Después de una larga conversación con Joel, un buen sermón de su parte y un par de lágrimas, se quedó con nosotras en la habitación de Ruby. Dijo que era como una fiesta de despedida, y quería que pasáramos, esta última noche los tres juntos como amigos, aun así, anoche no pude pegar el ojo en toda la noche. Di muchas vueltas en la cama y para no despertar a Ruby, terminé levantándome de la cama.
Sali de la habitación y me senté un rato en uno de los sofás de la sala de nuestro piso, que da a una panorámica de Noruega. Miro mi celular y tengo dos mensajes de confirmación de dos empresas de transporte que contrate; Una me recogerá en el hotel a las 8:00 de la mañana para llevarme al aeropuerto, y la otra me recogerá en el aeropuerto de Bogotá para llevarme a casa.
Vuelvo a concentrar mi mirada en el paisaje nocturno de Oslo y una repentina nostalgia comienza a inundar mi cabeza y mi corazón. Ni en mis sueños más locos creí que vendría a Noruega. Las cosas que viví aquí... se que nos las volveré a vivir en ninguna otra parte. Mis ojos se empiezan a humedecer y suspiro fuertemente conteniendo mis lagrimas... Gracias Noruega te voy a extrañar.
***
Lista con mi bolsa, me giro y le doy un ultimo vistazo a mi habitación antes de cerrar la puerta. Joel me ha ayudado a bajar las maletas más temprano, así que ya nos espera en el lobby. Mientras esperamos el ascensor, recibo uno de sus mensajes:
Ya ha llegado el auto. Empezare a subir las maletas.
Cuando llega el ascensor, nos subimos con Ruby para después bajarnos en el lobby. Estoy más tranquila cuando noto que ninguno de mis compañeros de viaje está a la vista, no quiero tener que dar explicaciones. Es domingo y todos descansan.
Afuera, Joel ya ha terminado de subir mis maletas. Nos subimos a la van y emprendemos rumbo al aeropuerto.
***
En la sala de espera, a pocos minutos de abordar, abro mi morral y saco las llaves de mi habitación, la tarjeta de servicios del hotel y una sobre para dárselos a Ruby.
Ella los recibe y pregunta confundida por el sobre - ¿Qué es esto?
-Es mi renuncia formal del concurso... - Ruby se estremece al escucharme-.... Ayer busqué a Idina por todo el hotel, pero no la encontré. Quería pedirte el favor de que entregarás el sobre por mi, junto con las llaves y la tarjeta. Me levante temprano para hacerlo por mi cuenta, pero no sé dónde se pudo haber metido – respondo y Ruby recibe resignada mis cosas y la carta.
Busco en mi bolsillo una pequeño papel doblado por la mitad y se lo doy - No dudes en visitarme, cuando quieras. Mi casa es tu casa. Solo debes decirme con anterioridad para poder recibirte como se debe - le aclaro con algo de nostalgia en mi tono de voz. Ella recibe el papel y lo abre, revelando la dirección de mi casa y algunas indicaciones para llegar.
Entonces, busca en su bolsillo y de el saca un pequeño papel color rosa. Se ríe de nuestra coincidencia y me lo da - Mi casa es tu casa Alex... No olvides que en México tienes a una hermana. Visítame cuando quieras, estaré encantada de recibirte - En eso hacen el llamado para abordar mi vuelo.
- Entonces... es el momento de partir- dice Joel nostálgico y yo solo puedo asentir.
El silencio nostálgico es interrumpido por un abrazo grupal, orquestado por Joel y Ruby. El abrazo de ambos es fuerte y sincero.
- Por favor llámanos cuando llegues al aeropuerto, sin importar la hora que sea acá o allá... y si no contestamos, déjanos un mensaje... - me encarga Ruby con preocupación.
- También, no olvides avisar cuando llegues a casa – añade Joel y yo asiento antes los pedidos de mis amigos.
- Nos vemos luego...- respondo mientras me voy y lo escucho gritar.
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De Noruega, con amor.
Romance¿Sacrificarías tus sueños por las personas que amas? Alex, anhela ser la diseñadora de modas más reconocida del mundo, pero algunas "situaciones" de la vida, no le permitirán hacer realidad su sueño. Un concurso, dará vuelta a su fortuna y la llevar...