Capítulo 31

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La oficina de Bang PD se encontraba del otro lado del edificio. Se tenía que caminar por los largos y estrechos pasillos para por fin encontrarse con la puerta de madera negra que solo indicaba que tras de ella te esperaba o más trabajo o una reprimenda.

Su jefe no era una mala persona, estaba orgulloso de cada uno de ellos y siempre buscaba apoyarlos en todo. Aún así, era su superior y el trabajo era trabajo. Y Yoongi ya había pasado el límite en la entrega de aquella canción. Sus manos sudaban y temblaban mientras sostenía el demo de su tan esperada composición. La había cambiado tantas veces ya que no recordaba siquiera como sonaba la primera versión. Lo único que sabía es que tenía miedo de lo que cierta persona podía llegar a pensar si la escuchaba.

Tocó el timbre al costado de la puerta y una ligera voz le indicó que podía pasar. La puerta se desbloqueó de forma automática, dejando pasar así al nervioso joven. Se armó de valor y entro a la fría oficina, no espero a que su mayor le indicara que podía sentarse, echándose sobre el asiento que se encontraba frente al escritorio.

— Ya lo se, ya lo sé, me lo pediste hace tres días, pero aquí esta— su voz trato de sonar despreocupada mientras colocaba aquel usb sobre las hojas esparcidas en la madera.

El mayor solo soltó un suspiro y lo tomó, no queriendo perder más tiempo del necesario. No pasaron mas de 5 minutos cuando la canción había terminado de reproducirse, invadiendo de completo silencio la habitación.

— Es perfecta, tanto la letra como la melodía, después de tanto puedo decir que la espera valió la pena— elogió el mayor dedicándole una cálida sonrisa al joven frente a él.

Este solo le regreso la sonrisa, y sin querer quedarse más de lo requerido comenzó a levantarse de su sitio.

— Entonces, el álbum está completo por fin— afirmó mientras se ponía de pie.

El mayor frente a él solo soltó una fuerte risa.

— Bueno, quisiera decirte que si, pero no. Namjoon no ha entregado su canción— su voz molesta resonó por toda la habitación, provocando con esto que las cejas del pálido se junten, extrañado.

Namjoon no era una persona que dejaba las cosas para último momento. Siempre entregaba a tiempo lo que se le requería, era una persona muy organizada y desde luego con un talento asombroso. Sus letras eran perfectas desde el momento en que salían de su mente.

— ¿Namjoon? — preguntó con sorpresa, cosa que no hizo más que ensanchar la sonrisa en el rostro de su contrario.

— Estoy tan sorprendido como tú. Pero no lo culpo, no está trabajando solo esta vez, parece que Jimin es quien le dio la inspiración para la letra de esta canción y dijo que aún no está seguro de si está transmitiendo de forma correcta sus emociones— se encogió de hombros y redirigió su vista hacia la pantalla frente a él, indicándole al pálido que su conversación ya había terminado.

Yoongi no dijo más y salió rápidamente del lugar con una clara dirección en mente. Sus pasos eran apresurados y desesperados mientras recorría más y más esos pasillos interminables. Ni siquiera tocó la puerta cuando ya estaba dentro del estudio de Namjoon. Este se quitó rápidamente sus auriculares mientras se giraba sorprendido hacia la dirección del mayor en medio del lugar.

— ¿Ocurre algo?— preguntó con preocupación.

Yoongi abrió su boca, pero no salió nada de ella. Había caminado muy decidido hacia el lugar sin saber exactamente a qué. Lo que le había mencionado su superior le había sorprendido en demasía. Jimin no solía involucrarse en la composición, mucho menos en la creación de las letras de sus álbumes. Y el que Namjoon estuviera presentando problemas para proyectar los sentimientos de Jimin en su canción, eso solo le indicaba que era algo en verdad profundo.

Los nervios le invadieron completamente y fue inevitable el comenzar a jugar con la manga de su sudadera.

— ¿Y bien?— insistió el pelinegro, frustrado al haber sido interrumpido por aparentemente nada.

— Tú, tú no has entregado tu canción— soltó por fin el mayor, dudoso de que decir exactamente para llegar a lo que quería.

Namjoon alzó una ceja mientras le miraba atentamente. Observando con detalle las reacciones de su contrario, encontrándose con un tímido y nervioso chico al que comenzaba a teñírsele las mejillas de carmín. No tenía que ser un genio para saber exactamente lo que Yoongi buscaba en su estudio.

— Entonces ya lo sabes— afirmó mientras giraba de nuevo su silla para así volver a lo que estaba haciendo antes de que el pálido le interrumpiera.

— No, no lo sé, dímelo— le pidió mientras tomaba el respaldo de aquella silla y le obligaba a girar y chocar sus miradas irritadas.

— ¿Que Jimin y yo estamos escribiendo una canción? ¿Eso es lo que quieres saber?— cuestionó sin apartar su mirada.

— Bang PD dijo que no podías terminarla.

— ¿Ahora nuestro superior está revelando mis problemas?— inquirió mientras rodaba sus ojos.

Yoongi soltó un fuerte suspiro y se alejó un par de pasos del menor, echándose sobre el sillón individual que se encontraba en el sitio. Su rostro se agachó mientras sus dos manos lo sostuvieron, cubriéndolo.

El sonido de la música que provenía de los auriculares sobre el escritorio era lo único que se podía escuchar.

— Él, él... ¿él esta bien?— su débil voz por fin rompió el silencio, provocando con esto que Namjoon sienta su corazón hacerse pequeño sobre su pecho al escuchar aquellas palabras que emitían tanto dolor.

El sabía más que nadie lo que estaban afrontando ambos chicos, había observado el comportamiento del pálido, el cual solo pasaba demasiado tiempo trabajando como para poder volver a casa, no comprendía lo que sucedía hasta que Jimin tocó su puerta y le había confesado todo, pidiéndole su ayuda para componer lo que él creía aliviaría su roto corazón.

Manteniendo una lucha interna si sobre era correcto o no mostrarle aquello antes de tiempo, solo giro su silla nuevamente y en menos de un minuto ya tenia sobre su palma la respuesta a dicha pregunta. Se levantó de su asiento y caminó lentamente hacia el pálido que parecía devastado. Colocó su mano sobre su hombro y con la derecha solo tomó su mano, para después dejar aquel artefacto sobre su palma.

Yoongi le miró con confusión y cuando estaba apunto de preguntar sobre lo que le había dado, Namjoon le interrumpió.

— Creo que necesitas escuchar esto.— y sin decir más regreso a su sitio, colocándose los auriculares nuevamente.

Yoongi no dijo nada y sin pensarlo más corrió hacia su propio estudio. Imaginaba lo que podía tener en su mano, pero no quería ilusionarse de más. Sentado frente a su computador, con dicha melodía mostrándose frente a él, tomó sus propios auriculares con movimientos torpes debido a sus manos nerviosas y temblorosas. Tomó una fuerte bocanada de aire antes de por fin reproducir dicho archivo.

La dulce voz de Jimin le invadió rápidamente. Y con cada palabra, cada frase, cada nota, sentía su corazón romperse. Las lágrimas se derramaron sin siquiera poder detenerlas mientras escuchaba atentamente la voz de su chico cantarle sobre lo mucho que le amaba, mencionando aquellas palabras que habían salido de sus corazones la noche que se habían entregado el uno al otro, porque el lo sabe y Yoongi lo sabía. Se amaban y no importaba cuánto tiempo tenía que esperar, ellos estarían juntos.

Oɴᴇ ᴅᴀʏ- 𝚈𝙾𝙾𝙽𝙼𝙸𝙽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora