Desde que ese día comenzó, experimentó de todo tipo de emociones.
Todo empezó en la mañana al despertar. Su corazón pegó un vuelco de felicidad al abrir los ojos y sentir el tibio cuerpo de su prometido junto a él. Pensó que había sido un sueño, pero comprobó que no era así cuando lo rodeó con sus brazos cariñosamente. No quería levantarse, poco le importó que se le hiciera tarde, pues había pasado algún tiempo desde la última vez que estuvo así con Yibo.
No quiso despertarlo, lo había visto cansado últimamente, así que se fue a trabajar deseando que las horas se pasaran rápido para poder verlo de nuevo.
Jamás imaginó que al llegar a casa no lo encontraría ahí, mucho menos que al llamarlo resultaría que estaría a cientos de kilómetros de él, llorando y bastante afectado emocionalmente. Eso lo enloqueció y ni siquiera lo pensó dos veces antes de ir a buscarlo.
El vuelo en avión era de tan solo hora y media, pero le pareció tremendamente largo.
Cuando llegó al hotel cruzó el vestíbulo casi corriendo, y cuando al fin estuvo frente a la puerta, tocó con premura.
Yibo tardó un poco en abrirle, pero cuando lo hizo, Xiao Zhan pudo verlo portando su cubrebocas y detrás de él la habitación se veía un tanto oscura.
Inmediatamente entró al cuarto y cerró la puerta tras de sí antes de ir y abrazarlo con fuerza.
—¿Qué demonios pensabas, Yibo? —murmuró, aliviado por al fin tenerlo entre sus brazos—. ¿Por qué viniste tú solo aquí? ¡Y sin decirme nada! Estaba tan preocupado.
—Lo siento —se aferró con fuerza a ese abrazo, vaya que lo había necesitado—. Quería volver a casa esta noche y darte un par de buenas sorpresas, eso es todo. Ya no quería que peleáramos más, por eso fui en la noche a tu cama, yo... —hablaba atropelladamente, entonces se separó del abrazo y lo miró a la cara.
Xiao Zhan ya tenía su cubrebocas abajo, pero se desconcertó al ver que Yibo aún lo portaba. Notó algo extraño en él, sin previo aviso le quitó la prenda con cuidado y fue ahí cuando se espantó.
A pesar del maquillaje, a pesar de las luces bajas del cuarto... ese golpe no pasaba desapercibido por nadie.
—¿Qué te pasó? —preguntó en apenas un hilo de voz.
Pero Yibo no respondió, solo giró el rostro hacia un lado. No sabía cómo decírselo.
Xiao Zhan tomó su rostro con cuidado y lo giró hacia él para verlo mejor. El menor hizo una mueca de dolor al sentir la presión en su piel inflamada.
—Oh Dios, ¿cómo te ocurrió esto? —poco a poco comenzaba a alterarse.
—No es nada —volvió a alejarse. Pero entonces Xiao Zhan encendió la luz principal y fue hasta él, levantó su mentón y con cuidado retiró el maquillaje de su rostro usando la manga de su camisa.
—¿¡Quién te hizo esto!? —estaba horrorizado.
Yibo suspiró, sabía que no dejaría de insistir hasta saberlo.
—Mi padre.
La ira invadió repentinamente a Xiao Zhan, una ira que Yibo nunca antes le había visto. Sus ojos poco a poco se pusieron rojos por el coraje y su mandíbula se apretó.
—No debiste hablar tú solo con él, no debiste —lo tomó por los hombros, zarandeándolo un poco debido a la impotencia que sentía—. Yo debía ir contigo, y así enfrentarlo juntos. ¡¿Qué pasaba por tu mente cuando decidiste hacerlo de esta forma?! —estaba tan enojado consigo mismo, con el padre de Yibo también.
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Nosotros
Fanfic"¿Por qué 'Nosotros'? Porque es lo único que queda cuando hacemos a un lado la fama, las multitudes, las competencias, programas y presentaciones. Somos lo verdadero, lo que queda cuando apagas la luz antes de ir a la cama, lo que tocamos cuando no...