Capítulo 50

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El sonido de la puerta al cerrarse resonó por toda la silenciosa habitación. Un pequeño rubio se adentró en esta con una sonrisa de oreja oreja, deshaciéndose de su chaqueta mientras observaba al pálido chico sentado sobre la cama en medio del lugar.

Hacia un par de días que no se habían visto gracias a la apretada agenda del menor, presentándose con éxito en las premiaciones donde ganaron un sin fin de premios. Habían presentado incluso una de sus coreografías favoritas, en donde de verdad se había esforzado el doble para obtener el resultado deseado. Su pequeño paso junto al maknae del grupo fue muy bien recibido, convirtiéndose rápidamente en el tema sobre la boca de todos y Jimin no podía estar más que feliz al ver los resultados de todas sus días de desvelos.

Pero ahora más que nunca necesitaba un descanso, uno que consistía en tirarse sobre la cama, recargarse sobre el pecho de su chico, con el debido cuidado de no lastimar su hombro, y dejarse acariciar y mimar toda la noche por su bonito novio al cuál había extrañado de sobremanera. Le hacía demasiada falta, no había día en el que no le mencionara en las grabaciones, en donde no pensara en lo distinto que era trabajar sin su presencia, siendo consciente más que nunca de lo esencial que era el chico en el grupo, en su vida.

Camino hasta encontrarse con la cama, donde no tardó en inclinarse y depositar un rápido beso sobre la mejilla de su mayor.

— Estoy aquí, mi amor— le informó con una enorme sonrisa dándose la vuelta para así rodear la cama y sentarse sobre esta, Justo a lado de su novio.

El mayor no contestó, ni siquiera correspondió su sonrisa y ladeó su rostro del lado contrario de el rubio, solo soltando un débil suspiro mientras cerraba sus pequeños ojos. Jimin no pareció notarlo, sobre su mente solo transitando lo mucho que moría por probar sus labios.

— Te extrañe, te extrañe muchísimo— susurró con voz dulce acercándose mas al cuerpo contrario, besando su mejilla con mucha delicadeza y ternura. Su mano derecha sobando lentamente el estómago del mayor, cómo sabía que tanto le gustaba. Aún así, este siguió sin decir nada, solo ignorándole sin mirarle.

Y fue en ese momento que el menor notó el aura amargo que les rodeaba, sintiendo el rechazo, siendo consciente de como este ni siquiera le había dedicado una palabra desde que llegó. Eso no era normal en ellos, mucho menos cuando habían pasado días desde que se habían podido encontrar. Este solía sonreírle con esa característica sonrisa de goma, donde mostraba sus pequeñas encías rosadas, con palabras dulces escapando de su boca, rodeando su espalda con su brazo libre para atraerlo a un beso y decirle cuánto le amaba y cuánto le había extrañado. En su lugar, ahora mismo, solo había recibido un débil suspiro y una nula atención a sus palabras y caricias.

— ¿Amor?— preguntó con confusión alejándose solo un poco para observarle mejor.

El mayor tenía el cejo fruncido y sus labios en una pequeña línea, su mirada se encontraba perdida en la nada, solo tratando de no encontrarse con el rostro del menor a su lado.

— ¿Te duele algo? ¿Tomaste tu medicamento?— su voz comenzó a denotar su preocupación.

Tal vez su extraña reacción se debía al dolor que sentía, Jimin no había estado con él durante días y lo único que sabía era que la terapia comenzaba a ser mucho más complicada, mucho más dolorosa o al menos eso le había dicho Yoongi. Pero el mayor solo negó con un ligero movimiento de cabeza, lo cual solo confundía más al menor, no comprendiendo absolutamente la reacción de su pareja.

— ¿Bonito, esta todo bien?— se atrevió a preguntar esperando obtener al menos una palabra, pero no fue así, no existió respuesta alguna nuevamente.

Se acercó a su rostro y comenzó a repartir pequeños besos por su rostro, esperando con ello obtener alguna reacción, besándolo con tanta ternura y tan lento que podía sentir la suavidad y la calidez de su piel sobre sus labios.

Oɴᴇ ᴅᴀʏ- 𝚈𝙾𝙾𝙽𝙼𝙸𝙽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora