Capítulo 25

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"Si él te ha elegido, es porque es lo correcto"

Aquellas palabras resonaban una y otra vez en su mente. La conversación que había tenido con la madre de Yoongi había sido inesperada y desde luego que lo había dejado atónito. Pero fueron esas palabras las que se quedaron clavadas en su ser, ¿él realmente era lo correcto para Yoongi?

En su conversación, la mayor le había mencionado que sabía el porqué su hijo no le tenía la confianza suficiente para contarle sobre su relación con el rubio, pero Jimin conocía que el verdadero motivo no era que Yoongi dudara de sus padres. Si no, más bien, lo hacía por respeto a él. Jimin era quien había decidió mantener su relación en secreto por miedo a que las cosas se salieran de las manos si aquella información salía a la luz. Él era el culpable de que ahora los padres de el mayor creyeran que nunca tendrían la confianza de su hijo.

Jimin sabía que el no era la persona correcta para Yoongi. Yoongi merecía a alguien que tuviera el valor de admitir que le quería sin más, sin importarle nada ni nadie. Alguien que pudiera incluso permanecer a su lado siempre, sin tener que alejarse cada cierto tiempo por culpa de sus miedos. Jimin nunca sería el merecedor del amor de alguien como Yoongi.

— Cariño, ¿estas bien?— las palabras susurradas por el mayor sobre su oído fueron las que le regresaron al mundo, dejando sus pensamientos pesimistas de lado.

Se encontraban en la cocina. La cena de Año Nuevo estaba servida y con ello toda la familia reunida, incluso Holly, que comía de su plato junto a Yoongi. Los mayores conversaban sobre sus trabajos mientras que los demás solo escuchaban o aportaban algo a la conversación de vez en cuando. Sin embargo, Jimin había permanecido callado desde el regreso de el pálido al hogar, extrañando con esto a su mayor, preguntándose que había sucedido para que este mantuviera un semblante más serio. Ni siquiera había tocado su comida, jugando con el arroz con sus palillos.

Cuando el pálido observó la afirmación del menor a su pregunta supo que las cosas no estaban bien. Jimin usualmente contestaba siempre con un tierno si, mientras mostraba sus rechonchas mejillas. Y ahora que ni siquiera había levantado su rostro solo significaba que algo malo había sucedido.

— Madre, la cena estuvo deliciosa, lamentablemente Jimin y yo tenemos que retirarnos por esta noche— la voz del mayor interrumpió la conversación que establecían sus padres, obligando a estos a dirigir su completa atención a él.

— ¿Retirarse? ¿A donde?— preguntó curioso su padre mientras llevaba hacia su boca un trozo de carne.

— Jimin nunca había visitado Daegu y quiero mostrarle las luces de Año Nuevo— contestó apenado mientras sentía sus mejillas sonrojarse un poco, realmente no quería decirle a sus padres que planeaba llevar a su chico a un lugar tan visitado por parejas en dicha época, no porque le diera pena, sino, porque hablar de sus planes románticos simplemente era bochornoso.

Sus padres solo asintieron mientras les deseaban una buena noche. Yoongi tomó el brazo de Jimin para así dirigirlo hacia la puerta.

— Espera, ¿a donde vamos?— cuestionó el rubio mientras se colocaba sus zapatos en el genkan.

Yoongi no contestó, sólo le dedicó una dulce sonrisa que mostraba sus rosadas encías para simplemente después abrir la puerta. Una vez fuera tuvo la confianza suficiente para poder tomar su mano y así encaminar al chico al auto de su hermano.

— ¿Iremos en auto? ¿Tan lejos esta?— El confuso chico preguntó mientras observaba los movimientos de su contrario, viendo como este le abría la puerta para dejarlo entrar.

— No preguntes más, sólo sube, te gustará— contestó sin más adentrándose al auto. Jimin soltó un sonoro suspiro imitando sus movimientos, sentándose en el lado del copiloto.

Oɴᴇ ᴅᴀʏ- 𝚈𝙾𝙾𝙽𝙼𝙸𝙽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora