De Noruega, con amor.

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Me he quedado en blanco frente a su respuesta. Joel no es mi novio. No puedo evitar sentir satisfacción por su reacción; creer que sientes celos de Joel, alimenta mis esperanzas. Quiero aclara todo el malentendido, pero al mismo tiempo quiero jugarle una pequeña broma; por lo del otro día en el café en relación con lo del "control", su broma sobre su supuesta novia y sus insinuaciones sobre sus compañías femeninas en el restaurante francés.

Lo alcanzo y finjo que nada ha pasado. – Entonces... - comento expectante.

- ¿Qué? – responde cortante y puedo notar que su ira en ves de disminuir, aumenta cada vez más.

- Hablabas de tu familia. Me estabas diciendo que eres hijo único. – Respondo y el se para en seco, me mira con desaprobación, suspira y se rinde.

- Mis padres se divorciaron cuando yo tenia 11 años. Mi papá se fue a vivir a Londres y mi mamá se volvió a casar con un abogado litigante.

La incomodidad se hace cada vez más evidente en él, así que decido no seguir profundizando en ello. Tomo distancia el, dándole espacio para que se tranquilice un poco.

***

- Llegamos... – dice Ari mientras contemplo el hermoso paisaje - ... Llegamos en el momento justo ya que se está ocultando el sol.

Escucho el sonido de la cámara de su celular y me giro para darme que está tomando fotos.

- Rápido antes de que el sol se valla y se pierda el paisaje. Comenta mientras saca muchas fotos de mi con el hermoso panorama.

- Ari ¿Dónde estamos? – Logro preguntar sin dejar de observar las casas, las plantas, las fuentes...

- Damstredet y Telthusbakken ... - responde -... son dos calles conocidas por sus casas tradicionales de madera, de finales de los siglos XVII y XVIII y sus jardines; eso junto con la iglesia medieval de Gamle Aker, son uno de los atractivos turísticos más comunes. Sabía que lo ibas amar.

***

Caída la noche todo luce más hermoso gracias a las luces de las casas. Hemos entrado a comer a un restaurante que ay en el callejón de Damstredet. Estamos sentados en unas bancas tomando unas bebidas que compro Ari en una tienda de conveniencia. El ambiente ah estado raro desde que Joel llamo.

- Creo que es hora de irnos ...– responde Ari mientras mira al suelo – ... no quiero que tengas problemas con tu novio. – finaliza sin cambiar la expresión seria de su cara. Me doy cuenta que tal vez mi "broma" ya fue demasiado lejos. Me lleno de valentía para decirle la verdad.

- Si te refieres a Joel... él no es mi novio... - respondo evitando mirarlo por la vergüenza que me da el haberle mentido las últimas horas. Noto como su postura corporal cambia, volviéndose más relajada y de la nada un suspiro frustrado escapa de él. Creo que esta más enojado. – De hecho, en este momento esta con mi amiga Ruby en una clase de "cita" de última hora.

- Me dijiste que era tu novio – responde mientras se levanta de la silla frustrado evitando mirarme, y me doy cuenta que mi "broma" se está saliendo de control.

- Nunca lo dije... – intento hacerme responsable de mis actos y finalmente lo miro esperando que el haga lo mismo. Me levanto del asiento intentando obtener la misma valentía que tenía, cuando decidí hacerle creer que Joel era mi novio. – ...y tu no preguntaste.

- ¿Entonces es mi culpa? – Pregunta enojado.

- ¡No, es mía y lo siento!... debí aclararlo todo. – respondo esperando que me mire... es lo único que quiero y deseo en este momento.

Se gira rápidamente y cuando me doy cuento esta frente a mí. Sostiene mi rostro con sus dos manos. Seguido, sin dejar de mirarme, acomoda de nuevo mi cabello detrás de mi oreja y con la otra mano acaricia una de mis mejillas. Pega su frente contra la mía; su mirada grita fuego.

- Como te hago entender que cada parte de mi te desea; mi cuerpo, mi corazón, mi mente, mis manos y mis labios... te quiero para mi y solo para mí.

Me estremezco al escuchar sus palabras y me doy cuenta que una buena parte de mí también lo desea, pero no quiero vivir de nuevo todo lo que pase con Juanes. El miedo, el dolor y la vergüenza siguen estando presentes, aun después de 2 años. Los recuerdos se apoderan de mi cabeza y mi corazón haciéndome volver a la realidad.

