Oɴᴇ ᴅᴀʏ- 𝚈𝙾𝙾𝙽𝙼𝙸𝙽

Capitulo 17

Las voces fuera de la habitación se escuchaban levemente por el lugar. Los murmullos no eran demasiado fuertes, pero después del completo silencio que había permanecido en el departamento, aquel ruido fue suficiente para despertar al cansado chico que dormía plácidamente sobre su cama.

No sabia con exactitud como había regresado a Corea, en realidad no recordaba mucho sobre lo sucedido. Simplemente no era algo que quería pensar ahora, no en ese momento. Sabia que se había roto, que había llegado a su límite y lo que quiso evitar desde siempre ahora todos lo sabían. Yoongi nunca quiso ser una molestia, fingiendo y tratando de ocultar todo eso que le atormenta, tratando de trabajar de más para evitar pensar en esas cosas, tratando de mantener su mente distraída de aquellos pensamientos negativos que le atormentaban desde hace ya demasiado tiempo. Sus miedos y sus fobias le habían jugado mal esa noche provocando lo sucedido.

Yoongi se sentó sobre el colchón doblando su cuello ligeramente hacia los lados, tratando de desadormecer y estirar sus músculos. No quería pensar en eso ahora, necesitaba dejar su mente descansar tan solo unos momentos. A pesar de todo, no quería asustar de más a sus compañeros, solo quería que todo fuera como antes y ninguno le viera con lástima.

Recargó su espalda contra la pared y dejó caer su cabeza sobre esta mientras soltaba un suspiro. Sabia que necesitaba ayuda, sabía que ahora más que nunca las cosas no estaban bien y era el momento de dejar de tratar de sobrellevarlas solo.

La puerta se abrió con cuidado regresando con esto al joven pálido a la realidad, observando como un chico alto y delgado con una sonrisa lineal sobre su rostro era dirigida hacia él. Hoseok era su mejor amigo, junto a Namjoon. Pero aunque en verdad los apreciaba a ambos, Hoseok siempre fue mas especial en su vida. El le hacía reír y le animaba cuando este no podía más, a diferencia de Nam que solo respetaba su espacio. Hoseok y él solían quedarse en el pequeño departamento de su predebut hablando por horas sobre cualquier tontería, ambos buscando distraerse de tan ajetreadas vidas, solo buscando un momento de recreación sin sentido. Las carcajadas que soltaba el castaño le hacían sonreír ampliamente sin siquiera poder evitarlo.

— ¿Puedo pasar?— preguntó el castaño mientras entraba al lugar lentamente sin esperar realmente una contestación del contrario.

Yoongi le dedicó una sonrisa mientras asentía, de todas formas no podía negarse con este ya prácticamente en medio de la habitación.
Una vez cerca suyo, se sentó en la esquina de la cama mientras le miraba con una linda sonrisa dibujada en su rostro.

— ¿Cómo estas?— soltó con duda, no sabiendo exactamente si era la pregunta correcta después de aquella situación.

Yoongi solo se encogió de hombros.

— Bueno, creo que he estado mejor— contestó con burla, tratando de animar el ambiente incómodo que se formaba en el lugar. Ya habría momento para ser serios, ahora solo quería disfrutar un poco de la repentina tranquilidad que le habían traído los medicamentos, los cuales ya no tenían afecto en si, pero que sirvieron para calmar su mal estado.

Hoseok río fuerte y con más confianza se sentó a su lado, imitando su posición, recargando su espalda contra la pared. Ambos chicos miraron hacia el techó blanco, realmente viendo hacia la nada.

— Sabes que siempre estaré aquí cuando me necesites, ¿verdad?— le afirmó el menor a su hyung, tratando de hacerle saber que a pesar de todo, del tiempo, de los años, aún eran esos dos chicos que se sentaban a hablar de lo que sea sobre aquella incomoda cama. Porque no importaba nada, Yoongi era su hermano, su familia y el siempre estaría para él.

El corazón de Yoongi se hizo pequeño sobre su pecho y un ligero nudo en su garganta comenzaba a formarse. No quería llorar, no lo quería, no quería mostrarse aún más débil frente a sus compañeros pero solo esas palabras bastaron para saber cuán afortunado era al tener a ese chico con sigo. Quisiera poder ser diferente y decirle abiertamente que lo aprecia, que el sabe que está ahí para él y que valoraba lo que en estos momentos intenta hacer. Pero sabe que si lo dice se echará a llorar y ahora, ahora solo quiere disfrutar el tiempo alado de su mejor amigo, tiempo que no habían tenido después de convertirse en las personas ocupadas que eran ahora.