Siempre tú...

24

Eunwoo había pasado toda la noche con Jimin a su lado, éste no le había dejado ir a casa y no estuvo tranquilo hasta que Eunwoo estuvo en su cama abrazándolo, no, no habían hecho nada más que eso, Jimin estaba muy sensible por haber visto a Jungkook con Jisoo y aún no le había bajado la borrachera cuando llegaron a su departamento, el castaño cargando a Jimin como a un bebé lo había depositado en su cama después de quitarle el calzado y el abrigo, cuando se dio la vuelta para salir de ahí Jimin le pidió con ojitos adormilados y un pucherito que se quedara con él y que lo abrazara por que tenía frio y no quería estar solito, sin poder decirle que no, se acomodó a su lado y Jimin había jalado su brazo para que envolviera su cintura antes de quedarse dormido.

Por su parte Eunwoo no había dormido casi nada pensando en Jisoo, y no por que le gustara, no, estaba muy lejos de que esa chica le llegara siquiera a llamar la atención como mujer pero volvió a sentir algo de culpa y remordimiento por el pasado, a pesar de no haber tenido nada que ver con aquello o por lo menos no conscientemente, de hecho lo supo desde la noche en que Jimin le contara lo de Jungkook, había unido cabos pero a pesar de lo horrible que se sentía, no podía abrir la boca, no podía, simplemente no podía perder lo oportunidad de seguir a lado del rubio aunque sólo fuera como su amigo.

Un quejido lo sacó de sus pensamientos y se giro hacia el rubio en sus brazos que comenzaba a despertar.

-Jun...- Eunwoo lo miró con el seño un poco funciodo ya que lo que había dicho no se había entendido al haber sido sólo un pequeño balbuceo pero entonces Jimin habló más claro, aún con los ojos cerrados. -Jungkookie... Sólo yo te llamaba así...- Dijo en un susurro claro, soltando un suspiro y aferrándose más al cuerpo del castaño que sentía como la tristeza se apoderaba de su mirada.

-Chimmy.- Susurró Eunwoo para intentar despertarlo, no quería seguir escuchando los sueños del rubio. -Chimmy... Bonito... No-no soy él, no soy Jungkook.- Jimin por fin abrió sus ojitos y trató de enfocarse en el lindo castaño que tenía en frente. -Siento decepcionarte p-pero no... No soy...-

-¿Oh?- Preguntó Jimin sin entender hasta que recordó al dueño de su reciente sueño. -¡Oh! Eun lo siento... De verdad yo sólo... Yo...- Jimin buscaba las palabras para explicar como de nuevo había confundido a Eunwoo con el pelinegro y no quedar como un idiota. -Y no... ¡Urg! Lo siento.- Dijo llevándose una mano a lado de su cabeza como si con ello pudiera desaparecer la resaca horrible que se cargaba. -¿Pero que jodidos estaba pensando al beber como idiota?- Se pregunto a sí mismo.

-Yo tengo una idea de lo que pasaba por tu cabeza.- Dijo Eunwoo con nada de emoción en su voz, Jimin lo miró por un momento antes de que su celular comenzara a sonar haciendo que el dolor de cabeza retumbara hasta sus oídos como un taladro de carretera.

-¿Quien será a esta hora?- Tomo su teléfono pero antes de responder la llamada se percató de que era la una de la tarde. -¡Joder si es la una!- Exclamó corriendo el dedo la pantalla para responderle a su mama. -Hola ma.- Dijo con voz rasposa.

-¿Estás enfermo cariño?- Preguntó su madre en un tono preocupado.

-Ehhh... No ma, yo solo... Digamos que me divertí un poco de más a noche y tengo una resaca del demonio.- Respondió cerrando los ojos para evitar la luz del día que le lastimaba.

-Oh, ya veo, sé que vomitarás pero ya sabes que el jugo de tomate ayuda con eso y un Tylenol... y bueno ese también ayuda si, ya sabes, tuviste un noche ajetreada con alguien, ya sabes por el dolor de cue...-

-¡Ma!- Se quejó Jimin mirando a Eunwoo que a su vez lo miraba con diversión al haber escuchado aquello último sin querer.

-Bueno, bueno, yo sólo digo, ya que no estoy para cuidar a mi pequeño engendrito que por cierto es un modelo hermoso y puede darse a quien le dé la gana.- Dijo ella con orgullo.