Las manecillas del reloj giraban lentamente emitiendo con ellas su característico sonido. Este retumbaba por toda la sala de práctica vacía. Era pasada media noche y el frío del invierno hacía estragos en el solitario cuerpo que se encontraba ahí.Desde hace semanas que Yoongi no se quedaba tantas horas extra componiendo, solo trabajaba hasta que su cuerpo le pedía un descanso, cosa que anteriormente pasaba por alto, creando ritmos hasta que escuchaba el cuerpo exhausto de su compañero caer al piso indicándole que era hora de partir.
Sin embargo, ahora ya no había nadie a su alrededor. Jimin no había vuelto a practicar junto a él, había escuchado por los demás miembros que ahora lo hacía en el antiguo salón de prácticas. El que no tenía calefacción, el que hacía que los espejos se mancharan por el calor que emitían sus cuerpos; pero, al parecer eso era mucho mejor que tener a Yoongi cerca.
Desde aquel accidente Jimin parecía evitarlo lo más que podía. Y eso, eso destrozaba cada vez más el frágil corazón de Yoongi. Aún así, decidió respetar su decisión, brindándole el espacio necesario.
Por eso había aceptado la oferta de Bang PD nim de tomar su estudio. Aquella oferta había sido ofrecida por su superior desde el inicio del otoño. Le ofreció todas la comodidades que un productor pudiera desear. Ya no estaría más en aquel pequeño espacio junto a la sala de prácticas que no tenía el equipo necesario para sus grandes ideas. Pero Yoongi amaba ese espacio, amaba componer mientras miraba los ágiles movimientos de su menor, sintiendo la pasión que desprendía este al bailar tan arduamente y aquello, aquello hacía que valiera la pena el trabajar el doble al estar en ese pequeño estudio.
Cuando Bang PD le ofreció nuevamente su estudio no pudo negarse esa vez. Ya no estaba su principal motivo para permanecer donde antes. Además, no quería que Jimin practicara en ese salón tan pequeño. El que él se mudase beneficiaba a ambos. Jimin podía volver a ensayar donde mismo y sin tener la presencia del pálido. Y Yoongi, el podría trabajar en su propio estudio.
Aunque aquello era algo realmente bueno, Yoongi no se mostraba muy entusiasmado, guardando con lentitud sus pocas cosas en aquella caja de cartón vacía. Hoy había sido su último día en la sala de prácticas e ingenuamente pensó qué tal vez, solo tal vez, su pequeño aparecería por la entrada acompañándolo una última vez.
Estaba tan concentrado en sus pensamientos, junto con sus pequeños movimientos guardando sus pertenencias, que no notó la presencia que le observaba desde la puerta.
Jimin había escuchado los rumores entre pasillos sobre el nuevo estudio de Yoongi. Escuchando como por fin tendría un buen lugar donde trabajar. El menor no podía creer aquello. Yoongi no podía dejar la sala de practicas, ese lugar, ese lugar era especial para ambos y cuando Jimin se sintiera preparado para afrontarlo de nuevo, volvería junto con él.
Aunque no quisiera admitirlo, practicar sin su presencia no era lo mismo. Extrañaba sentir la mirada curiosa de Yoongi sobre sus movimientos. Extrañaba tomar la mano que su Hyung siempre le ofrecía cuando se desplomaba en el piso, dándole la calidez que necesitaba para seguir. Extrañaba las constantes burlas hacia sus gritos de frustración que al final se convertían en palabras de ánimo y apoyo.
Y esos pensamientos estuvieron rondando por su mente toda la noche. Es por eso que decidió dejar sus prácticas para comprobar por si mismo que aquellos rumores fueran ciertos, dejándolo completamente sorprendido al encontrarlo guardando sus cosas en una pequeña caja.
Era cierto, lo que había escuchado era cierto. Yoongi se iría. Su corazón se apretujó en su pecho y un extraño sentimiento invadió su cuerpo.— ¿Yoongi Hyung? — Un cohibido Jimin comenzó a caminar hacia él, con la esperanza de que le prestará atención y no a su caja.
El pelimenta se sobresaltó en su lugar al escuchar tales palabras romper el pesado silencio de la habitación, mismas que interrumpieron sus depresivos pensamientos.
Yoongi dejó todo lo que hacía para mirarlo, estaba ahí, frente a él, tenía un aspecto desalineado por las horas de entrenamiento, con el cabello revuelto y ojeras bajo sus ojos. Se talló los ojos sin poder creerlo, tal vez su mente le estaba haciendo una mala jugada y aquel hermoso joven frente a él no era real.
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Oɴᴇ ᴅᴀʏ- 𝚈𝙾𝙾𝙽𝙼𝙸𝙽
FanfictionEl día que el último trainee se unió al grupo fue el primer día que Yoongi sintió su corazón martillar con fuerza sobre su pecho. Su corazón confundido no sabe si arriesgarse a amar a ese pequeño chico o solo reprimir ese sentimiento que le quema p...