Extra 3: MIN YOONJI

6.4K 542 181
                                    

No es Jimsu

Sus mejillas se encontraban completamente pintadas de carmesí, su rostro ardiendo mientras inconscientemente se mordía el interior de su mejilla. La grabación estaba por terminar y no podía estar más agradecido por ello, deseando desesperadamente que su pequeña tortura terminase ya.

Las cámaras se apagaron y el grito del director que indicaba que todo estaba hecho resonó por todo el lugar, risas y gritos inundaron la habitación mientras algunos maquillistas iniciaron su camino hacia los miembros para comenzar a retirar cada gota de maquillaje sobre su piel, así como ayudarles a deshacerse de su vestuario y regresarlo a utilería.

Jimin observó como Yoongi seguía a algunos miembros del staff que seguramente le dirigirían a algún vestidor privado para que pudiera deshacerse de aquella ropa libremente, desapareciendo por el pasillo rápidamente. Jimin sentía su corazón retumbar sobre su pecho con mucha fuerza, sus manos temblar y sudar mientras la parte baja de sus pantalones comenzaba a apretarse más y más. Había empezado a endurecerse desde el momento en que miró al mayor portar esa bonita falda, mostrando sus delgadas piernas, junto con ese perfecto maquillaje que acentuaba sus labios y sus mejillas. Había sido tan difícil el grabar teniendo frente a él a su pareja vestido de una sexy colegiala.

Una pequeña mano comenzó a limpiar su rostro con un paño húmedo, provocando que Jimin baje su mirada a la chica que estaba encargándose de limpiar su piel. Sabia que esto llevaría un tiempo, que después de aquello le harían deshacerse de su ropa y colocarse la suya, y todo aquello solo significaba una cosa, no más Min Yoonji.

— Yo... yo necesito ir al baño— se excusó y sin esperar ningún tipo de respuesta de parte de la chica, inició su camino con paso apresurado por el mismo pasillo en el que había visto a Yoongi desaparecer.

La chica solo le miró con una ceja alzada sabiendo perfectamente que los baños estaban del lado contrario de aquel pasillo, tan solo alzando sus hombros sin comprender que le sucedía al rubio, restándole importancia mientras encontraba algo más que hacer.

No obstante, Jimin se detuvo frente a la única puerta que sabía muy bien era un vestidor. Tocó la puerta un par de veces, recibiendo como respuesta un bufido molesto y seguido de unos segundos la perilla giró, abriéndose ligeramente, mostrando a un malhumorado pálido que suavizó su ceño en cuanto observó al rubio frente a él.

— ¿Jimin? ¿Qué suce...

Y sus palabras fueron interrumpidas por la desesperada boca del menor, pegándose sus labios con prisa sobre los contrarios mientras empujaba el cuerpo del mayor hacia dentro, cerrando la puerta de una patada en cuanto ambos estuvieron dentro.

Yoongi estaba muy confundido, sus ojos abiertos de par en par, solo sintiendo la boca de Jimin moverse con fuerza sobre la suya, su lengua comenzando a delinear sus labios en busca de profundizar tan desesperado beso. El pálido miró hacia la puerta, está encontrándose sin pestillo, sintiendo la adrenalina invadir su ser junto con el miedo de ser descubierto.

No comprendía que es lo que había calentado a Jimin, solo percibiendo como su muy evidente ereccion chocaba con su pelvis, comenzando a restregarse sin ningún tipo de pudor contra su cuerpo. Su propio pene despertando ante estos estímulos, Yoongi no era tan fuerte, no cuando se trataba de Jimin y desde luego que no era absolutamente nadie para negarle a su menor un encuentro cuando era tan palpable su excitación.

Yoongi solo se dejó llevar, tomando con sus largos dedos las caderas de su menor, pegando mucho más sus cuerpos mientras la pelvis de su chico comenzaba a molerse en forma circular contra su verga. Sus bocas abiertas, sus lenguas enredándose sin control, luchando, sintiéndose tan húmedas, tan desesperadas. Yoongi agradecía la delgadez de la estupida falda que portaba que le permitía sentir con mucha más lucidez el pene de su chico contra el suyo, sintiendo lo caliente e hinchado que se encontraba.

Oɴᴇ ᴅᴀʏ- 𝚈𝙾𝙾𝙽𝙼𝙸𝙽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora