Capítulo 48

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El automóvil avanzaba y con el sus increíbles ganas de vomitar. Estaba tan nervioso que su estómago daba vueltas y sus manos sudaban y temblaban.

El camino hacia la alfombra roja de los Grammys cada vez era más corto y aunque Hoseok no paraba de hablar y soltar una que otra broma, su estabilidad no parecía querer aparecer. Sabía cuántas personas se encontrarían en el lugar, personas con las que tendría que interactuar, conversar y solo pensar en ello le hacía querer abrir la puerta del auto y arrojarse sin más. Todo sin contar la presentación que les esperaba, que aunque no se comparaba en absoluto con las que solían presentar en Corea, era frente a personas con un poder superior.

El temblor de sus manos comenzó a aumentar rápidamente y si no se detenía sabía que los pensamientos negativos no tardarían en apoderarse de su mente y con ello traer consecuencias mucho peores.

— Tae estaba muy nervioso por lo que diría, estuvo practicando toda la noche, ni siquiera me dejo dormir, y ahora teme olvidarlo, yo le dije que...

La voz de Hoseok resonaba en el automóvil sin parar, el no parecía notar que el chico a su lado estaba más pálido de lo habitual, solo observando por la ventana los edificios que les rodeaban mientras hablaba sin detenerse.

Yoongi estuvo a nada de perder la poca estabilidad que le quedaba cuando su teléfono móvil comenzó a sonar, indicándole que estaba recibiendo una serie de mensajes que le hacían vibrar el bolsillo de su pantalón negro. Soltando un suspiro rápido, metió su mano al bolsillo para así tomar el artefacto y revisar de quien se trataba.

El nombre de su bonito chico se dibujó sobre la pantalla y con este una pequeña sonrisa sobre su rostro apareció. Desbloqueando el teléfono con prisa, se adentró hacia los mensajes que había recibido, esperando leer las palabras de ánimo que probablemente el menor le había enviado. Pero no fue así, en su lugar una imagen se mostró sobre toda la pantalla, una fotografía que le tomó por sorpresa, haciéndole abrir sus ojos de par en par y un enorme sonrojo apoderándose de sus mejillas.

Por acto reflejo inclinó la pantalla hacia su izquierda en un intento de que el menor junto a él no fuera capaz de observar lo que había recibido. Pero Hoseok ni siquiera despegaba su vista de la ventana, ahora conversando con su guardaespaldas en el asiento del copiloto.

Aliviado de no ser descubierto, el mayor se centró en la fotografía recibida, observando detalladamente cómo su chico se encontraba semidesnudo, solo cubierto por aquel jersey color gris que portaba ahora mismo, acompañado de unas pequeñas bragas color blanco con encaje en los bordes. Jimin estaba frente a un espejo de cuerpo completo, uno que reconoció de inmediato, sabiendo que este se encontraba en su vestidor, ese donde hace unos minutos atrás todos habían sido vestidos y maquillados para la ceremonia.

Sus esponjosos glúteos se mostraban a la perfección mientras su mano libre se perdía entre sus hebras rubias, liberándolas de su frente. En su rostro mostrándose la mirada más lasciva que podía ofrecerle, esa que conocía y le temía en demasía, sabiendo perfectamente lo que le esperaba cada que está se dibujaba en su rostro. Sus pequeños dientes mordiendo sus gruesos labios, dejándolos rojos y brillantes, llamando por ser besados, ser mordidos.

Yoongi olvidó por completo los nervios que le invadían, solo sintiendo como su pantalón comenzaba a apretar sobre su parte baja. Su erección creciendo lentamente ante la imagen tan sensual que estaba frente a él, la cual simplemente no podía dejar de ver, incluso acercando con sus dedos la zona de sus glúteos, esa donde mostraba como la diminuta tela se perdía entre la división de estos. Bajo la imagen, se encontraba un dulce mensaje.

"¿Crees que puedas soportar todas las premiaciones sin cogerme?"

No, definitivamente no.

Bloqueó su teléfono de mala gana cuando supo que ya estaban por llegar. El bajarse y caminar como si no tuviera una erección fue difícil, pero el tener al rubio frente a él sabiendo que era lo que cubrían aquellas prendas lo fue aún más. Cerró su chaqueta en un intento de cubrirse y tal vez calmarse. El haber follado tan deliciosamente en esta última semana no ayudaba a su mente, recreando dichas imágenes una y otra vez, recordando la linda lencería negra que había destrozado para poder comerle el culo.

Oɴᴇ ᴅᴀʏ- 𝚈𝙾𝙾𝙽𝙼𝙸𝙽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora