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Desde que salimos del café, lo único que hemos hecho es caminar y hablar. No note el momento exacto en que se hizo de noche. Me ha puesto su bufanda de lana color gris azulado ya que está haciendo mucho frío. Miro mi reloj y son las 9:00 de la noche y me decepciono al darme cuento que tengo que volver al hotel antes de las 10:00 de la noche.

- Creo que es hora de irme – digo intentando no sonar decepcionada por ello.

- No creo que debas hacerlo. Bueno estuvimos juntos muy poco tiempo... que, como 6 o 7 horas... responde con sarcasmo y en tono burlón, haciéndome sonreír-... ¿enserio debes irte ya? – pregunta en tono más serio, posando de nuevo sus ojos en mí, poniéndome nerviosa de nuevo. Por más de que estuve haciendo frente a esos ojos y a esa mirada toda la tarde no pude acostumbrarme a ello.

- Si, debo estar en e hotel antes de las 10 sino tendré problemas.

Suspira y para finalmente devolverme una sonrisa en señal de rendición. – Ok... Volvamos al café por mi auto y te llevare de vuelta al hotel. – responde.

- ¡¿QUÉ?!...- Respondo sorprendida- No, estoy bien.... Es decir, el hotel está a cinco cuadras del café, puedo caminar.

Veo como esa encantadora sonrisa que me había dedicado toda la tarde desaparece junto con su hipnotizante mirada, para dar paso y a una expresión más seria y desagradable.

- Es broma ¿verdad? – Responde con total sequedad mientras espera mi respuesta y me doy cuenta que no le ha gustado lo de "caminar hasta el hotel".

- Bueno, entonces pediré un Uber.

Suspira con ironía mientas lleva una mano a su cabeza en señal de desaprobación a mi comentario.

- Te ves muy linda al creer que te dejare caminar sola hasta el hotel o subir sola a un Uber a esta hora de la noche...- Me responde con sarcasmo. Pone sus manos en mis brazos, se inclina un poco para poner su rostro a mi altura y me mira fijamente para continuar con su respuesta- ... Iremos al café por mi auto, te llevare de vuelta al hotel y si es necesario te dejaré en frente de tu habitación. Fin... - Responde con autoridad, dándome a entender que el tema no esta a discusión. Extiende uno de sus brazos para finalizar con...- Primero las damas.

Lo miro y no puedo evitar sentir algo de desaprobación mezclada con emoción con esa nueva faceta que acaba de mostrarme. Le hago casi y camino frente a él, mientras siento como me sigue rumbo al café.

- Entonces eres uno de esos. – Comento impulsivamente en respuesta su orden que me tiene algo enojada.

- ¿De "esos"? ¿A que te refieres con "esos"? – Pregunta confundido.

- A esos chicos que les gusta mandar; tener el control de todo. Que quieren controlar cada aspecto de la vida de otros, en especial de sus novias. De esos que, si no haces lo que piden inmediatamente, veras su lado más oscuro. – comento con algo de sarcasmo y humor y por un momento me alegro de que no este frente a mí y no poder ver su reacción.

- ¿Eso piensas de mí? – Lo escucho preguntar con algo de gracia en su voz y yo sonrió victoriosa de mí comentario "letal". Sin embargo, en cuestión de segundos esta frente a mí, y no logro frenar a tiempo. Choco contra su pecho, mientras el me recibe entre sus brazos y yo instintivamente levantó mi cabeza para mirarlo nerviosa a los ojos.

El me mira y dirige una de sus manos a algunos de cabello, retirándolos de mi cara, mientas mantiene su otro abrazo firme en mi cintura.

- ¿Cómo crees que se puede estar sintiendo mi "novia" al tener a un controlador como yo... como novio? – Pregunta y no se que responder. Todos mis sentidos están enfocados en su mano y en sus ojos.

Cuando logro recobrar algo de control en mis pensamientos respondo nerviosa - ¿Aburrida? - Veo como sonríe con mi respuesta y eso me frustra aún más. No puedo evitar sentir que está jugando conmigo.

- Alex, te puedo asegurar, que ay ocasiones en que el control no es para nada "aburrido" ... - responde y siento como el aire se vuelve pesado y la tensión aumenta entre nosotros. No entiendo cómo puede seguir sonriendo, aun con toda esta tensión-.... Ahora si tuviera novia, no podría asegurar su comodidad ante mi aparente "control"- responde para finalmente soltarme y seguir con nuestro camino.

