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Jimin ni siquiera respondió el mensaje, estaba molesto con Jungkook, okay no con él, pero el idiota se había aparecido en sus sueños y eso lo frustraba así que sólo terminó de alistarse, se puso calzado deportivo y salió de su departamento.

Cuando salió del edificio pudo ver el auto de Jungkook esperándolo justo en frente de la entrada, bajó la ventanilla y esa maldita sonrisa de conejo iluminaba su rostro en cuanto lo vio caminar hacia él. 

-Jimin-ssi... Buenos y hermosos días, o mejor dicho solo buenos por que hermosos sólo tu ojos.- Dijo mientras se bajaba rápido del auto para abrirle la puerta a Jimin quien no pudo evitar sonreír por dentro por que por fuera, sólo se quedó mirándolo y su expresión era seria, simplemente no sabía como su cabeza le decía una cosa y su pecho otra, eso lo estresaba aún más. 

-Aja.- Fue todo lo que dijo antes de subirse al asiento del copiloto. 

-O...kay... Creo que amanecimos de mal humor.- Dijo Jungkook "Creo que será un largo día"  pensó. 

Cuando se subió al auto la radio estaba en una estación diferente a la que iba escuchando y Jimin estaba mirando por la ventana, "Vaya, te hago el amor anoche y hoy sólo me ignoras, ¡Joder que si duele!"  se decía el pelinegro sin hablarle o mirarlo, había decidido darle su espacio, intentado no desesperarse por la ausencia de atención en el proceso. El silencio en el auto era algo incómodo y Jimin por su lado no sabía que jodidos hacer, quería dejar de ser así con él pero al mismo tiempo le daba miedo, coraje y algo de recelo cambiar de la noche a la mañana con la persona que más daño le había hecho en la vida simplemente en su mente no se lo merecía. 

-¿Comiste algo?- Preguntó Jungkook en un intento de romper el silencio. 

-Café.- Respondió el rubio sin dejar de mirar por la ventana. 

-Vale.- Silencio de nuevo. 

Jimin se sorprendió un poco por no decir demasiado al ver que Jungkook sabía perfectamente cómo llegar, en todo el camino no le había preguntado nada y no llevaba el GPS tampoco así que la curiosidad... 

-¿Cómo es que sabes llegar?- Preguntó por fin girándose hacia él. 

Jungkook se encogió de hombros quitándole importancia al asunto. -Investigué la dirección.- Respondió sin mirarlo, Jimin asintió pero algo en la parte de atrás del auto llamó su atención, había 2 bolsas negras enormes y una caja grande. 

-¿Acaso te estás mudando? No que me interese pero...- Dijo algo nervioso. 

-La curiosidad mató al gato, bonito.- Fue todo lo que dijo Jungkook sin mirarlo de nuevo, el rubio bufó y se giró a la ventana, jodido por no recibir ni una mirada del pelinegro. "¿Qué mierda me pasa?" se preguntó así mismo, parecía un adolescente bipolar.

Lo que restó de camino se fue igual, ninguno de los dos hablaba, al menos no en voz alta ya que ambos iban inmersos en sus propios pensamientos. Jungkook por su parte pensando ¿Qué había cambiado de la anoche anterior a la mañana para que Jimin volviera a ser frio con él? mientras Jimin seguía con su sueño metido en la cabeza desde que despertó, pensando en el por qué de Jungkook queriendo ir al sus albergues, si seria otro de sus juegos, no soportaría que jugara con aquello, eso no. 

Cuando por fin llegaron a la entrada que era una para accesar a ambos albergues a pesar de que eran construcciones separadas, a veces a los niños se les asignaban tareas con los animalitos, como la limpieza o la alimentación de los mismos para que convivieran con ellos, podía llegar a ser triste en algunas ocasiones cuando se encariñaban con algún animalito y a éste lo adoptaban pero aún así los chicos lo hacían con gusto. 

Siempre tú...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora