—Espera, espera, Yoongi— la pequeña mano sostuvo con fuerza el brazo de su mayor, deteniendo su paso.
Jimin mentiría si dijera que no estaba nervioso, estaba tan aterrado. Conocer a los padres de Yoongi no era una tarea sencilla, a pesar de que estos no estuvieran enterados de lo que sucedía entre ellos, aún quería caerles bien, agradarles. Esto era un paso muy importante y desde luego que no se sentía preparado.
Estaban frente a la puerta de una pequeña casa a las afueras de la ciudad. Jimin había tratado de postergar lo más que pudiera aquel momento pero simplemente ya no podía evitarlo más. Tenía que afrontar a los padres de Yoongi y poder sobrevivir en el intento.
Había escuchado muchas cosas acerca de ellos y la mayoría de estas no eran muy agradables. Desde la forma en la que trataron a su mayor al echarlo de casa, hasta lo duros que habían sido al darle la espalda cuando más lo necesitaba. Aún así, estos habían cambiado, según las palabras de Yoongi, y las cosas iban de mejor forma.
Aunque Jimin ya les había visto más de una vez, nunca había compartido con ellos alguna conversación. Conocerlos de forma formal ahora siendo Yoongi su pareja complicaba las cosas de sobre manera. Sentía la necesidad de aprobación invadirlo y el miedo de arruinarlo también le acompañaba.
— Tranquilo— una dulce voz lo regresó de nuevo hacia la tierra.
Las grandes manos del pálido se colocaron sobre su rostro, acariciando sus mejillas. Yoongi sabía que conocer a sus padres no sería una tarea fácil, es por ello que había decidido distraer primero al menor con su pequeño recorrido por la ciudad. Pero sus padres no tenían ni idea de lo que Jimin era para él y cuando les había informado que lo llevaría con el estas vacaciones incluso se habían mostrado alegres.
Después de unos largos suspiros, el menor se armo de valor y entraron a aquella casa. En cuanto el piso de madera fue tocado por sus descalzos pies sintió todo su cuerpo temblar. Las voces que se adentraban en el genkan le invadieron junto con sus descontrolados nervios. Y por fin, frente a ellos, se presentaron los padres del castaño. Ninguno de los dos dudó cuando ya estaban sobre el mayor, rodeándolo en un fuerte y asfixiante abrazo.
— Mamá, papá, me están avergonzando— la voz tímida del pálido solo hizo reír a ambos adultos, soltándolo casi de inmediato.
— Jimin, no recordaba que fueras tan guapo— soltó su mamá mientras dirigía su atención al rubio junto a su hijo.
Jimin solo sonrió tímido mientras le ofrecía una reverencia de 90 grados a ambos padres, mostrándoles así su respeto.
— Es un gusto verlos de nuevo, señores Min— Su voz sonó débil efecto de su timidez.
— El gusto es nuestro, estamos realmente felices de tenerlos aquí después de tanto— las palabras del padre de Yoongi fueran cálidas y estuvieron acompañadas de una sonrisa que mostraba sus encías, exactamente igual que la de su pequeño hijo.
Jimin no pudo evitar sonreír al ver como su chico era una mezcla perfecta de ambos adultos frente a él. Su cabello castaño y liso junto con sus ojos felinos habían sido heredados de su madre mientras que su pálida piel y dulce sonrisa provenían de su padre.
Ambos adultos comenzaron a preguntar acerca de su viaje mientras todos se dirigían a la pequeña sala de estar. La casa era pequeña pero en verdad bonita. Las paredes blancas estaban cubiertas por cuadros negros que mostraban un sin fin de fotografías de su familia. Un cuadro en particular llamó la atención del rubio. Jimin no podía creer que aquella fotografía de Yoongi en su debut estuviera siendo mostrada con tanto orgullo en su hogar, no después de lo que había sucedido entre ellos. Pero parecía que en verdad sus padres habían cambiado y eso alegraba su corazón.
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Oɴᴇ ᴅᴀʏ- 𝚈𝙾𝙾𝙽𝙼𝙸𝙽
FanfictionEl día que el último trainee se unió al grupo fue el primer día que Yoongi sintió su corazón martillar con fuerza sobre su pecho. Su corazón confundido no sabe si arriesgarse a amar a ese pequeño chico o solo reprimir ese sentimiento que le quema p...