Yo me quedo paralizada en mi lugar intentando recobrar la respiración, pero me es difícil. Lo conozco apenas hace 3 días... como es posible que este hombre ejerza en mí, ese "control" que tanto le objete hace apenas unos minutos. Lo miro caminar y noto que se detiene a unos cuantos pasos de mí, se gira me lanza una sonrisa y una de sus tantas miradas, para finalmente concluir con - ¿Vienes?

***

Finalmente llegamos al hotel. En todo el camino no nos dijimos nada. En lo personal no tenia cabeza para ello. Solo podía pensar en dos cosas: Lo primero, ¿Qué espera de mí? O tal vez ¿Qué espero yo de él? Se suponía que hoy cerraría este capitulo y en vez de eso escribí 10 capítulos más con posibilidad de segundo libro. Estoy más confundida en comparación a cuando me fui del hotel rumbo al café. Vine a Noruega ganarme el concurso no a buscar novio y mucho menos a un "playboy" que pronostica aires y tormenta de Juan Esteban. No quiero volver a pasar por ello. Y lo segundo...

- Déjame acompañarte hasta el lobby- me interrumpe mientras me abre la puerta del carro y me da la mano para ayudarme a bajar.

- No, esta bien. Ya me trajiste, no quiero molestarte más. Además, no creo que me pase algo de aquí hasta la puerta de entrada del hotel. – Le responde con una sonrisa y señalando el pequeño tramo que ay desde la calle hasta la entrada del hotel, pero puedo ver la desaprobación en su cara.

- Bueno... muchas gracias por el café... y el almuerzo y por traerme- respondo intentando quitarme la bufanda para devolvérsela, pero el me detiene y la vuelve a acomodar en mi cuello.

- Quédatela y de esa forma encontrare otra estúpida excusa para volverte a ver- responde mientras agarra una de mis manos y con la otra acaricia mi cabello. Yo me quedo embobada viendo su rostro que por primera vez esta serio mientras me ve - Prométeme que te volveré a ver – Responde y quiero pensar que noto algo de deseo... desesperación en su comentario.

-Yo... no puedo prometer cosas que no estoy segura de cumplir. – respondo nerviosa.

- Por favor...- Puedo asegurar que eso sonó a una súplica. Se inclina un poco para poner su rostro más cerca del mío - .... Aunque sea un día.

- Ok – respondo derrotada ante sus ojos y sus palabras, pero sobre ante la tensión que este hombre es capaz de provocar.

Me sonríe y se estira para poner un tierno beso en mi mejilla. Vuelve su mirada a mi – Espero no haberme sobrepasado... no quiero dejar de ser el "controlador" para convertirme en el "atrevido" – comenta y yo solo sonrío ante su comentario mientras niego con mi cabeza.

- Ok, entonces espero verte pronto mi ángel, dulces sueños. – Dice finalmente mientras me da un último beso en el dorso de una de mis manos y se retira para subirse al auto para esperar a que entre al hotel.

Cuando recupero la cordura entro lo más rápido que puedo al hotel buscando rápidamente el ascensor que me lleve rumbo a mi piso. Cuando llego corro a mi habitación, y cuando finalmente estoy dentro. me boto en mi cama, con su bufanda en mis manos, oliendo su elegante perfume e intentando analizar las últimas horas, pero en especial los últimos segundos.

¿Fue mágico?, ¿Fue un sueño? o ¿Fue una alucinación? No estoy segura. Lo que si se, es que lo que viví y sentí hoy con Ari, nunca lo había sentido por nadie, ni siquiera por Juanes. Sumida en esos sentimientos cruza esa idea que rondaba en mi cabeza cuando veníamos camino al hotel y que no pude terminar de analizar porque Ari me interrumpió. Una idea que estaba de ultima en mi lista de "por hacer" en Noruega, pero que desde que él lo menciono, ha rondado en mi cabeza una y otra vez, llegándome a replantear mis "objetivos" con este viaje.

Él dijo: "Si TUVIERA novia..." quiere decir que no tiene novia... ¿me lo dijo a propósito o simplemente lo comento?

De Noruega, con amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora