Oɴᴇ ᴅᴀʏ- 𝚈𝙾𝙾𝙽𝙼𝙸𝙽

Capítulo 56

2018

El sonido de sus labios al moverse resonaba por toda la habitación. Sus manos se deslizaban por todo su cuerpo desnudo, sintiendo sobre las yemas de sus dedos la suavidad de esta, deleitándose con sus dulces toques acompañados del aroma a vainilla mezclado con su sudor envolviendo sus fosas nasales.

Era su día libre, ningún miembro se encontraba en el departamento, incluso Jin había salido de pesca, dejando así la habitación completamente libre para hacer lo que quisieran. Y no iban a desaprovecharlo.

No habían tardado ni cinco minutos en desnudarse sobre la cama del mayor y comenzar a besarse con desesperación. Estaban ya tan necesitados, tan duros. Sus penes hinchados y goteantes friccionándose con cada movimiento que el pálido ejercía sobre el cuerpo del menor.

— Así, así... no pares ¡mmmgh!— lloriqueo el menor sin dejar de moverse, tratando de intensificar los roces de sus penes.

Yoongi sentía su cabeza dar vueltas y su cuerpo hervir. Mordisqueando la piel de su hombro sacó los dedos que había estado enterrando en el culo de su novio para así dirigir esa misma mano entremedio de sus cuerpos y tomando el pene de su chico, comenzando a bombearlo al ritmo de sus falsas embestidas. Los gemidos fuertes de Jimin resonaban por toda la habitación, haciéndolo gruñir de satisfacción.

Su mano no dejaba de acariciar su miembro, sintiendo su longitud, su grosor y sus venas enmarcadas. Estaba tan húmedo que sus movimientos eran mucho más preciosos, bajando y subiendo con tanta facilidad, invadiéndosela del calor y la textura de su largo pene. Cerró sus ojos y reprimió un gemido, Yoongi había tocado el miembro de Jimin muchas veces, lo había hecho correrse otras más; sin embargo, ahora, ahora era demasiado consiente de la gran maravilla que estaba estimulando.

Su largo siempre llegaba hasta su garganta y le rellenaba con su esperma hasta hacerlo tragar profundo. Era grueso y amaba delinear con su lengua las venas que le adornaban solo para así llegar a sus testiculos y chuparlos hasta cansarse. Aún cuando Jimin se corría Yoongi no sacaba su pene de su boca, en busca de sacar hasta la última gota de su esencia. No había algo tan maravilloso como darle sexo oral a su novio.

Pero ahora, justo ahora, sosteniendo el pene de Jimin en su mano, por primera vez su mente comenzó a divagar, imaginando tal vez, solo tal vez, como seria tener dicha longitud enterrado en su interior. Apretó sus dientes reprimiendo la ola de placer que invadió su cuerpo y que estuvo a nada de llevarlo al límite. Mierda. Entre más masturbaba su miembro, entre más lo sentía, más lo apreciaba, más lo deseaba dentro de él.

Su mente estaba nublada por el deseo, sus labios rozando la piel dorada del hombro de Jimin mientras sus ojos viraban de extasis.

— Jimin, Jimin... follame— susurró con su voz apenas siendo audible y sin siquiera ser consiente de lo que acababa de pedir. Su cuerpo encontrándose tan caliente, tan excitado, actuando por mero impulso.

El menor se puso rígido, deteniendo de inmediato el movimiento de sus caderas. Sus manos dejando de acariciar la espalda ancha del mayor. Estaba perplejo, no estando del todo seguro de si había escuchado correctamente.

— ¿Qué?

Y solo tras esa pregunta fue que el mayor regreso a la realidad, abriendo sus ojos mientras sentía sus mejillas teñirse completamente de carmín.

— Yo, yo...— enterró su rostro sobre la curvatura de su cuello en busca de un refugio para su timidez, no se suponía que aquellas palabras salieran de su boca. Estaba apenado, tan avergonzado, pero ya no había marcha atrás y aunque fuera algo tan nuevo para él en verdad lo estaba deseando.— Tú, ¿tú no quieres?— apenas pudo murmurar, sus palabras sonando tan débiles que si no hubiera estado tan cerca de su oído no serían escuchadas por él menor.