Siento como un nudo en mi garganta empieza a aparecer y mis ojos se humedecen. Sin saber como manejar la situación, me suelto de sus manos, evito mirarlo – lo siento, no puedo. – Respondo mientras me alejo caminando.

***

El auto sigue estacionado en Damstredet y Telthusbakken. Yo evito mirarlo y Ari esta en una llamada de su trabajo. Cuando finalmente cuelga, un silencio tensional se apodera del interior del auto.

- Alex... ¿Puedo saber por qué? – Pregunta. En su tono de voz puedo ver la derrota y el dolor -Quiero entender por qué no puedes, cuando es más que obvio que ambos nos deseamos. Debe haber una explicación, por que de lo contrario me e imposible entenderlo.

Siento sus ojos grises mirarme y no tengo el coraje de verle. Tiene razón, el me gusta, me encanta y quiero estar con el de todas las formas posibles. Aun cuando la idea de separarnos en tres meses está presente; en algún punto de nuestras pocas citas vi que todo era posible con él. Pero la lo recuerdos dolorosos de mi relación pasada con Juanes siguen más presentes de lo que esperaba.

Mi atracción hacia el es obvia, por más de que lo intente negar, incluso en los últimos días y no existe en este momento, excusa alguna que niegue el deseo que tengo por el en este momento.

Ari no tiene la culpa de que Juanes halla destruido mi confianza, mi corazón... y las decisiones que tome para proteger lo poco que queda de mí. Creo que merece saber la verdad. Suspiro profundamente, intentando prepararme para lo que le voy a contar.

-Te dije que Joel no era m novio, por lo tanto, no tienes razón alguna para pensar en ello... - Comienzo a hablar y siento como me mira y me escucha atentamente - ... Pero hace un tiempo hubo alguien...No sé si quieras escucharlo, es una historia muy larga y fue hace dos años – respondo nerviosa.

- Tengo toda la noche...- responde -... y quiero saber la verdad y por que yo estoy pagando las consecuencias de tu rechazo.

***

Me gustaría decir que llegue antes del toque de queda, pero estaría diciendo mentiras. Me tomo toda la noche contarle a Ari sobre mi relación con Juanes. Al final, el solo prendió el auto y no dijo nada. De camino al hotel paramos en un Starbucks, compramos dos cafés y seguimos nuestro camino.

Cuando finalmente llegamos (a eso de las 7:15 de la mañana) nos quedamos unos segundos en el auto sin decirnos nada.

- Gracias por traerme y por la cita de ayer- respondo. Me quito el cinturón de seguridad para bajarme del auto, pero su mano me detiene.

- Alex... Yo no soy el. Yo nunca te lastimaría de esa forma, ni ahora ni nunca. Dame la oportunidad de demostrarte que te puedo querer, cuidar y respetar más que él. Te lo dije antes, cada parte de mi te desea, en todas las formas posibles y espero que eso sea más fuerte que todos los recuerdos dolorosos de los que hablaste anoche. No te prometo una relación perfecta, ni regalarte las estrellas cada noche, al contrario, te prometo que discutiremos, nos enojaremos e incluso nos celaremos y estoy dispuesto a vivir todo eso solo contigo, porque esas son las relaciones reales y verdaderas, cometer errores, aprender y crecer juntos, y enserio estoy dispuesto a pasar todo eso, solo contigo... Por otro lado, si puedo prometer darte mi corazón, mi alma, mi lealtad y mi honestidad, pero ante todo el respeto que te pertenece, no por ser tu sin por tu valor. Pero para que eso suceda tienes que volver a confiar, en ti, en mí y en nosotros... si llega a haber un "nosotros" ... Por favor prométeme que lo pensaras.

No se que hacer, mi cabeza esta confundida por la decisión que ya tomo mi corazón. Darle una oportunidad a Ari significaría abrir de nuevo mi corazón, pero seria vulnerable a eso que me tanto me aterra, el dolor.

¿Realmente vale la pena volverme a arriesgar?... Lo arriesgue todo para llegar a Noruega y aquí estoy, pero esto es diferente. Miro sus ojos llenos de desesperación por una respuesta.

- Prometo que lo pensare. – Respondo mientras tomo la mano con la que me sujeta y le doy un beso en el dorso.