Decidido, salió de la habitación de Xiao Zhan, dispuesto a ir a la sala a esperarlo, pero se detuvo a medio camino cuando escuchó la voz de su Ge Ge cantando.
Se paró fuera del baño y acercó su oído a la puerta.
¡Estaba cantando "No Sense"!
Recordó algo que Mao le había dicho, y ahora comprobaba que tenía razón.
Una preciosa sonrisa se abrió paso en la expresión de Yibo. Quedó tan embobado por eso, que no se dio cuenta de que Xiao Zhan estaba por salir del baño, este abrió la puerta y se espantó al verlo ahí parado, pegado a la entrada del baño.
—¿Qué haces aquí?
—Cantas muy bonito, Ge Ge.
—¿Me escuchaste?
Yibo le guiñó un ojo. Xiao Zhan se avergonzó.
—Ve a secarte el pelo o enfermarás.
—¡Ya voy! —salió corriendo rumbo a su cuarto. Yibo escuchó que le hizo cariños a su gata antes de terminar de arreglarse.
Le encantaba, a Yibo le encantaba cómo era Xiao Zhan. Amaba que cantara en la ducha, específicamente que cantara sus canciones.
Suspirando como estúpido enamorado, fue a la sala a esperar pacientemente a que su amigo estuviera listo.
Guardó con mucho cuidado con la prenda que tenía oculta en su chamarra, era su gran tesoro. Aún no podía creer que fue capaz de hacer aquello, se estaba desconociendo y temía caer más bajo.
Minutos después Xiao Zhan apareció en la sala, listo para ir al aeropuerto. No vestía tan a la moda como siempre, pues se suponía que querían pasar desapercibidos, pero aun así se veía increíblemente bien solo con sus jeans negros y su jersey de mezclilla. Él se veía bien con lo que fuera que se pusiera y Yibo no podía dejar de admirarle aquello.
—Te ves muy bien —lo elogió con sinceridad. Las mejillas de Xiao Zhan se sonrojaron ligeramente, pero no le dejó ver que eso lo avergonzaba.
—Gracias —dijo con media sonrisa antes de ir hacia sus maletas y guardar algo más—. Tú también te ves muy bien —fue sincero, lo confesó mientras lo veía de pies a cabeza.
Yibo le guiñó un ojo, coqueto.
—¡Por cierto! Charlé con Mao anoche y me dijo que tú y él hablaron. Me pidió que te mandara saludos.
Oh sí. Yibo recordaba muy bien esa charla. Se le puso la piel de gallina.
Lo que ocurrió fue que Xiao Zhan le pidió a Mao que se tomara unos días de vacaciones, justo el tiempo que él pasaría con sus padres. Algo renuente, y preocupado por su seguridad, Mao se negó hasta que Xiao Zhan logró convencerlo de que él estaría bien, pues su deber como guardaespaldas se limitaba a cuando estaba en asuntos de trabajo, y ese no era el caso.
Fue así que el guardaespaldas volvió a su ciudad natal: Shanghái, donde se encontró por casualidad a Yibo. El joven estaba en aprietos mientras varias fans alocadas lo perseguían, y como él se había escapado de su agente y de su guardaespaldas, no había nadie que lo ayudara.
Mao salió al rescate y ambos lograron perderse juntos. Aprovecharon para ir a comer y charlar. Encontraron un restaurante privado en el que eligieron una mesa apartada del resto, nadie los molestaría. Su mayor tema de conversación durante la comida fue Xiao Zhan. Mao le contaba muchas anécdotas de sus viajes con Zhan Zhan, tanto las cosas buenas como las malas.
—Definitivamente él es mucho más fácil de cuidar que tú.
—¿Por qué lo dices? —lo miró con recelo, pero aguantándose las ganas de reír.
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Nosotros
Fanfic"¿Por qué 'Nosotros'? Porque es lo único que queda cuando hacemos a un lado la fama, las multitudes, las competencias, programas y presentaciones. Somos lo verdadero, lo que queda cuando apagas la luz antes de ir a la cama, lo que tocamos cuando no...