Hace ya una semana que llegue a New York desde Colombia. Estoy en mi cama, en mi apartamento en Tribeca, con una chica que conocí anoche en el club. Voy a la cocina con mi celular en la mano esperando tener un mensaje de Alex, pero me decepciono al notar que no es así. Prendo la cafetera y cuando el café está listo, sirvo una tasa mientras reviso las noticias. Escucho los pasos de unos tacones acercarse.
- Que tal una ducha juntos. - Dice la chica, mientras pone sus manos sobre mi pecho, besándolo y subiendo lentamente por mi cuello, logrando llegar a mi boca.
- No gracias... No olvides tu bolsa cuando salgas. – Le respondo sin apartar mi mirada de mi celular, mientras aparto mi rostro de su alcance.
- ¿Disculpa? – me responde indignada.
- ¿Qué esperabas? desayuno y café en la mañana, juntos en la cama como dos eternos enamorados... No me digas que siquiera pensaste que te llamaría después de hoy. Lo siento nena, no soy de esos.
- Eres un cretino, ¿lo sabías?
- Si lo sabía cariño, no eres la primera que me lo dice. De hecho, ayer me dijeron lo mismo... y antes de ayer y el día anterior... en la tarde y en la noche. – La chica me mira con rabia e indignación. Tiene el maquillaje totalmente arruinado y huele a alcohol y sexo. No puedo evitar sentir algo de lastima por su estado tan lamentable. Mi Alex no haría eso. Ni siquiera pensaría en aparecer en un club nocturno. Se quedaría en casa viendo películas mientras come palomitas de maíz.... Daría todo por tener esos momentos con ella. Preferiría pasar cada segundo de mi vida, junto a ella, contemplándola, solo disfrutando de ella y de su presencia, que estar cogiéndome a desconocidas que conozco en los clubes o bares a lo que voy diario desde que llegue.
- ¿Quién? esa tal Alex. Anoche no parabas de mencionar su nombre.
- Cállate.
- Alex mmmm siii, te amo, siii, argg...
- Fuera. Largo de aquí. – Le digo con rabia, mientras le agarro un brazo y la guio fuera del apartamento.
- ¿Tan mala fue en la cama? jajaja te apuesto a que yo hago mejor el amor que ella... - me dice. No soporto más una palabra de su maldita boca.
- ¿El amor? No me digas que interpusiste tus sentimientos en esto. Fue solo sexo y YA. Solo quería cogerte y nada más. Lo que pase después, es tu imaginación. Además, tú nunca estarás a la altura de ella. Ella tiene clase y elegancia, tú eres una más en la lista de chicas que me cojo cuando estoy aburrido. En conclusión, una perra.
Le cierro la puerta en la cara antes de que pueda reaccionar o siquiera contestarme. No tolerare que mencione su nombre y mucho menos de la boca una sucia perra como ella. Solo lo mancharía. Sigo mirando mi celular, como si hacerlo apresurara su llamada o la llegada de uno de sus mensajes. Irme sin despedirme de ella fue difícil, pero lo más difícil fue recordar todo el daño que le hice. En nuestra última discusión en la empresa me lo sacó a relucir repetidas veces.
Huir solo la beneficiaria a ella, porque yo sería el hombre más feliz con solo verla. Pero me dejo claro que sigue dolida y que mi presencia solo la lastima más. No quiero eso. No quiero lastimarla. Quiero que todo vuelva a ser como antes. Pero es imposible. No puedo borrar con un dedo lo que hice con dos manos.
***
Dos años antes...
Estoy esperando a Alex frente a su casa para ir a la fiesta de Mauro, me envió un mensaje que decía que saldría en 10 minutos. Mientras espero, alguien se sube al auto es Lucas.
- ¿Cuáles son intenciones con mi hermana? – Me pregunta y puedo ver preocupación en su rostro. Es entendible después de lo que vio la última vez que estuve aquí. Quiero hacer las cosas bien con Alex, me encanta y quiero intentar algo serio con ella, ella no se merece que la joda con mi mierda de vida. Creo que sincerarme con Lucas, es un buen primer paso.
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De Noruega, con amor.
Romance¿Sacrificarías tus sueños por las personas que amas? Alex, anhela ser la diseñadora de modas más reconocida del mundo, pero algunas "situaciones" de la vida, no le permitirán hacer realidad su sueño. Un concurso, dará vuelta a su fortuna y la llevar...