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Alex... ¿Dónde estás?

¿Estas bien?

Leo el mensaje de Ruby en mi celular y es evidente que está preocupada por mí. El campamento no es muy grande así que es imposible perderse en él. Tomo una foto de mi paradero con mi celular y se la envió:

Si te soy sincera no se donde estoy, pero estoy bien.

Solo estoy descansando un poco.

No te preocupes, ay mucho personal del campamento cerca.

Les preguntare como volver.

Camine el resto de la tarde intentando calmar mis sentimientos y aclarar mi cabeza. Finalmente caí rendida en el muelle. Me acomode para disfrutar del bello paisaje y de un tiempo conmigo misma. En eso escucho un par de pasos en el entablado del muelle, que se aceran lentamente.

- Está empezando a oscurecer y a helar... volvamos por algo más abrigado – escucho decir a un Ari nervioso. Por lo visto Ruby le ha mostrado mi mensaje. Me giro para verle la cara, pero el evita mirarme. Se quita la chaqueta y la pone en mis hombros. Finalmente se sienta a mi lado en silencio.

- Las cosas que dije antes... - comienza a hablar y yo lo interrumpo.

- Esas "cosas" ... me lastimaron...- digo y de nuevo siento como mis ojos se humedecen-... Ari se que todos piensan que soy muy "joven e inocente" para entender "ciertas cosas", y me molesta que me subestimen por ello... pero se lo que quisiste decir... básicamente insinuaste que yo era una perr...

- No lo digas...- me interrumpe... No ay excusa para las cosas que te dije... pero desde que salimos de Tromsø, ese imbécil no te ha quitado la vista de encima. Incluso cuando nos bajamos del autobús, no le importo que yo estuviera contigo para comerte con la mirada... y si, no te lo voy a negar. Toda esa escena con Idina fue solo para provocarlo. Necesitaba una excusa para romperle la cara, pero el imbécil se contuvo y al final de todo el que termino perdiendo fui yo, porque discutimos... me desquité contigo, te dije muchas estupideces hirientes y te hice llorar – responde frustrado y enojado.

Sus ataques de ira incontrolables es algo nuevo que conozco en él. En un principio pensé que era por Juan Esteban, pero con el pasar de los días puede llegar a notar que la solución de Ari a la mayoría de los problemas, son los golpes, la hostilidad o desquitarse con lo que tenga cerca. Incluso con Juan Esteban... su primera reacción es ocasionar una pelea, incluso si él no lo provoca.

- El no me importa, ya te lo he dicho antes, porque no confías en mi – respondo sin mirarlo.

- Confió en ti... pero no en él- responde y por fin siento sus ojos puestos en mí.

- Pero con lo que dijiste hoy, solo me confirmas lo contario- respondo decepcionada.

- Esas palabras son basura...- dice y su tono es de preocupación-... estaba enojado y hable sin pensar... ¿Enserio crees que te quiero en la cama con él? ¿CON ESE IMBECIL?... Alex, ni siquiera tolero que él esté en la misma habitación en la que estas tú... no imaginas lo que le haría a ese hijo de puta si estuviera en la misma cama que tu...- dice y de nuevo su odio y su hostilidad aparecen.

Lo miro con preocupación y un brillo espeluznante aparece en sus ojos. Entonces me apresuro a comentar - Pero eso no va a pasar. Ni ahora ni nunca... Lo irónico de todo es que le lo entiende, pero tú no – y entonces baja la mirada, frustrado.

Tomo su rostro en mis manos, le beso y preocupada comento – Te amo... pero tienes que controlar tus impulsos, tus celos y tu ira, porque te están empezando a consumir y de paso a nosotros.

De Noruega, con amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora