Se había enterado de la peor forma. Sabía que Mao actuaba misterioso y que algo le ocultaba, pero jamás imaginó que sería algo así de delicado.
Supo que algo pasaba cuando todos sus compañeros de set e incluso el personal se le quedaban mirando de una manera extraña, murmurando cosas en voz baja.
Decidió no prestarles atención, hasta que escuchó cierto nombre entre esos murmullos. Sin disimular mucho su inquietud, se acercó a ellos y les preguntó qué sucedía de la forma más casual posible.
—¿No has entrado a las redes? Wang Yibo sufrió un accidente automovilístico hace unas horas —le informó uno de sus compañeros.
—Pensamos que ya lo sabrías —añadió otro. Todos fueron testigos de cómo el rostro de Xiao Zhan fue palideciendo antes de darse media vuelta sin decir absolutamente nada, su mente ya estaba muy ocupada con otras cosas.
Lo primero que hizo fue correr a su camerino donde estaba Mao con la misma pinta misteriosa y angustiada, ahí le pidió, no, le exigió que le diera su teléfono. Sabía que él lo tenía.
—Te enteraste.
Xiao Zhan no respondió, buscaba las noticias en su móvil con urgencia. No tardó mucho en hallar una nota completa de lo ocurrido. Su pulso se aceleró hasta los cielos y un extraño hormigueo invadió su cuerpo completo.
—Él está bien. Hablé con Wen Pei y me explicó a detalle.
—¿Dónde está?
—En casa, con sus padres.
Eso hizo que Xiao Zhan lo mirara con sorpresa y hasta con algo de alivio.
—Volaron hasta acá al enterarse —continuó explicando—. Yibo está bien, se lastimó un poco el cuello, pero no es nada de lo que debamos preocuparnos.
—Iré a verlo.
—Esto no fue un accidente provocado por paparazis —eso detuvo las ideas alocadas de Xiao Zhan, sin embargo, algo en su interior lo empujaba con una terrible necesidad a seguir ese impulso.
—Tengo que verlo con mis propios ojos.
—Hey —lo detuvo por los hombros al notar que temblaba un poco—. Cálmate y piensa con la cabeza fría, no puedes verlo ahora, ni después... —añadió—. Esto es consecuencia de sus encuentros "secretos".
Eso hizo que Xiao Zhan abriera mucho los ojos.
—Sí, Wen Pei y yo lo supimos todo el tiempo —suspiró—. Y te aseguro que el gobierno también.
—Mierda —se llevó ambas manos a la cabeza y se quedó así unos segundos hasta que de pronto salió corriendo de ahí.
—¡Xiao Zhan!
—Lo siento, tengo que ir.
Nada lo iba a detener. Tenía que verlo con sus propios ojos y asegurarse de que se encontraba bien, abrazarlo y decirle cuánto lo amaba, que todo estaría bien. Vio las fotos de cómo quedó el auto, así que estaba seguro del gran susto que debió llevarse. Solo quería estar a su lado en ese momento.
Dejó el sentido común de lado, se subió a su auto y arrancó con prisa. Estaba algo lejos de casa, y tardaría en llegar, pero nada se lo impediría.
Conducía con velocidad, le sacó la vuelta a varios autos que iban muy lento e hizo sonar la bocina más de una vez durante todo el trayecto, pidiendo casi a gritos que se hicieran a un lado de una maldita vez.
Cualquiera que lo mirara no podría creer que era el mismo Xiao Zhan pacífico y amable de siempre. Estaba hecho una bestia. Tenía mucho rencor hacia el gobierno, bastante miedo por lo que pudo pasarle al amor de su vida; y una tristeza enorme porque, en parte, él era culpable de ese accidente.

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Nosotros
Fanfic"¿Por qué 'Nosotros'? Porque es lo único que queda cuando hacemos a un lado la fama, las multitudes, las competencias, programas y presentaciones. Somos lo verdadero, lo que queda cuando apagas la luz antes de ir a la cama, lo que tocamos cuando no...