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Ya casi es hora de salir de la escuela, miro por la ventana del salón de clases, este nublado y parece que va a llover. La clase de cálculo se me está haciendo eterna, sobre todo porque no he recibido noticias del concurso y de Juanes. Ninguno de los dos ha hecho actualizaciones en sus redes sociales y Juanes no contesto mi mensaje. La espera me está matando.

-Para el desarrollo de la actividad, se pueden hacer en parejas. Deben entregarlo antes de que termine la clase- Dice la profesora de cálculo, mientras reparte las guías de trabajo. Inmediatamente todos mis compañeros de clase buscan un compañero. Giro mi cabeza a la derecha y Ana viene hacia mí con una de las guías en una de sus manos y su pupitre en la otra.

- ¿Qué tal tu fin de semana? - me pregunta mientras se acomoda a mi lado.

-Amm... bien... creo... bueno... no hice nada diferente a lo normal. Trabaje en la pastelería y en mis diseños. - Le respondo. Ana es una de mis amigas del colegio, confió en ella, pero no me siento segura de contarle sobre el concurso. Siento que, si muchas personas saben al respecto, la expectativa será mayor y la presión será peor. No quiero decepcionarlos si no lo logro.

- Vi los nuevos diseños en tu perfil de Instagram, ¡los quiero todos! - me dice emocionada mientras saca su celular para buscarlos – Por favor, dime que por ser tu amiga voy a tener alguna clase de "beneficio"- me dice con suplica en su mirada.

- Bueno puedo...

- Ana María Valencia Anaya y Alessandra Rossi Torres, no quiero quitarles los celulares, están en clase no en un centro comercial- Interrumpe la profesora.

- Perdón profe, ya lo guardo- responde Ana, mientras guarda su celular en su chaqueta de cuero color caqui.

Ambas nos reímos de la situación. Nos agachamos más, con el objetivo de salir de rango visual de la profesora. – qué te parece 10% de descuento en el total de tu compra- le respondo.

- Hecho- responde Ana emocionada y feliz – Hoy en la tarde te envió un mensaje con la lista de cosas que quiero. Me dice.

Le sonrió al ver su emoción. Ana es buena amiga y buena persona. Somos amigas desde sexto de bachillerato y junto con Vía fue una de las primeras en apoyarme cuando decidí empezar a crear mis diseños. Abro mi cuaderno y tomo la guía para empezar a desarrollarla. ¡NO ENTIENDO NADA! Miro Ana desesperada, esperando que ella si haya puesto atención a la clase y que sepa que ay que hacer. Ana entiende mi mirada y mi desesperación, ante eso me sonríe.

- Jajaja, no te preocupes yo te explico.

- Gracias, gracias, gracias, eres la mejor... ¿ya lo sabias? - le digo en tono de broma.

- jajaja... si como digas

Me explica y me cuesta un poco entender, pero Ana se toma su tiempo para que yo entienda todo el tema. Cuando ha terminado de explicarme, nos dividimos el trabajo, son 10 puntos a desarrollar yo voy a hacer los 5 primeros y ellas los 5 últimos. Me ha dejado los más fáciles, por eso es la mejor. Ya he empezado, cuando suena mi celular, me ha entrado un mensaje. Lo saco del bolsillo de mi buso, teniendo cuidado de que no me vea la profesora. Estoy nerviosa y expectante de que sean noticias sobre el concurso. No, es Junes.

HEY! ¿Estas muy ocupada?

¿Es en serio? No le importo mi mensaje, prácticamente lo ignoro. ¿Cómo puede ser así? – Estoy en clase- le respondo. Me molesta que Juanes sea así. No le importan los sentimientos de nadie, solo le importa el mismo.

¿Estás enojada?

¡OBVIO QUE ESTOY ENOJADA! ¿Qué cree que soy? ¿Un objeto que no piensa y siente? – No, estoy ocupada... ¿Necesitas algo? - le respondo, fingiendo estar calmada.

AUCH... tu frialdad me golpeo justo

en el centro de mi corazón

Me responde y noto el sarcasmo en su mensaje. Me molesta y no estoy dispuesta a seguirle el juego, no estoy de humor para eso. Bloqueo mi celular y lo dejo encima de la mesa, a mi alcance por si... el vuelve a escribir.

No me ignores por favor...

Leo el mensaje y se que ya no esta bromeando. – Enserio estoy ocupada, si no es importante no me hagas perder el tiempo- le respondo. No es que el mundo valla a acabar sino hago este trabajo de cálculo, pero mis notas están muy bajas y quiero mejorarlas, y no quiero hablar con él; no tengo una buena excusa para no hablarle, simplemente estoy enojada y no le quiero hablar.

Ok... Entonces iré al punto...

mi mamá quiere hablar contigo

¿Sofia quiere hablar conmigo? ¿por qué? ¿y por qué no me llamo personalmente? Juanes debe saber algo, pero mi furia no me deja preguntarle. Tengo mucha curiosidad, pero prefiero aguantar las ganas de saber, que tener que renunciar a mi orgullo y preguntarle.­ -OK... al rato la llamo- le respondo.

No, quiere verte...

personalmente, hoy mismo.

Si Sofia, quiere verme personalmente debe ser importante. Pero si es "tan importante" para no querer hablarlo por celular, ¿por qué no me aviso ella misma? Tiene mi número y llama cuando quiere y a la hora que quiere, ¿Por qué le tuvo que pedir a Juanes que me llamara? – Ok. Cuando salga del colegio, voy a mi casa a almorzar y después iré a la oficina – le respondo.

¿Por qué no vas después de la escuela?

Se que Juanes estará en la oficina a esa hora. Salgo del colegio a eso de las 12:00pm, si me voy en taxi inmediatamente después del colegio, estaré llegando a eso de la 1:30pm, y Juanes termina de trabajar a eso de las 3:00pm. El recorrido del colegio, a mi casa, almorzar, cambiarme de ropa e ir a la oficina, es suficiente tiempo como para que el salga de trabajar y no tenga que verlo. – tengo que ir a mi casa primero a cambiarme y a comer algo- le respondo con algo de culpa. En parte le estoy mintiendo, pero no lo quiero ver, además es cierto que tengo que cambiarme y almorzar. La ropa que llevo puesta no es la adecuada para la oficina.

Perderás mucho tiempo en ese recorrido.

Ya lo se... pero no tengo otra opción...

Por favor no te demores al salir del colegio,

te llevo esperando desde hace 20 min y

sabes que me molesta esperar.

... ¡¿QUÉ?... Me asomo por la ventana del salón, y ay esta. A medio recargar, en el capó de su Hyundai Tucson NX4 color negro, con las piernas cruzadas y concentrado en su celular (imagino que esperando mi respuesta) esperándome a la entrada del colegio.

-Mierda.

De Noruega, con amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora