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Capítulo super duper laaaargo y puro lemon, sorry jeje

Espero no se aburran
(Niño del oxxo)



-Mmgfh... ¿Estas... Seguro?- Preguntó Jungkook entre besos y caricias, sus cuerpos estaban desnudos de la cintura para arriba y las manos de ambos buscaban rosarse por todas partes donde había piel expuesta.

-Sólo quiero... No pensar, hazme... Hazme olvidar que hay un pasado y un futuro.- Jadeaba Jimin, Jungkook besándole el cuello y clavículas a su antojo. 

-Bueno pero... Eso implica ese castigo ¿De acuerdo?- Se separó de él para mirar sus ojos, quería asegurarse de que Jimin quería todo aquello. 

-Haz lo que quieras conmigo.- Soltó simplemente, sus manos perdidas en la melena negra del contrario. 

Jungkook se levantó y los giró para depositar a Jimin sobre el sofá quedando él hincado entre sus piernas, su boca fue directamente a sus pezones, lamió y mordió suavemente las sensibles y necesitadas protuberancias sacándole más de un gemido al rubio, cuando su boca descendió a su abdomen, sus dedos al mismo tiempo se engancharon al elástico de sus pantalones y su ropa interior, Jimin se recargó en sus manos para levantar las caderas y así Jungkook pudiera sacar su ropa con facilidad, sus calcetines también desaparecieron en el proceso, dejándolo como dios lo trajo al mundo, completamente desnudo, el pelinegro volvió a su labor trabajando el cuerpo del rubio sólo que esta vez su boca fue directamente al rosado glande de éste, pasando su lengua para después engullirlo por completo en su boca, subió y bajó algunas veces, las manos de Jimin se sujetaban de la orilla acolchonada del sofá, su cabeza se fue hacia atrás descansando sobre la espalda de éste hasta que Jungkook se separó de él y abrió los ojos, sólo para verlo levantarse y caminar a su closet, con respiración agitada lo miró hasta que regresó con unos algo en la manos. 

-¿Qué...- 

-¿Confías en mí?- El rubio se quedó mirándolo. -Quiero decir que si de verdad dejarás que haga lo que quiera.- Corrigió la pregunta, Jimin sonrió coqueto. 

-Lo que quieras pero tengo curiosidad ¿Para qué quieres corbatas y cinturones?- Preguntó curioso. 

-La curiosidad mató al gato, precioso.- Guiñó un ojo. 

-Si pero murió sabiendo, guapo.- Le respondió guiñando un ojo igualmente haciéndolo reír. 

-Pues no vas a morir, o bueno, espero no matarte de placer.- Se acercó a él hincándose de nuevo. -Piernas abiertas cariño, lo más que puedas.- Jimin obedeció, haciéndolo despacio y sensual sin apartar sus mirada de la de Jungkook que se lo comía con los ojos. -Eres tan...- Se lamió los labios, Jimin sonrió, entonces vio al pelinegro tomando uno de los cinturones negros y llevarlo a su pie derecho sólo para sujetarlo firmemente a la pata del sofá, no tanto como para hacerle daño pero lo suficiente para dejarlo inmóvil, lo mismo del otro lado con su pie izquierdo, tomó las corbatas y las puso sobre su hombro, se puso de pie. -Muñeca.- Pidió extendiendo su mano, Jimin estiró el brazo derecho y Jungkook lo amarró igualmente al descaza brazos del mueble con una de las corbatas para después repetirlo con el otro brazo. -Viene la mejor parte.- Sonrió de lado y se paró delante de él sosteniendo la última corbata en sus manos, Jimin estaba algo ansioso, no por miedo pero por anticipación, sintiendo un tipo de escalofrío por todo el cuerpo, miró hacia arriba para ver los ojos oscuros del pelinegro, éste puso el pedazo de tela frente a su rostro. -Cierra esos hermosos ojos bonito.- Le dijo suavemente, Jimin lo hizo sin protestar, sintió como amarró la corbata en su nuca dejándolo en completa oscuridad. 

Pasaron unos minutos y nada ocurría pero era por que Jungkook no podía dejar de mirarlo, se veía tan sexy, tan expuesto, tan para él, y el hecho de saber que nunca había hecho algo así con nadie más le hacía sentir algo cálido en su pecho, en ese momento el rubio se lamió los labios, mordiendo el inferior en el proceso. 

Siempre tú...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora