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-¿Y esa sonrisa?... ¿amanecimos de buenas o por qué le sonríes al teléfono bebé?- le preguntó Jin que venía saliendo de la habitación con la misma ropa de anoche ya que al ser más alto la ropa de Jimin no le quedaba y tuvo que dormir en ropa interior. 

Jimin levantó la mirada y borró la boba sonrisa de su rostro, aunque obviamente no iba a engañar a Jin. 

-Solo, estaba...- jugó con el celular en las manos, estaba seguro que en cuanto dijera el nombre del taxista Jin no pararía de molestarlo. -Arg... para que me hago contigo, es que, Eunwoo me mandó mensaje y yo solo le estaba respondiendo.- se sonrojó un poco. 

-¡Oh vaya!, cuando alguien por fin hace que te sonrojes es algo especial... o no... dependiendo tu punto de vista cariño.- le dijo Jin sentándose en uno de los bancos frente a la encimera poniendo los codos sobre ésta y recargando su rostro en sus manos mirando fijamente a Jimin. 

-Yo... no, no quiero hacerle daño, ya no creo en esas cosas y honestamente él es un niño muy tierno y amable, no quiero herirlo de alguna manera, así que... solo, puedo ofrecerle una amistad, algo en él me da confianza, y creo que es de las pocas personas en el mundo que vale la pena tener en tu vida.- respondió sincero. -Ah, y... no tiene mucho que se fue tu hombre.- le dijo mirándolo. -Se veía... la está pasando mal supongo, creo que no debió pegar un ojo en toda la noche.- 

-M-me imagino... pobrecillo mi bebé.- dijo Jin mirando hacia el vacío. -Pero es que quien le manda a mentirme... sabe que odio las mentiras y aún así lo hizo... sigo sin querer verlo, anoche me mandó mil mensajes y me llamo sin descanso, tuve que apagar el celular.- dijo suspirando y tomando el control del televisor para prenderlo.

-¿Puedo... decirte mi punto de vista?- preguntó Jimin

-Obviamente que sí, siempre.- le respondió Jin dejando de lado la TV encendida.

-Bueno, yo creo que Nam no te fue infiel con nadie, pero sí hay algo que te está ocultando, lo vi en sus ojos, él te ama, no haría nada para que tu te alejes de él, eres su vida entera bebé.- le dijo a su amigo cariñosa y sinceramente.

-Ya lo sé, es solo que... duele que después de tanto tiempo no confíe en mí... quizá anoche me alteré y exageré un poco las cosas por los tequilas que llevaba encima... y ¿por qué me llamas bebé cuando aquí el bebé eres tú, ah?- dijo fingiendo ser ofendido.

-Es de cariño, tu mi bebé y yo el tuyo, como hermanos... siempre cuidamos el uno del otro.- le sonrió. 

-Bueno... eso me hace sentir menos viejo.- bromeó. 

El sonido y vibración de un celular hizo que Jimin bajara la vista a su teléfono, era un número que no conocía pero de cualquier forma decidió responder la llamada por si era algo urgente. 

-Diga...- respondió el rubio. 

-Hola que tal buen día, me comunico desde la casa hogar para niños "Aejong" (cariño) así como también del albergue para animales "Dongmul Sarang" (amor animal), ¿estoy comunicándome al número del Señor Park Jimin?- dijo una voz de mujer al otro lado de la línea. 

-Si con él habla, ¿En que puedo servirle?- 

-Oh, buenos días nuevamente, un honor hablar con usted, bueno me avisaron que llegaría a Corea el día de ayer... llamo para avisarle que debe presentarse para la firma de unos papeles y el contrato de arrendamiento de los edificios de ambos establecimientos, no quisiera molestarlo tan de pronto pero es algo urgente, ya que los pequeños y los animales que ya están en espera no tienen lugar para vivir y se encuentran alojados en un albergue por el momento.- dijo la chica con algo de preocupación en su voz. 

Siempre tú...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora