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-¿Quien... Cómo es que sabes mi nom...- se giró abrochando sus pantalones pero cuando levanto la mirada se quedó congelado. -...bre?- la mirada de Jungkook le regresó la suya, Jimin no podía creer lo que estaba pasando, no, lo que ya había pasado... cuando su cerebro volvió a funcionar se maldijo una y mil veces por no haberse cerciorado de quien era aquel tipo, jamás se habría metido con Jungkook, reprimió lo que su corazón en realidad le gritaba y pudo volver a subir la guardia, poniendo una expresión fría y distante. -Esto no me puede estar pasando... ¡urg!- dijo con asco fingido y salió del cubículo dejando a Jungkook terminando de limpiarse y acomodando su ropa, ¿Qué si estaba nervioso?, mierda que si, ¿Qué si quería salir corriendo de ahí? también pero no lo hizo, hizo lo que mejor había aprendido a hacer, enfriar la cabeza antes de actuar. se acercó al espejo enorme que estaba en los lavamanos y comenzó a arreglar su maquillaje, estaba intacto a excepción de los labios por obvias razones pero igual necesitaba una excusa para ignorar al pelinegro al cual honestamente estaba mirando con su vista periférica a través del espejo para no verse obvio, dios, estaba tan malditamente bueno, sí, y su rostro era más maduro, tenía más músculos, su cabello era algo largo, casi tocando sus hombros y los tatuajes, los aret... ¡basta! se abofeteó a sí mismo.

-Entonces... volviste, ¿Cuando?.- dijo Jungkook mientras se lavaba las manos en uno de los lavabos, no podía dejar de mirar al rubio, estaba tan hermoso, tan bello y... sí, tan cerca y la vez tan lejos, lo veía por la forma en que estaba actuando, algo frívolo, como si no hubiera sentido la conexión que él si... no se lo podía creer... pero había dicho su nombre mientras tenían sexo, aún sin saber que se trababa de él, eso significaba algo ¿no?

-No, soy un holograma Einstein.- dijo fríamente sacando el bálsamo labial con color y olor a frambuesa, se puso un poco sobre los labios, jugando con ellos para esparcir el color. -Y no que te interese pero por educación te voy a responder esa pregunta.- dijo girándose hacia el pelinegro, recargando su cadera en el lavabo y fingiendo desinterés. -Hoy... llegué hoy.- dijo mirándolo a los ojos como si nada, pero Jungkook no dejó pasar desapercibido el como por una fracción de segundo mordía la parte interna debajo de su labio inferior, eso sólo lo hacía cuando estaba nervioso o incómodo.  -Te diría que fue un gusto y de hecho gracias por el orgasmo pero de haber sabido que eras tu hubiera preferido que me cogiera el perro callejero de allá afuera.- dijo encaminándose a la puerta, quería largarse de ahí y no volver a verlo, ahora tendría que evitar este lugar a toda costa. 

-¡Oh vaya!... si que has cambiado...- le dijo el pelinegro herido antes de que saliera. 

Jimin ni siquiera se giro a mirarlo, sintió un coraje inmenso ante aquel comentario estúpido, ¿Cómo se le ocurre decir algo así?, ¿Cómo cuando él y su maldito amante eran la razón de que ahora fuera de esta manera?, su mano apretaba la manija del la puerta con fuerza. -Claro que cambie Jungkook.- al final no se iba a ir de ahí sin por lo menos causarle un poco de dolor al otro, así que como muchas modelos se lo habían hecho a él en sus inicios, se giro sobre sus talones, se irguió con autosuficiencia y se preparó cual cobra antes de lanzar la mordida. -Te voy a contar una historia, digo, no es que merezcas ni tres minutos de mi valioso tiempo pero seré magnánimo... verás...- dijo señalando al aire con su índice derecho. -Un día después de que TÚ y el que era mi mejor amigo me vieron la cara de imbécil, me levanté me duché y me arreglé, fui frente a mi espejo y me dije "Jimin, estas hermoso, puedes tener a cualquier persona que se te antoje, ¿entonces por que mierda no dejas de ser un idiota y dejas de creer en esas tonterías del "amor verdadero y cursilerías baratas para niñas de 5 años"?, mejor vuelve loco al mundo y date el gusto de escoger quien entra en tu cama y en tus piernas y disfruta la vida" y mira que lo he hecho, no tienes una idea de los hombres a los que me di en Europa.- se mordió el labio descaradamente y disfrutando la cara de Jungkook en ese momento. -Una verdadera delicia... y a excepción de hoy nunca me he arrepentido de nada.- eso último no era del todo cierto pero... que más le daba. 

Siempre tú...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora