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Jungkook acariciaba la espalda de Jimin con las yemas de sus dedos mientras sus respiraciones se regulaban.

-¿Estas bien amor?- Preguntó ante el silencio del rubio que permanecía con su rostro pegado a su pecho, este asintió.

-Mjm...- Respondió y dejó un beso sobre su nombre tatuado en el pectoral del pelinegro, éste no muy convencido con la respuesta levantó sus rostro posando su dedo índice debajo de su barbilla.

-Mmm... No suenas muy convencido ¿Pasa algo?- Preguntó preocupado, esperaba no haber hecho algo mal o haberlo lastimado o algo parecido, Jimin lo miraba pero lo que le pareció extraño al mismo tiempo que adorable fue ver el sonrojo de éste.

-Es que... Tengo muchas ganas todavía... Pero no quiero que pienses que...- Se quedó callado y volvió a posar su mejilla sobre su pecho para no mirarlo por la vergüenza de lo dicho. -No quiero que pienses que solo es por el sexo... Perd...-

-Ni se te ocurra pedir disculpas, y yo no pienso nada mi amor... Solo no quiero hacerles daño ni a ti ni al bebé.- Dijo seriamente.

-No lo haces... Te juro que le he preguntado del tema al Doctor, sólo me dijo que no hiciera nada demasiado alocado, ya sabes posiciones muy... Extremas por decirlo así.- Respondió Jimin sin levantar la mirada.

-¿Seguro que estas bien entonces?- Volvió a preguntar Jungkook.

-Mejor que nunca.- El rubio levantó por fin la cabeza para mirarlo. -Te lo juro.-

Jungkook acarició su mejilla con ternura y con una sonrisa dulce. -Te amo rubio bonito.- Le dijo.

-Y yo a ti bebé.- Respondió con una sonrisa.

Ambos se miraron unos segundos hasta que Jungkook sin alejar sus ojos de los contrarios, deslizó su mano por toda su columna vertebral haciendo que la piel de Jimin se erizara por completo en el proceso, hasta llegar a donde iniciaba la apertura de su trasero, pasando por su coxis para finalmente llegar a su destino y hundir su dedo medio dentro de él, los ojos del rubio se cerraron automáticamente soltando un leve gemido de placer al sentirlo.

-Gime para mi bebé.- Le dijo Jungkook moviendo ahora dos dedos en su interior con agilidad, provocando que Jimin moviera sus caderas de nuevo contra su mano. -Eres tan sexy... Mírate.-

-Ahh... Jungko-kook.- Gemía Jimin con su frente sobre el pecho contrario.

-Arriba... ven...- Dijo el pelinegro, sacando sus dedos y ayudándolo a levantarse. -Ven aquí... Quiero probarte.- Dijo empujando al rubio hacia adelante, éste camino de rodillas hasta que su miembro quedo prácticamente frente al rostro de Jungkook el cual le dio otro leve empujoncito de su trasero, Jimin lo miró desde arriba y tuvo que sostenerse de la cabecera de la cama con una mano cuando el pelinegro engulló completamente su miembro dentro de su boca, su mano libre su fue a esas hebras de cabello negro que tanto amaba para enterrar sus dedos en ellas, ambos se miraban a los ojos, el rubio mordiendo su labio inferior, disfrutando de la sensación pero todo se amplificó cuando sintió de nuevo los dedos del pelinegro dentro suyo mientras seguía devorándolo.

-Arg... B-bebé... ¡Joder!- Su cabeza rodó hacia atrás por el placer mientras se dejaba hacer, sus caderas se movían follándose la boca de Jungkook en sensuales y lentos movimientos que buscaban su clímax, sintió la mano libre del pelinegro alcanzar su pezón derecho y acariciarlo suavemente y esos expertos dedos rozar su punto dulce, entonces ya no tuvo que moverse, su orgasmo llegó al instante haciendo sus piernas temblar. -Ahh... Dios... Te amo... Te amo.- Dijo casi de forma delirante, el pelinegro tragó toda su esencia y su mano bajó a su vientre acariciándolo con amor mientras sacaba sus dedos con sumo cuidado.

Siempre tú...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora