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92. Segunda luna de miel

Capítulo 92 "Segunda Luna de Miel"

Si les hubieran dicho que casarse de manera "convencional" sería tan divertido y emotivo, lo hubieran hecho con entera disponibilidad desde el principio.

El nuevo matrimonio disfrutó de su boda al máximo. La fiesta había sido todo un éxito, con sus amigos y familia, bebiendo y comiendo hasta llenar, bailando y disfrutando del momento sin preocuparse por nada más.

Los novios terminaron desarreglados, con las mangas de sus camisas blancas dobladas hasta los codos, sin corbata, y despeinados por tanto bailar. Bebieron lo suficiente como para no despertar con una resaca de los mil demonios y comieron pastel hasta reventar, en especial Yibo, a quien le concedieron el placer de cortar el pastel con...

—¡¿Bichen?! —se emocionó al recibir la espada de Lan Wang Ji en sus manos.

—Es sorpresa de tu esposo, yo solo me encargué de mover a mis contactos —explicó Lulu al entregarle la ahora reliquia.

Entonces Yibo miró a Xiao Zhan con emoción antes de darle un dulce e impulsivo beso en los labios, frente a todos sus invitados.

—Gracias, muchas gracias —sus ojos brillaban por la emoción.

—Sorpresa —sonrió, aguantando las ganas de comérselo a besos ahí mismo.

—¿Me ayudas? —preguntó, emocionado al sostener el mango de la espada cerca del pastel.

Xiao Zhan asintió y juntos comenzaron a partir el pastel con cuidado. Ninguno esperaba que ante el primer corte, el gran pastel de tres pisos colapsara hacia el piso.

Luego de una exclamación generalizada de espanto, se formó un silencio largo. Los novios miraban su postre en el suelo sin saber cómo reaccionar. A Xiao Zhan no le importaba tanto, pero sabía que su amado había estado esperando el pastel porque amaba los pasteles de boda, él mismo había elegido el pan, el relleno, el merengue, todo.

Yibo dejó la espada sobre la mesa ante la atenta mirada de todos, incluso de su esposo.

—Yibo... —puso ambas manos sobre los hombros de él, preocupado por su reacción, pero se llevó una enorme sorpresa al ver que tomaba un tenedor y comenzaba a comer del pastel sin recato alguno.

—Wow... esto está... —masticó un par de veces—...tienes que probarlo, está delicioso —tomó más pastel y le dio en la boca a su esposo.

Xiao Zhan se sorprendió también, pero más todavía al ver que Jackson se abría paso entre la gente con una copa vacía en mano, listo para tomar con ella todo el pastel posible.

—Yo no me voy a quedar con las ganas de probarlo, y menos al ver cómo lo disfrutan.

Los novios se echaron a reír junto con el resto de los invitados.

No era mala idea.

Uno tras otro comenzaron a desfilar frente al pastel para tomar su porción dentro de una copa.

Eso fue una muestra más de que nada ni nadie podría arruinarles el día.

Horas más tarde, los recién casados (por segunda vez) se encontraban tirados en la sala principal de la residencia Wang, acostados uno sobre otro en el sillón más grande. Wang Yibo descansaba bocabajo sobre el cuerpo de su novio, ambos sin zapatos, aún con su ropa formal, pero por completo desalineados.

Los padres de ambos se asomaron a la sala y rieron al verlos dormir así, habían caído rendidos luego de despedir al último invitado.

—¿Deberíamos despertarlos? —inquirió el señor Xiao.