Oɴᴇ ᴅᴀʏ- 𝚈𝙾𝙾𝙽𝙼𝙸𝙽

Capítulo 43

El trabajo intenso, los agotadores ensayos, el cansancio físico y mental, al final había valido la pena. Al subir al escenario y sostener aquel premio las lágrimas no pudieron retenerse más y el escuchar como Seokjin confesaba ante el público su pequeño momento de debilidad, ese donde incluso habían considerado el separarse, solo les hizo romper en llanto con más intensidad.

Yoongi sabía que el año había sido duro, lleno de inseguridades y estrés. Con la continua pregunta del si lo que hacían era suficiente, de si ellos como grupo valían la pena. Preguntándose de si su próximo trabajo cumpliría con las expectativas del público. El temor de decepcionar a todos estando tan presente que les hacía dudar de todo lo que realizaban. Cuando estaban tan cansados y tan hartos, se habían reunido y estaban a punto de tirar la toalla, de retirarse antes siquiera de intentarlo.

Y ahora, sosteniendo el premio del artista del año con sus manos, entendía que habían tomado la decisión correcta al no dejarse llevar por sus inseguridades, al confiar en sus instintos y en su talento.

Taehyung lloraba sin parar mientras Jungkook le consolaba, estando el igualmente en llanto. Se encontraban detrás de escena, esperando recomponerse un poco antes de regresar a sus lugares. Todos los miembros e incluso el staff estaban emotivos, todos sabiendo del duro año que habían afrontado y lo significativo que se volvía este premio para los chicos.

Yoongi observaba con detenimiento a las personas a su alrededor, mientras tomaba con más fuerza aquel objeto con sus dedos. El también era un mar de lágrimas, también se sentía satisfecho, emotivo. Recordaba una y otra vez las palabras de ánimo de su chico cuando el ya no podía más, cuando se alejaba de su estudio en un intento de buscar estabilidad, la cual le brindaba su bonito novio con un solo toque, una sola caricia.

Ya no se refugiaba en su soledad, simplemente, cuando sentía estar al borde, corría hasta el salón de prácticas donde sabía que Jimin se encontraría. Y este, no importaba que tan ocupado estuviera, le abrazaba y le besaba, le consolaba y le calmaba, repitiéndole una y otra vez lo mucho que le amaba. Yoongi intentaba ya no esconder sus sentimientos de su novio, poco a poco sintiéndose más libre de poder derrumbarse frente a él, de mostrarse en todas sus facetas sin importar nada. Y sabía que Jimin jamás le juzgaría, Jimin solo le demostraba que no importaba que tan roto el se encontrara, aún así le amaba y estaba dispuesto a ayudarle.

Su relación ya no era esa que antes era tan frágil que podía desmoronarse con una simple palabra. Ahora era fuerte y estable, no era perfecta, ninguna relación lo es, pero ahora podían lidiar con los problemas de una forma madura, podían comunicarse y resolver las cosas juntos y eso, eso hacía que esa eterna espera de más de un año, valiera totalmente la pena, sabiendo perfectamente que si aquello no hubiera sucedido, tal vez ni siquiera existirá un "nosotros", tal vez ni siquiera pudieran mantener una relación sana.

Unas manos le sostuvieron la cintura mientras un mentón se recargaba sobre su hombro sano. De inmediato el aroma a vainilla inundó sus fosas nasales y la calidez del cuerpo contrario sobre su espalda le relajó de inmediato. Sabía perfectamente que se trataba de su bonito novio, ese que tanto le enloquecía. Había intentado mantenerse en raya durante toda la ceremonia, marcando su distancia a pesar de morir por ir y abrazar a su novio y susurrarle que lo habían logrado. Pero sabía más que nadie que ahora las cosas eran distintas a los años anteriores y su superior se los había dejado claro. Tenían prohibido mostrarse afecto en público y desde luego que sus escapadas al baño tenían que ser lo más sutiles posibles. Ya no eran más solo un grupo del montón, eran Bangtan Sonyeondan, el grupo coreano que había logrado la fama mundial y con ello, tener que cuidar su imagen mas que nunca.

Los ojos del mundo estaban sobre ellos, esperando un mínimo fallo para exponerles y juzgarles, desacreditar su esfuerzo al no ser americanos. Habían trabajado tanto que el obedecer las órdenes de Bang PD no eran un problema. Ambos chicos estaban dispuestos a ocultar sus sentimientos frente a las cámaras por el bien de todos.