12. Renuncio

1K 179 73
                                        


Todos pudieron escuchar de inmediato el tono furioso de la persona al otro lado de la línea. Al notar eso, Xiao Zhan prefirió continuar con la llamada en su habitación. Ahí comenzó a discutir con su manager, este se encontraba muy molesto después de ver las tendencias más altas en Weibo.

—Tenemos que revertir esos rumores, y para eso aprovecharemos el evento de hoy en la noche.

A Xiao Zhan no le gustó el rumbo que tomó la conversación.

—Vas a llegar temprano a la alfombra roja y entrarás junto con Mei Cheng, les daremos otra cosa de qué hablar. Pasarás la velada con ella, le coquetearás si es necesario, pero quiero esas notas de Weibo olvidadas para el día de mañana.

—Espera, ¿qué? —se molestó—. Es obvio que esas notas están llenas de mentiras y exageraciones.

—Eso lo sabemos nosotros, pero no ellos. Tenemos que hacerles creer lo que nos conviene. Es por el bien de tu carrera. ¿Entendido?

Xiao Zhan se sintió lleno de ira y de impotencia. ¡Yibo era su amigo! ¿No podía tener una amistad con él? ¿Por qué tenían que arruinar siempre lo que más amaba?

—¿Entendido? —repitió al no obtener respuesta.

—Entendido —respondió un nudo de enojo en la garganta. Colgó la llamada antes de que pudiera decirle más cosas. Terminó aceptando con tal de no discutir más sobre el asunto.

Cuando volvió a la sala con los demás, notó que Yibo se había alejado a responder una llamada. Wen Pei estaba hablando con él, al parecer de algo muy similar a lo que él habló con su agente.

—No lo haré —dijo al teléfono, a lo lejos se podía escuchar la voz del manager, estaba enojado—. No me van a obligar a pasar por la alfombra roja con ella.

—Pero es tu coprotagonista en la serie —le dijo Wen Pei.

—No me importa, no lo voy a hacer solo para disipar esos rumores. Son solo eso: rumores.

—Yibo, por favor —suspiró.

—No.

Al pobre manager casi le salían canas verdes.

—Te quiero aquí temprano —fue lo último que le dijo antes de colgar.

—Ya tienes que irte, ¿verdad? —preguntó Xiao Zhan al ver que terminó la llamada.

Yibo asintió.

—¿Tu agente te llamó para lo mismo?

—Sí —Xiao Zhan suspiró.

Sus padres veían todo en silencio, tratando de entender la magnitud del problema. Solo esperaban que el asunto de las pancartas no volviera a ocurrir.

—Comenzaré a prepararme —suspiró nuevamente, ya no tenía ganas de asistir—. ¿Nos vemos en la premiación?

—Nos vemos ahí —se despidieron con un apretón de manos, chocando hombros.

Xiao Zhan fue directo a su habitación mientras Yibo se despedía de los señores Xiao.

—No se preocupe —le dijo a la señora al despedirse de ella—. Cuidaré de él durante el evento.

—Gracias —tomó sus manos con cariño y le sonrió. Sin embargo, no le gustaba cómo estaban yendo las cosas.

Esa tarde, antes del evento, Xiao Zhan llamó a Yibo por teléfono.

—¿Qué pasa? ¿Estás bien? —inquirió al responder.

NosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora