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Es diciembre y el viaje a Noruega es en Marzo. Tengo 3 meses para preparar todo lo que necesito para el viaje; eso es la menor de mis preocupaciones. Debo presentar en el aeropuerto dos cartas; una de mi madre y otra de padre, donde cada uno me autoriza salir del país sin ellos. Eso es lo que me preocupa.

Después de la salida con Lucas y nuestra conversación las cosas cambiaron. Supo de mi marca de ropa y de las cosas que hacía en el taller, en ocasiones me ayuda a empacar o en las mañanas me ayuda a llevar los paquetes a la empresa de mensajería. Seguimos peleando, pero ahora me da mi espacio y se toma el tiempo de escucharme y entenderme.

No se que paso con mis padres después de que nos fuimos al centro comercial. Pero en los últimos días han estado actuando como si nada estuviera pasando.

Estoy en la sala poniendo los adornos navideños alguien baja las escaleras es Lucas.

-¿Necesitas ayuda?

- No, pero si quieres ayudar no tengo problema.

Me ayuda a poner las luces, ya que por mi estatura no alcanzo a ponerlas en lo más alto. Mientras sacos los adornos del árbol de las cajas, me pregunta:

- ¿Ya has hablado con mis padres sobre tu viaje?

Suspiro profundamente y respondo – No, no lo he hecho.

- ¿Y cuándo planeas hacerlo?

-No lo se. Probablemente cuando dejen de actuar raro.

- Sabes que eso puede tomar mucho tiempo.

-Lo sé, pero quiero que lo piensen con la cabeza fría y clara y no con todo el drama de la otra noche.

-OK, si es lo que quieres. – Responde y noto que se enoja con mi decisión. El viejo Lucas me hubiera dicho: "no pienses en ello" o "seguro que mamá no te dejara ir", pero el Lucas de ahora me da mi espacio y tiempo para tomar mis propias decisiones. Me gusta más este Lucas que el otro. Quiero aprovechar este momento para obtener un par de respuestas que no puede obtener en nuestra salida del otro día.

- Lucas, puedo preguntarte algo.

- Ok – me responde mientras sigue con las luces del árbol.

- ¿Por qué volviste?

Hace una pausa para pensar en su respuesta, unos segundos después continuos y me responde.

- Alex... el día de nuestra pelea por teléfono, estaba muy enojado. Pero no contigo, sino con mi mamá. Después de todo lo que me dijiste, respecto a la pastelería y el dinero... ella nunca me dijo nada. Me dijo que papá había perdido su trabajo y que la situación económica de la familia estaba mal, pero nunca me dijo de la cantidad de problemas que había acá. Eso me enojo.

Siempre creí que Lucas lo sabía todo y que simplemente no le importada lo que pasaba en casa. Ahora veo que la mayor parte del tiempo estuvo engañado.

- Días después de tu llamada... - continua – ...tome la decisión de volver a casa. No me parecía justo que mi familia tuviera que enfrentar esta situación sin mí. Poco después de que volví, busque a Sofia para que me pusiera al tanto del asunto, pero cuando se lo mencione, no sabía de lo que hablaba y tuve que cambiarle el tema de conversación con la segunda razón por la que volví.

-¿Ok, y cuál es?

- Recuerdas que te dije que no me gustaba estudiar medicina.

- Si, lo recuerdo.

- Bueno, deje la carrera de medicina.

- ¡¿QUE TU QUE?! – No puedo creer lo que mis oídos acaban de escuchar. – Si sabes que mamá te va a matar, y después de que lo haga, te enviara rumbo de vuelta a la universidad en Barcelona en pedacitos.

Se ríe de mi comentario, termina de poner las luces y se sienta en el sofá con un adorno de muñeco de nieve en sus manos.

- Lo sé. Pero no era feliz. Nunca quise ser médico, ni siquiera quería ir a Barcelona, solo lo hice por qué le hacía mucha ilusión que fuera. Pero no podía seguir con esa mentira.

Puedo entender lo que siente. Nunca escuche a mis padres que le preguntaran acerca de sus sueños o la clase de persona que quería ser. El solo agacho la cabeza y acepto lo que mi madre le ofrecía.

- ¿Y qué quieres hacer? - le pregunto mientras me siento a su lado. El me mira y veo que brota algo de vergüenza en su rostro.

-Para que quieres saber, solo te burlarías de mí. – me responde en tono burlón y con su cara totalmente roja.

-Bueno si me llegara a burlar de ti, quedaríamos a pases... por todas las cosas horribles que me dijiste acerca de mi sueño de ser diseñadora de modas... - le respondo y noto como una pequeña sonrisa avergonzada brota de su rostro -... Pero te prometo que no lo hare.

Lo piensa unos segundos, para finalmente responder... - Publicidad. Siempre quise estudiar esa carrera – Cuando lo dice veo en sus ojos un brillo que no había visto nunca y entiendo que eso es lo que en realidad quiere.

- Ok, entonces hazlo. – Le respondo. Me mira y la sonrisa que tenía antes es reemplazada por miedo.

- ¿Crees que mamá lo apruebe?

-No... - le respondo -...No lo hará. Pero si sigues pensando en las decisiones, sobre tu vida, que harán feliz o no a mamá jamás serás feliz. A veces ay que tomar riesgos, y si no los tomas, nunca sabrás si serán las decisiones correctas o no... Y si te llegas a equivocar aquí estaré yo para ayudarte a levantar y que lo vuelvas a intentar.

Entiendo por lo que pasa Lucas. Siempre ha sido el hijo "perfecto". El que siempre escucha y hace case sin renegar. El de las buenas decisiones, el que nunca se equivoca... entiendo que ahora tenga miedo. Pero me parece valiente su decisión de dejar la carrera de medicina aun sabiendo las consecuencias.

Me sonríe y me acaricia el cabello - ¿Cuándo creciste?... Gracias por cuidar de nuestros padres, en esos momentos tan duros. Era mi responsabilidad y tú la sumiste sin dudar... Y gracias por tu ayuda, pero por ahora debes enfocarte en tu viaje y en hablar con mis padres.

-Lucas... lo siento... – Logro decir. En los últimos días el asumido sus errores, es hora de asumir los míos -... Perdón por todo lo que dije, por asumir cosas sobre sin siquiera conocerte, por jamás tomarme el tiempo de hablar contigo y tratar de resolver nuestros problemas.

Me sonríe y suspira – de eso trata crecer, y para eso somos los hermanos, para pelear. No seriamos hermanos si no lo hiciéramos... Bueno terminemos rápido aquí. Todavía nos faltan las decoraciones de toda la casa y las 1000 cajas de adornos que compraste para tu estudio.

Seguimos con los adornos cuando escuchó llegar a mis padres. De la nada me invade la necesidad de hablar con ellos ahora mismo sobre el concurso y el viaje. En algún momento debo hacerlo, y quiero hacerlo ahora para saber que esperar. Respiro profundamente y tomo marcha hacia ellos.

- Hola... como les fue.

- Muy bien, pero hace mucho frio afuera. Si vas a salir no olvide abrigarte bien. Trajimos comida, llama a tu hermano, lávate las manos y vamos comer antes de que se enfrié – dice mi mamá mientras le quita los paquetes a mi papá.

- Primero quiero hablar con ustedes de algo importante.

- A si, ¿y qué es? – responde mi padre.

- Del concurso y delviaje a Noruega – respondo, logrando captar la atención de ambos.

De Noruega, con amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora