De Noruega, con amor.

23

Es un sueño... no... es la verdad. Todo es verdad, es la realidad... mi realidad. Una realidad que vi más lejos que cerca. Pienso en todo lo vivido en el último mes y medio, el estrés, la frustración, los bloqueos creativos... Todo, para llegar a este momento. Sigo sumida en mis pensamientos, dándole más vueltas a asunto. Preguntándome si ay la más mínima posibilidad de que se hallan equivocado en el destinatario o de que exista un error en la carta. Vuelvo a revisar y ay esta, mi nombre en el sobre sin ningún tipo de error y en la carta la prueba de que gané uno de los cupos a Noruega.

Por primera vez mis ojos se llenan de lágrimas, pero no de tristeza y de dolor, sino de felicidad. De repente un grito me trae al presente. Estoy en el taller con mi mamá y Lucas, ella enojada y el confuso al no entender nada de la que pasa. Cuando logro aterrizar de mí sueño., me doy cuenta que mis problemas se acaban de complicar más de lo que esperaba.

- ¡ALESSANDRA! CONTESTAME, ESTOY ESPERANDO UNA RESPUESTA. – Dice mi mamá enojada. Lucas se limita solo a esperar y escuchar, está muy sorprendido por la reacción de mi mamá. Lo cierto es que nunca en nuestras vidas habíamos visto a mi mamá tan enojada como hoy.

Tengo que decir que estoy muy asustada de hablar del concurso. Se cuales van a ser sus palabras y n van a ser "te felicito" o "bien hecho" o "que orgullosa estoy de ti". Como sea, en algún momento estoy iba a pasar, y es ahora. Me lleno de valor (que no tengo) para contestar.

- Bueno... hace un par de meses,M&A Entertainment Management & COUTURE Magazine, crearon un concurso para nuevos diseñadores de moda... principiantes, y yo pensé...

-¿¡M&A ENTERTAINMENT!?¡AH! ENTONCES TODO ESTE CIRCO ES CULPA DE SOFIA...- Dice mi mamá más enojada que antes. Me quita la carta de las manos y sale dispara el estudio. Lucas y yo corremos detrás de ella intentando calmarla, pero es imposible. Cuando logra llegar al comedor, arremete a gritos contra mi tía.

- El hecho de que hallas fracasados como madre con tu hijo, no significa que tienes derecho a meterte con los míos. - Le grita a Sofia, quien no entiende nada de lo que está pasando. Se levanta del comedor confundida, al igual que mi papá, quién está muy sorprendido ante la reacción de mi madre.

- ¿DISCULPA?... No sé de qué estás hablando, pero no te voy a permitir qué me hables así y mucho menos de mi hijo. - Dice mi tía, quien, por obvias razones, se está empezando a enojar.

- ¿No sabes de lo que hablo?... de esto es lo que hablo. – le dice mi madre mientras le muestra la carta. Mi tía la toma, la lee y en su rostro se hace presente una sonrisa. Levanta la mirada, se gira hacia a mí para decirme: - ¿Lo lograste?

- Si – respondo con los ojos humedecidos y con emoción. Ella se ríe en complicidad conmigo y consciente de nuestro secreto.

- Creo que tienes que calmarte Lucy, no es tan grave como parece, estás haciendo una tormenta en un vaso de agua. – Continua Sofia mientras me devuelve la carta.

- ¿¡NO ES TAN GRAVE!? ¡Ha! Si quieres echar a perder el futuro de tu hijo es tu problema, pero no voy permitir que te metas con el futuro de mis hijos, en especial con el de Alessandra.

- De que hablas mujer, solo es un concurso. Deberías estar feliz porque lo logro. ¿A caso tienes idea de lo difícil que es lograr uno de esos cupos? Tu hija lo logro ¿Por qué no lo puedes ver? – le regaña Sofia.

- Lo único que has hecho todo este tiempo, es alimentar y promoverle a Alessandra esa estupidez del "diseño de modas" al igual que Alonzo. Pero eso se a cabo. No voy a permitir que siga perdiendo el tiempo en esas estupideces, cuando debería estar enfocadas en cosas más importantes.

- ¿Más importantes? Como que... ¿la pastelería? ¿TU pastelería? ¿Alguna vez te has preguntado si eso es lo que ella realmente quiere? No. estoy segura de que no lo has hecho. Eres tan egoísta que no puedes permitir que Alex piense en otra cosa que no sea la pastelería... no puedes permitir que los demás sean felices cuando tú no lo eres y eso incluye a tus hijos.

- Tu no sabes nada sobre mis hijos. No te atrevas a hablar de cosas que no sabes y muchos menos de mis hijos. Son mis hijos y no voy a permitir que insinúes que no lo conozco.

Esto se esta saliendo de control. Mi mamá y Sofia nunca habían peleado. Son amigas desde  la infancia y esta pelea es ridículamente increíble. Todos estamos paralizados ante la discusión. Veo que Lucas toma la iniciativa para intentar clamar lo ánimos, pero...

- ¡No los conoces!... - Continua Sofia - ... si los conocieras, sabrías perfectamente sus sueños y sus metas y los apoyarías incondicionalmente, si los conocieras sabrías que Alex odia la pastelería o las razones por las que Lucas volvió de España. – Golpe bajo. Ni siquiera yo sé por qué Lucas volvió de España. Esto quiere decir que Sofia sabe todo acerca de Lucas.

Veo como la mano de mi madre se levanta para finalmente impactar en el rostro de Sofia. Todos no quedamos en Shock.

- Quiero que te alejes de mis hijos... en especial de Alessandra y Alonzo. Una vez intentaste arruinar mi matrimonio. No voy a permitir que ahora arruines a mi familia en especial a mis hijos- Finaliza mi madre con su voz casi rota y lo ojos humedecidos.

Sofia la mira mientras cubre la mejilla donde fue golpeada. También tiene los ojos húmedos. Recuera la compostura, toma su bolso, mira a mi mamá para finalmente decir.

- Tal vez creas que le arruine la vida mi hijo porque lo deje seguir sus sueños, pero por lo menos no es infeliz y no me oculta secretos. – Le dice con resentimiento.

Por primera vez Lucas y yo coincidimos en algo. Ambos nos miramos preocupados y avergonzados ante la cruda verdad.

Cuando Sofia se dispone a salir de la casa, se detiene junto a mí.

- Lamento todo lo que tuviste que escuchar hoy... tienes que saber, que siempre estaré para ti sin importar lo ocurrido hoy. Las puertas de la empresa y de mi casa, estarán siempre abiertas para ti... te quiero mucho y felicidades por ese merecido premio, no dejes que NADA ni NADIE te lo quite.

Me dice mientras me abraza y sale de la casa. Todos no quedamos en silencio. No puedo creer lo que acaba de pasar. Es increíble pensar que este es final de su amistad de toda la vida. Estoy temblando al no saber qué va a pasar ahora. De la nada sienta algo cálido en mi mano derecha, es la mano de Lucas que me agarra firmemente. Da un paso adelante, poniéndose en medio de mi madre y yo... como un escudo, sin soltar mi mano.

- Lucas... Alex...- dice mi padre – podrían ir a sus habitaciones por favor.

- No, tenemos que hablar. – dice mi madre sin mirar a nadie. Tiene la mirada perdida.

- Este no es el momento. – Dice Lucas algo temeroso.

- Tu no decides eso- responde mi mamá.

- Papá... si no te molesta, Alex y yo comeremos afuera.

- Me parece una buena idea. Tomen el carro y tengan cuidado.

Lucas me dirige hacia la puerta, manteniéndose siempre atrás mío, protegiéndome de cualquier reacción de mi madre.

Cundo salimos de casa, me freno en seco frente al garaje, lo miro y me suelto a llorar, Siento como el corre abrazarme fuertemente... No entiendo que está pasando.