Siempre tú...

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Jimin estaba sudado y aún jadeando por la falta de aire, su cabeza descansando sobre el hombro de Eunwoo, el cual estaba apenas estaba recuperando su respiración, seguían en el sofá, al castaño le sorprendía la energía que tenía el rubio a la hora del sexo, no conocía esa parte de él y vaya si le había gustado. Por su parte el rubio comenzaba a sentir el peso de su quizá equivocada decisión, todo los sentimientos contenidos por un momento de calor en ese momento se volvieron una bomba atómica que explotó sin poder más, comenzó a sollozar, dejando caer de nuevo sus lágrimas asustando a Eunwoo quien le acarició la espalda, ahora hasta él se sentía culpable pero no se arrepentía de nada, ya que por lo menos le había hecho sentir bien por un momento, solo esperaba que no lo alejara por que le dolería hasta el alma, no quería dejarlo ahora. 

Lo dejó llorar y desahogarse sin decir nada, siendo paciente como siempre, sabía que Jimin amaba a Jungkook, lo sabía y estaba consiente de todo pero no le importaba. 

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-Tae... Tae, Jimin no te vio o ¿Si?, cuando estuviste en mi oficina.- Preguntó Jungkook por teléfono. 

-N-no, yo salí después de que tú te fuiste y cuando llegué no lo vi, dudo mucho que me haya visto.- Respondió Tae. 

-¡Joder!- Maldijo el pelinegro. 

-¿Qué pasa? ¿Por qué estas así?- Preguntó ya con preocupación el castaño. 

-Es que no me contesta, sé que estaba molesto conmigo por la discusión en el auto pero no dejaría el trabajo así por que sí, no se que pasa.- Dijo frustrado ya en el estacionamiento. 

-¿Ya fuiste a su apartamento? Igual y sólo se sentía mal y prefirió irse a casa, dijeron que se veía mal ¿No? ¿Tú estás bien? ¿Quieres que vaya contigo?- Se ofreció Tae.

-N-no yo... iré sólo, te veo después, ya es más de media tarde, no quiero que te preocupes, yo te llamo en cuanto pueda.- Le tranquilizó Jungkook, ahora que sabía de su embarazo no quería que se estresa con algo como esto. 

-De acuerdo pero conduce despacio, estas alterado.- 

-Lo haré, estoy bien.- Cortó la llamada, masajeó sus cienes con sus dedos pulgar e índice de su mano derecha, no entendía que había pasado, Si se hubiera sentido mal no se habría ido así ¿Cierto?... Okay puede ser que se había pasado con el maldito comentario que había hecho pero el Jimin que conocía no iba a mezclar lo personal con lo laboral, de eso si estaba seguro. Sacó la llave del auto y quitó la alarma, tenía que cerciorarse de que su rubio estuviera bien.

-Yo no creo que seas eso bebé.- Decía para el mismo en el trayecto mientras conducía. -¿Por qué las cosas se tienen que complicar así?... Joder todo iba bien, ¿Por qué no puedes sólo confiar en mí?- El camino se le hizo eterno y cada maldito semáforo tardaba años en cambiar a verde, en su desesperación estuvo a punto de pasarse todos los altos no es que quisiera ser detenido por una patrulla y perder aún más tiempo. 

Se estacionó como pudo en uno de los espacios frente al edificio de Jimin, cuando entro y apretó el botón del ascensor, éste estaba tardando demasiado así que sólo subió las escaleras a pesar de que eral 16 pisos, subía los escalones de dos en dos lo más rápido que su cuerpo le permitía hasta que por fin salió por la puerta de emergencia y corrió hasta la puerta del apartamento correspondiente y tocó el timbre.

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-Lo-lo siento, no quería...- Se disculpó Jimin alejándose del abrazo de Eunwoo suavemente. 

-No pasa nada, ¿Te sientes mejor?- Le preguntó limpiando sus mejillas con sus pulgares, el rubio asintió sin mirar sus ojos. -¿Te arrepientes de esto? ¿D-de lo que acaba de pasar?- Preguntó de nuevo.