Capitulo 7

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El nuevo estudio era un lugar muy confortable, Yoongi se había encargado de que todo estuviera perfectamente en su lugar e incluso le agregó equipo faltante y mobiliario nuevo. Hacía ya 5 meses desde su traslado y no podía estar más feliz. El crear nuevos ritmos y letras era mucho más sencillo teniendo un espacio tan agradable y con todo lo necesario sin la necesidad de salir del lugar ni una sola vez en busca de lo faltante.

Hacia 5 meses desde la primera vez que Jimin se había aparecido frente a su puerta con una botella de vino para así hacer las pases.
Habían pasado 5 meses y las cosas ahora eran un poco distintas.

— Y-yoongi— Jadeó el menor cuando Yoongi se separó de sus labios repentinamente para comenzar un camino de húmedos besos hacia su cuello.

Su cuerpo estaba sobre el de Jimin en  el sofá de cuero negro, ambos perdidos en la lluvia de sensaciones que se brindaban uno al otro.

Su relación había cambiado por completo. Se volvió una tradición tomar vino todos los viernes en su estudio después de los ensayos, pasando horas enteras tomando alcohol mientras charlaban sobre cualquier cosa durante la madrugada y cuando sentían que tenían la cantidad suficiente de vino en su cuerpo se atrevían a más.

La primera vez había ocurrido hace 3 meses, cuando Jimin se había presentado en su puerta un jueves por la tarde, extrañando a Yoongi pero aún así aceptando con gusto su compañía. Jimin había traído más alcohol que el de costumbre pero Yoongi no le cuestionó y solo se dedicaron a beber.

No fue hasta pasada las doce que Jimin no pudo más y confesó lo agobiado que se sentía, soltado el llanto. Yoongi no supo exactamente qué hacer, aún así, lo abrazó mientras este lloraba sobre su pecho. Al parecer Jimin no había tenido un buen día con su padre.

Jimin había pedido ese día libre desde hace semanas debido a la visita que su padre haría a Seúl, sólo sería un día y Jimin quería aprovecharlo al máximo; pero, el verlo ahora, tan afligido, solo era una mala señal de su salida.

Cuando el menor se calmó un poco le contó todo a Yoongi. Le contó como su padre había mencionado durante el almuerzo a su ex compañero de danza y como este estaba saliendo con un hombre, Yoongi no comprendió al inicio como esto se relacionaba con el llanto de Jimin, hasta que él continuó. Su padre estaba completamente asqueado ante la situación, no podía creer como alguien que había pasado tanto tiempo junto a su familia resultaba ser un enfermo. Mencionando a detalle el asco que le provocaba y lo desagradable que era el tener que verlos por las calles de Busan.

— ¿C-como puedo hacerle esto a mi padre?— soltó el menor para inmediatamente comenzar a llorar de nuevo.

Y ante esas palabras es que Yoongi comprendió todo. Entendió porque Jimin había actuado de aquella forma después de su accidente en la sala de prácticas. Entendió porque le había evitado, ignorado y alejado. Lo comprendió todo. Jimin tenía miedo, miedo de lo que sentía, miedo de los sentimientos que no tenían explicación, de no ser como los demás chicos, miedo de revelar lo que trataba de esconder y había escondido durante tanto tiempo y así decepcionar a los demás, decepcionar a sus padres.

— Jimin— trató de obtener su atención, alejándolo de su pecho con cuidado, colocando sus manos sobre sus mejillas, obligándolo a mirarlo a los ojos; pero sus ojos estaban cerrados mientras las lágrimas solo se desprendían de ellos, rodando por sus mejillas.

Yoongi llevó su pulgar hasta esa última lágrima y la limpió con cuidado.

— Mírame, Jimin— insistió Yoongi obteniendo una respuesta esta vez.

Con lentitud Jimin abrió sus ojos hinchados y le miró, observando la forma en la que Yoongi trataba de calmarlo solo con su tranquila mirada, su cuerpo calmando sus pequeños temblores, sus sollozos deteniendose, esa dulce mirada le brindaba calidez y de alguna manera le llenaba de paz. Yoongi le transmitía un gran cariño, no sabiendo exactamente cómo ayudarlo pero aún así estando con él, brindándole su amor a su manera.

Oɴᴇ ᴅᴀʏ- 𝚈𝙾𝙾𝙽𝙼𝙸𝙽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora