47

7 2 1
                                    


Entiendo la reacción de Violette, se siente amenazada por alguien que estuvo en los últimos puestos y de la nada escalo la tabla más rápido que otros. Hace unos solo era un adorno más de "su" viajé y ahora me volví en su objetivo militar. Su reacción me demuestra que me está observando; tal vez espera mi próximo movimiento, incluso pregunto por Ari. Tal vez su curiosidad por él, pueda ser verdadera, pero pudo preguntarme por él antes, es decir, lo conozco hace un mes, porque ahora quiere saber de él.

Tal vez estoy siendo dramática, pero prefiero ser prevenida, que lamentarlo después, después de todo vine a ganar y para poder hacerlo necesito ese primer puesto que ella tiene, y me prometí dar todo de mi para obtenerlo.

Respecto a Ari, una corazonada que me dice que debo advertirle sobre Violette, pero no quiero que piense que desconfió de él o algo por estilo. Todavía tengo un par de horas para pensar en ello, antes de verme con rumbo al "lugar especial".

Estoy afuera

-Ari

Dice el mensaje de Ari, haciéndome saber que ha llegado a COUTURE Magazine. Cuando finalmente las clases acaban, tomo la maleta de viaje que traje conmigo desde el hotel, me dirijo a la puerta del aula para salir, pero soy interceptado por Idina.

- Alex, espera por favor... - Responde y me devuelvo a hablar con ella.

Cuando me libero de Idina, salgo del edificio y siento como mi cara se pone roja de la frustración ante el cuadro que ven mis ojos.

Intento calmarme, pero siento como una combinación de celos mezclados con frustración se apoderan de cada centímetro de mi cuerpo al ver a Violette lo suficientemente de Ari como para besarlo. Ruby y Joel miran la escena sorprendidos y cuando me ven puedo ver su preocupación.

Violette toma una de las solapas de la chaqueta de Ari para atraerlo hacia ella y tenerlo más a su alcance. En ese momento Ari gira su vista hacia a mí y alcanzo a reconocer incomodidad en sus ojos. Cuando me ve, se libera de las garras... quise decir, el agarre de Violette y corre hacia a mí y sin siquiera saludarme, me besa desenfrenadamente frente a todos los del viaje. Cuando finalmente acaba, me mira fijamente y dice:

- Hola mi Ángel ¿Qué tal tu día?

- Iba bien, pero ahora que te veo se ha vuelto perfecto – respondo sumergida en su mirada, a la cual ya me estoy empezando a acostumbrar.

- ¿Estas lista? ¿Trajiste todo, incluido ropa para el frio? – Pregunta.

- Si y sí. Solo debo arreglar unas cosas con Ruby y podremos irnos.

- Bien, entonces mientras haces eso subiré las maletas al auto.

Toma mi maleta, me da un último beso y se dirige hasta el baúl del auto. Por mi parte tomo camino hasta donde están mis amigos y es imposible no darse cuenta que todos me miran, especialmente Violette, que no a dejado de analizarme ni un segundo.

- ¿Me sigue mirando? – le pregunto a Ruby cuando finalmente nos encontramos.

- Si, lo hace. Ten cuidado, tal vez te envenene o hipnotice con su mirada para quedarse con tu novio – responde y yo me rio ante su ocurrencia. Le entrego el sobre con mis borradores, para que me ayude a entregarlos mañana y por último le digo.

- Muchas gracias Ruby por ayudarme con esto. ¿Él no te dijo a donde iremos?

- No te preocupes los entregare a tiempo y si me dijo a dónde irán, pero no te lo diré – responde y puedo ver la satisfacción en tu rostro.

- No me hagas esto Ruby, eres mi amiga, por favor dime – le suplico.

- Y tú la mía, pero le prometí a Ari que no te diría y cumplo mis promesas. Solo divierte y disfruta del viaje. Le doy un fuerte abrazo a Ruby y a Joel y me despido de ellos. Cuando me giro Ari me está esperando con la puerta del auto abierta, me subo y cuando estamos listos para arrancar pregunto:

- ¿A dónde vamos ahora?

El me mira y con una sonrisa pícara en su rostro responde – al aeropuerto.

***

El aeropuerto es un caos. Recuerdo que cuando llegue a Oslo no había tanta gente, pero ahora es casi imposible caminar debido al gentío. Todo el camino intente sacarle información a Ari sobre nuestro destino, pero fue imposible.

Cuando empezamos hacer los últimos trámites para abordar es cuando finalmente se nuestro destino.

- ¿Kirkenes? ¿Allí es a donde iremos? – pregunto curioso

- Si – responde mientras busca su cartera en su bolsa.

- ¿Y no podíamos ir en auto? – pregunto aún más curiosa.

Me mira sorprendido y con un tono de sarcasmo responde – No me mal entiendas, adoro pasar tiempo contigo mi ángel, pero no estaba dispuesto a pasar 24 horas conduciendo un auto, para cruzar al otro lado de Noruega – responde mientras me da un beso en la frente.

Cuando abordamos el avión y ya estamos cómodos en nuestros asientos, busco la tarjeta de crédito que me dio Lucas. Entro a la plataforma del banco y busco la opción de transferencias internacionales, cuando finalmente estoy lista llamo la atención de Ari.

- Ari, podrías darme el número de tu cuenta bancaria. Quiero pagar mi boleto. – Respondo mientras le ofrezco mi celular para que lo anote. En cambio, la desaprobación a mi comentario se hace evidente en su rostro.

- ¿Es broma verdad? – pregunta con algo de incredulidad.

- No... - respondo dudosa y expectante de su reacción- creo que los más justo y lógico es que yo...

- No...- me interrumpe-... No me vas a pagar nada. Yo te invite y lo "más justo y lógico" es que yo pague.

- Pero Ari, es mucho dinero. – respondo preocupada.

- ¿Enserio? ¿Ese es tu concepto de mucho dinero? - responde confundido por mi comentario.

- Son casi 350 dólares y eso, convertido en la moneda de mi país...- hago cálculos rápidos en mi mente -... si, es mucho dinero. - Se ríe de mi reacción y responde.

- No te preocupes por eso. No te dije que vinieras conmigo para que pagaras por el viaje. Te invite porque quiero pasar el fin de semana contigo. Solos tú y yo. Sin preocuparnos por el trabajo, las clases o el horario de llegada... -me dice con ternura-... además gano aproximadamente, 12 veces más del valor de ese boleto, así que el dinero no es problema.

Lo miro atónita ante su comentario financiero y su bolsillo aparentemente grande. Cruza uno de sus por mis hombros, me empuja hacia su pecho y acomoda mi cabeza en uno de sus hombros. Finalmente dice sarcásticamente:

- Duerme mi bello ángel, serán 2 horas de vuelo.

De Noruega, con amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora