fuertemente. Intento guardar en mi cabeza cada segundo de este momento, su perfume, sus abrazos y su amor incondicional.

- Te amo- me dice.

- Y yo a ti – le respondo.

Por último, me dirijo a él, al hombre que me ha apoyado incondicionalmente, evita mirarme y yo no sé cómo manejar esta situación.

- Papá, ya es hora de irme- digo en busca de su última mirada.

-Mucha suerte y cuídate mucho – responde mientras me da pequeñas palmadas en mi hombro.

Respiro profundo tratando de procesar su indiferencia que me duele en los más profundo de mi corazón. Tomo mi morral y me dirijo a tomar mi vuelo, cuando siento que alguien me jala del brazo fuertemente y me abraza.

- No tienes idea de cuánto te voy a extrañar... te amo demasiado mi pequeña y no te olvides del tonto de tu padre ¿Entendido? – me dice mientras llora.

- Entendido- le respondo dejando salir finalmente mis lágrimas.

-Ya... vete, antes de que se vallan sin ti – dice dejándome ir.

Cuando ya he cruzado, giro una última vez para verlos.

- ¡DEMUESTRALES QUIEN ES LA MEJOR DE TODOS! ¡GANALES A TODOS!

Me grita Lucas desde la distancia. Sigo mi camino y no puedo evitar pensar, si soy la única participante de mi país, me hubiera gustado saber si ay alguien más, de ese modo no me sentiría tan sola. Cuando ya he abordado me ubico en mi asiento, no tengo nadie a mí lado, por lo que dejo mi bolsa a mi alcance... Los voy extrañar demasiado, pero mi "camino" acaba de iniciar.

De Noruega, con amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora